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El Nuevo Aeropuerto Internacional

Sobre una superficie de 5 mil hectáreas a un costado de la carretera Peñón-Texcoco, el paisaje ahora es de transformación; miles de trabajadores están concentrados en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cuya primera fase estará lista para entrar en operaciones en 2020.

Publicación
01 / 03 / 2018

El proyecto

Se asienta sobre un terreno salino, en el que los últimos vestigios del área lacustre que lo ocupó desaparecieron hace más de 150 años y que por sus características de inestabilidad e hundimiento representó un desafío para la ingeniería nacional, que lo está superando con creces para dotar a México con lo que será la mayor obra de infraestructura del presente gobierno, pero con una proyección que le permitirá seguir creciendo y reforzando el desarrollo del sector hasta 2050.

A cinco kilómetros de distancia, hoy el Aeropuerto Internacional Benito Juárez es utilizado por 42 millones de pasajeros cada año, cuando su capacidad normal es de 34 a 35 millones; tras su inauguración, el NAIM podrá atender a 70 millones de pasajeros y un crecimiento anual de la demanda de 8 a 9%, gracias a que el Plan Maestro facilita su readaptación a las necesidades de la industria.

En su primera etapa, contará con tres pistas en operación simultánea, la Torre de Control de 90 metros de altura y la Terminal, ese edificio emblemático, con el trazado en forma de 'X' en alusión al nombre del país. El proyecto, que fue realizado por los arquitectos Norman Foster y Fernando Romero- competirá con Tocumen [Panamá] como el mayor hub o centro de transporte aéreo latinoamericano, y una vez en funciones la Terminal de Carga exclusiva para el intercambio comercial, con aeropuertos de talla global como el Hartsfield-Jackson de Atlanta o el Atatürk de Estambul.


Foniles o columnas

FONILES: Palabra acuñada por Foster a partir de funnels o embudos en inglés

Cada uno de los 21 foniles (columnas) que sostendrán la cubierta son distintos por las curvaturas características del diseño y tendrán una altura de 45 metros, similar a la del Palacio de Bellas Artes. Éstos harán innecesarios los muros en los cuatro niveles de la Terminal, además de facilitar la entrada de aire y luz natural, reduciendo el consumo de energía aún en el sótano.También captarán agua de lluvia para su tratamiento y uso en el NAIM.

Hasta 10 mil trabajadores intervendrán en la colocación de dichas columnas, cuyos brazos se enlazarán en lo alto a través de un marco espacial que a su vez soportará a la cubierta de la Terminal. Todo el acero que se emplea, salvo placas de dos y media pulgadas de espesor, es fabricado en Guadalajara y Tuxpan. Las 21 bases de foniles deberán estar listas en marzo y el plan es montar dos de ellos cada mes.

El sistema de manejo de equipaje será totalmente automatizado y alcanzará casi 40 kilómetros de longitud dentro del edificio; adicionalmente tendrá una área de almacenamiento temprano, para que quien llegue varias horas antes o tenga conexión quede libre del equipaje, que será enviado a esta área específica con capacidad de 3 mil maletas.

Toda la estructura del edificio terminal se sostendrá sobre 21 foniles, que permitirán una edificación sin muros interiores, además de la entrada de aire y luz natural; también funcionarán como captadores de agua de lluvia para su posterior reutilización

Torre de control

Se trata de una mole de 90 metros de altura que será equipada con el instrumental más moderno, como radares primarios y secundarios, sistemas para procesar datos de vuelos, así como de observación y pronóstico meteorológico; alertas de altitud mínima segura y controladores de comunicación con el piloto.

La torre tendrá 492 pilotes y se ubicará entre las Pistas 2 y 3, al norte del Edificio Terminal. Estará compuesta por el Edificio Base de Soporte, de 65 metros de diámetro y de la propia Torre de Control, de forma concéntrica y geometría monolítica. Actualmente ya se tienen instalados al 100% 12 aisladores sísmicos, los cuales le van a dar la seguridad al propio edificio ante cualquier evento sísmico.

En caso de un temblor, la cimentación de la Torre de Control sería la que observaría el mayor desplazamiento, por medio de una fricción; “entonces los movimientos en el edificio principal, gracias a este dispositivo, van a ser mínimos, ese es el objetivo, disipar las fuerzas sísmicas”, señala el ingeniero Abel Casados, a cargo de esta parte de la obra.

torre-control-big.jpg

Pistas

En cuanto a las Pistas, el ingeniero residente Enrique Romero destaca que se emplearon cinco millones 550 mil metros cúbicos de tezontle en tres capas antes de pasar a las etapas de precarga del terreno con piedra [basalto, que lo hundirá 2.50 metros] y de la nivelación del mismo. Más adelante, se cimentarán las ayudas a la navegación, como el localizador, antena de planeo, monitor de cargo, sistema automatizado de observación del tiempo, indicador de dirección de viento y ciclómetro.

Pistas del nuevo aeropuerto

Respecto a la estructura del pavimento, en pistas y rodajes se suministrará y colocará una sub-base de 15 centímetros y posteriormente una base estabilizada con cemento de 65 centímetros de espesor para pistas y rodajes principales y de 20 centímetros para calles de rodaje secundarias.

En cifras

Inversión total: 186 mil 92 millones de pesos

Equivalente a 13 mil 300 millones de dólares. 40% del gobierno federal, 60% de la iniciativa privada

Generará 450 mil empleos

Directos e indirectos que generará en total sólo por la construcción: 160 mil

Para fines de 2020

Fecha aproximada para conclusión de la obra

70 millones de pasajeros

Podrá movilizar al año en esta primera etapa

Torre de 90 metros

Es la altura de la torre de control. Se apoyará sobre 492 pilotes

Pistas de 5 kilómetros

Cada una de las pistas 2 y 3 tendrá esa longitud, por 60 metros de ancho

81 mil 640 metros cuadrados

Ocupará la losa de cimentación del Centro de Transporte Terrestre Multimodal

40 kilómetros de longitud

Comprenderá el sistema de manejo de equipaje. Será totalmente automatizado