Por Gabriel Nava
Trabajar, ayudar y superarse son los objetivos que tienen en común los llamados dreamers, que ven amenazado la historia que han construido en Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump, anunció la cancelación del Programa de Acción Diferida (DACA), que ha permitido frenar la deportación de 1 millón 340 mil 305 jóvenes indocumentados.
Este programa protegía de la deportación a cerca de 800 mil jóvenes indocumentados que llegaron antes de cumplir los 16 años y son menores de 31.
México es el país de origen de mayor cantidad de dreamers, con 622 mil 170. Le siguen El Salvador, Guatemala, Honduras y Perú. Su presencia se concentra en California y Texas, donde suman 312,250. EL UNIVERSAL conversó con cinco dreamers, tres hombres y dos mujeres que cuentan su historia y externan su preocupación por la latente desaparición del programa de Acción Diferida.
Justino Mora es un joven de 27 años que estudió en la UCLA y ante la amenaza de que DACA sea abrogado dice “no nos demos por vencidos”
Julio Salgado y Jesús Íñiguez, de 32 y 33 años, son artistas visuales que comparten sus vivencias a través de YouTube.
Marisela Tobar es una joven que dejó su país para huir de la violencia; hoy busca ayudar a niños con capacidades diferentes.
Kevin Ortiz, de 26 años, estudia en la UFC y lleva la mitad de su vida habitando en EU.
Zury Amaro es oaxaqueña, estudió una carrera en línea y asegura que “si nos quitan DACA, nos cortan las alas”.