Triptico


Un par de preguntas sobresalen en la polémica: ¿Qué nos han quedado a deber los estudios ambientales sobre la zona y cuáles son las herramientas que como ciudadanos deberíamos buscar para tener una opinión más informada acerca del tema? Para Gustavo Alanís Ortega, Presidente y Fundador del CEMDA (Centro Mexicano de Derecho ambiental) un tópico importante que no se debería descuidar, independientemente del destino del megaproyecto aeroportuario, es reforzar y fortalecer todo lo relacionado con los estudios de aves, tanto nativas como migratorias.

Herramientas para opinar

Existen alrededor de 200 especies de aves que habitan en la zona en diferentes épocas del año. Según datos de BirdLife, la organización internacional más reconocida en la protección de la avifauna y su hábitat, el ex lago de Texcoco aún se encuentra entre una de las 338 áreas más importantes para la conservación y mantenimiento de la biodiversidad. Ante la pérdida de agua del lago artificial Nabor Carrillo, probablemente algunas de las aves mantendrán un refugio en el área, por lo que buscarán los cuerpos de agua cercanos. En este sentido, será fundamental será fundamental vigilar y mejorar las condiciones de los probables nuevos hábitats, como el lago de Guadalupe y la laguna de Zumpango.

Avifauna en peligro

Otra de las preocupaciones gira en torno a la pérdida de los servicios ambientales que proveía el lago artificial Nabor Carrillo, como el control de tolvaneras y regulación de microclimas. Siguiendo el derecho de acceso a la información, el especialista recomienda a quienes busquen tener más datos antes de emitir una opinión sobre este proyecto en una consulta ciudadana,  revisar las condicionantes que impuso el Manifiesto de Impacto ambiental (MIA) y de qué manera verdaderamente (o no) han avanzado estos acuerdos desde que empezó a diseñarse.

El Lago Nabor Carrillo