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Con la creencia que el lunes 28 de mayo de 2012 a las 13:00 horas se daría un gran terremoto en México y con eso llegaría el “fin del mundo”, los integrantes de un grupo denominado por las autoridades ministeriales del Estado de México como “religioso-satánico” realizaban rituales desde una semana antes, según versiones de vecinos de la colonia San Agustín, del municipio de Nezahualcóyotl, se trataba de un grupo de individuos que hacían oraciones en una lengua extraña y que lo único que se les entendía eran las palabras “Jesús” y “Satanás” y todo esto era para evitar que el mundo se acabara ese lunes.

Ritual

Todo ritual necesita sangre y un aventurado para conseguirla a como de lugar, este fue el caso de Carmen Ríos García, quien ofreció a su hijo Fernando de tan solo 5 años para llevar a cabo tal trabajo. Sin embargo, Fernando no obedeció la indicación de cerrar sus ojos durante el ritual, por lo que su mamá decidió sacárselos. Así, sin remordimiento clavó sus dedos en la cabeza del menor al tiempo que éste gritaba y según se afirma, era sujetado por al menos uno de los asistentes. Desde luego, el remordimiento de uno de los ahí presentes durante el acto para “salvar al mundo” salió corriendo en busca de ayuda al ver al menor de edad sangrando y gritando de dolor, inmediatamente las autoridades de la policía municipal llegaron al lugar de los hechos para ayudar al niño y horrorizarse de lo que veían.

Una historia escalofriante, un caso que debe de servir a muchos individuos que han hecho del tema del fin del mundo una mina de oro, sin darse cuenta que esa historia fantástica y extraordinaria ocasiona que personas con poca cultura lo den por hecho y crean que en realidad sucederá.

Las versiones periodísticas refirieron que Carmen Ríos, madre del niño, al ser interrogada por las autoridades dijo “todos sin excepción alguna tenemos que orar y mostrar cierto respeto a Dios porque de lo contario vamos a recibir el castigo divino”. Ese es el grado de fanatismo de individuos que hacen lo necesario para que el fin del mundo en realidad llegue.

Desde el 2011 en esta misma columna planteamos algunas de las posibilidades que se podrían presentar para el 2012 que se dijo que ahora sí, el fin del mundo se presentaría el 21 de diciembre de ese año. Al parecer, en México esto fue el inicio de una escalada de acontecimientos que tuvo como punto de referencia la supuesta idea de la destrucción de nuestro planeta y de todo aquello que conocemos como tal.

Lamentablemente este incidente con el niño Fernando sucedió aquí en México, muy cerca de nosotros, pero por lo mismo como sociedad no debemos de permanecer inmóviles ante estos sucesos salvajes.

Para mucho esa fecha del fin del mundo era nueva, para otros al parecer ya se sabía, pero lo que me queda muy claro es que todos nuestros temores y miedos en esas semanas se hicieron presentes y se materializaron, en algunos casos, muy contados, se denunció a esas personas que realizaban rituales exóticos y hacían daño a los que estaban a su alrededor, pero también había aquellos que afuera de los mercados nos gritaban que el fin del mundo era ya un hecho, por culpa de esos individuos fue que un jovencito de 5 años no podrá ver por el resto de su vida, le han cortado sus ilusiones, ahora, no tiene ojos, se quedó sin mamá y hasta donde se supo tampoco una familia. Es decir, el niño se quedó solo, ahora a nosotros nos corresponde ayudarlo como una sociedad que repudia este tipos de actos y exigir a las autoridades correspondientes que apliquen todo el peso de la ley.