El ataque del 22 de junio contra el bar “La Cabaña”, ubicado en Guanajuato, es el número 21 que ocurrió en 2017. No solo eso, es uno de los seis con más víctimas en una sola noche. Siete muertos y 10 heridos. De 2015 a junio 2017 la prensa documentó 77 irrupciones del crimen en centros nocturnos en el país, de acuerdo a un recuento hecho por EL UNIVERSAL. En ocho de cada diez hubo víctimas mortales. La cifra va en aumento. Tan solo en los primeros seis meses de 2017 se tiene el registro de 22 agresiones. Este dato representa el 50% de los reportes de 2016.
La pelea por el territorio o la extorsión son los principales motivos por los que el crimen organizado volvió a atacar los bares y centros nocturnos de México, asegura el especialista en seguridad Gabriel Regino. Estos hechos giran sobre un mismo eje: el cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) quiere todo el país, asegura el abogado. Esta es una de las principales razones de porqué la violencia ha vuelto a mermar la vida de los mexicanos.
En enero de 2017, Playa del Carmen fue el centro de la noticia. Una balacera en un centro nocturno cobró la vida de 5 personas y dejó a 20 heridos.
En enero de 2017, Playa del Carmen fue el centro de la noticia. Una balacera en un centro nocturno cobró la vida de 5 personas y dejó a 20 heridos. La mitad del país se ha visto inmerso en este tipo de violencia. Estados como San Luis Potosí, Baja California, Guanajuato, Nuevo León y hasta Quintana Roo quedaron en medio de la cruenta pelea entre carteles. Guerrero registra el mayor número: 18 bares fueron atacados en dos años y medio. Casi una treintena de guerrerenses murieron en estos hechos. Acapulco y Chilpancingo fueron los más golpeados. Estos dos municipios reúnen 15 de los ataques y tres cuartas partes de los muertos.
En Veracruz las agresiones fueron más mortíferas. En número solo llegan a ocho, pero en víctimas mortales igualan a Guerrero. Tan solo en el bar La Taberna, Madame y La Botana murieron 19 veracruzanos. Estos dos estados son puntos estratégicos para el crimen organizado; los ataques en varias ocasiones encuadran con las rutas clave del trasiego de droga, asegura Regino.
Otros sitios como Quintana Roo conocieron este tipo de violencia hasta 2016. Ese año, cinco bares de Cancún fueron atacados. Seis muertos fue el saldo final. Lo que era un gran punto turístico, se quedó en medio de la extorsión del crimen organizado y la venta de droga. El 2017 comenzó peor: Blue Parrot, uno de los antros más conocidos de Playa del Carmen, fue el escenario de un tiroteo que dejó cinco muertos y 20 heridos.
Los métodos de intimidación de los criminales regresaron a los niveles de 2011, año en el que el crimen organizado realizó ataques de gran magnitud como el del Casino Royale en Monterrey. Pero esta vez presentan un nuevo patrón.
“Estos no son casos como el del casino, que fue en el centro de Nuevo León y en un lugar altamente conocido. Aquí son lugares más específicos”, explica Gabriel Regino.
Desde finales de 2015 estas prácticas van en aumento. Ese año se encontraron los reportes de 16 bares atacados. En 2016 la cifra subió a 39. Y hasta junio de 2017 ya se tienen 22. Al mismo tiempo las víctimas van en aumento. De 2015 a junio 2017 el número de muertos pasó de 30 a 69. En total, 173 mexicanos murieron en alguna balacera dentro de un bar en el país.
Este fue el último ataque que se tiene registrado en junio de 2017. El saldo fue de seis muertos.En 17 de los 31 estados del país se tiene por lo menos el registro de un ataque. Lugares como Guanajuato, que se mantenían alejados de estos eventos, vieron como desde hace dos años se les acabó la tranquilidad. Todo como resultado de la pelea entre el CJNG y la Familia Michoacana, asegura Regino. En tan solo cuatro agresiones a bares se registró la muerte de 15 hombres. El 90% de los casos fueron ataques directos.
Este estado tenía un punto su favor: San Miguel de Allende. “La situación se mantenía bajo control porque era considerado una zona de descanso o de seguridad por el entorno de turismo”. Los criminales también lo vieron así y comenzaron a establecerse en estas zonas. Un ejemplo es la detención de H. Beltrán Leyva en octubre de 2014.
Querétaro es otro de los estados que se mantiene fuera de estos números. Pero la tranquilidad que se vive en el estado corre el riesgo de desaparecer, explica el especialista. “Hasta hace pocos años era una zona neutral porque ahí se empezó a meter el dinero, igual a como se hizo en Zapopan en los ochenta, además de que ahí reside una gran cantidad de familias”, pero la balacera que se registró el 10 de julio de 2017 en un restaurante y que terminó con la vida de cuatro hombres pone en duda hasta cuándo va a durar la paz.
