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El día que cambió mi vida

Relatado por: Leslie

19 S- El día que cambió mi vida para siempre. El 19 de septiembre me encontraba en la Universidad, recuerdo haber tenido hora libre por lo tanto me dispuse a recostarme sobre el pasto y tratar de dormir un poco, ya que el sismo del 7 de septiembre había dejado en mi algunas secuelas, cabe destacar que siempre le he tenido pánico a los temblores cuando me encontraba en medio de uno, me quedaba como petrificada, parada sin poder hacer nada, lo único que podía hacer era taparme los ojos con las manos y llorar, el sismo del 7, traté de calmarme puesto que me encontraba dormida cuando las alarmas se activaron y el movimiento empezó a reproducirse con fuerza, recuerdo que no sabía bien que era lo que estaba pasando, bajé las escaleras cargando a mi perrita de la manera más rápida que pude y me quedé pasmada, fue al final del sismo cuando entendí lo que había pasado y comencé a llorar, esa misma noche no podía ni quería dormir debido a esto mi descanso se vio afectado, el 19 cuando estaba recostada me costaba trabajo acomodarm! e para dormir, entonces decidí quedarme boca arriba viendo el cielo, cuando vi pasar una parvada pasar dos veces pero los pájaros parecían desubicados volaban juntos a una gran velocidad lo cual me causó extrañeza, vi la hora y tenía que ir a clase puesto que a las 11 sería el simulacro, subí a clase y cuando empezamos a escuchar las alarmas empezamos a evacuar los salones, tengo que decir que ese sonido me ponía de nervios, y me molestaba como mis compañeros tomaban todo a juego incluso ni los mismos encargados de protección civil nos podían indicar cuál era el lugar en el que debíamos permanecer durante el simulacro, terminado dicho simulacro nuestro profesor decidió dejarnos ir a casa, y de regreso venía platicando con una amiga, las dos reflexionábamos acerca del sismo de 1985 y nos cuestionábamos, ¿te imaginas cómo se sintió? ¿te imaginas todo el desastre que hubo? ¿qué pasaría en la actualidad si nos toca uno? ya hay más tecnología sería más fácil, ¿tú qué harías? tod! as estas preguntas nos las hacíamos una a otra sin saber que e! l 7 de septiembre ese temblor no estaba preparando para lo que a continuación viviríamos.

Descendí del metro y caminé a casa al llegar no había nadie más que mi perrita me senté con ella mientras encendía el televisor, justamente en la repetición del programa matutino donde hablaban acerca de qué hacer en caso de sismo y qué llevar en la mochila de emergencia y pensaba en considerar una opción la integración de dicha mochila, mi novio estaba próximo a llegar puesto que íbamos a salir, cuando llegó salí a la avenida por él, salí con mi perra pensé "para que camine", regresamos a casa y eché las llaves a la mochila de la escuela, mi novio entró al baño y yo estaba sentada en el sillón cuando sentí como se cimbró la tierra y vi moverse el librero, pensaba que había sido un trailer pesado, cuando de pronto empiezo a sentir como se empezaba a mover todo, cargué de nuevo a mi perra y grité ¡Está temblando! corrí hacía la puerta y la abrí cuando mi novio se puso en la puerta y me ! dijo que a dónde iba que no me saliera que me podía pasar algo afuera y lo peor no encontraba las llaves, yo volteaba a ver la sala, el comedor y venía como todo se movía como las cosas se caían como se reventaban los vidrios de la vitrina, como la luz se había ido primero parpadeando y después se fue definitivamente y yo quería salir corriendo con mi perrita, en ese momento pensaba "mi casa se va a caer" pero cuando ví la calle, la gente corría, corríamos el gran riesgo que los transformadores se cayeran, todos gritaban y mi novio les decía "cálmense no pasa nada, no se alteren" a los vecinos que con terror gritaban y corrían.

Seguía temblando con menos intensidad y con lágrimas desesperadas en los ojos le dije a mi novio por favor déjame salir, vámonos de aquí, y me dijo entonces trae las llaves, recuerdo correr hacia la vitrina y sentía como en cada zancada el piso se movía de un lado a otro, por fin encontré un duplicado y cuando ya habíamos salido de la casa el temblor! había terminado, pensé en mis padres que no estaban en casa, comencé a! llamarle a mi mamá desesperada por saber de ella, pidiendo a Dios que estuvieran bien, no había llamadas y tenía poca pila, de milagro habían datos y le escribí a mi mamá "estoy bien y tú" me contestó estamos bien, vamos en camino en ese momento sentí un gran alivio, pero seguía llorando, la mamá de mi novio lo contacto y le confirmó que todos en su casa se encontraban bien, pero su hermana no estaba iba en el metro camino a su casa y no se podían comunicar con ella, esta fue la razón por la que mi novio entró en una crisis de pánico, ansiedad por querer irse a buscar a su hermana, recuerdo que le dije que no podía dejarlo ir porque no sabía donde estaba su hermana y que tal que le pasaba algo, el tiempo que mis padres llegaron se me hizo eterno, no sabíamos la magnitud de las cosas, no teníamos batería en el celular, lo cargamos en un carro y cuando encendimos el radio nos dimos cuenta de lo que había pasado, no comprendía con que magnitud había pasado, no sabía qué era l! o que estaba viviendo, ni hambre tenía, las calles estaban solas, y en los altavoces daban anuncio de no salir, de permanecer en un lugar seguro de llamar en caso de emergencia.

Por la noche no quería dormir me la pasaba llorando, tenía miedo de salir a la calle, de estar sola, desde ese día todo cambió, desarrollé crisis de pánico y ansiedad, estaba deprimida sentía mucho miedo y no quería salir, necesitaba que en las noches mi hermano se sentara al pie de la cama mientras yo intentaba dormir, los días próximos fuimos a repartir tortas un día al edificio de las costureras en Bolívar y Chimalpopoca, el desastre era mucho pero la unión de la gente te hacía sentir en apoyo, después fuimos al edificio de Álvaro Obregón, el peor que he visto y que he sentido, cuando ví el derrumbe fue una impresión horrible, no sé cómo explicar lo que sentí, tanto que no pude repartir las tortas, me indicaron que las dejaramos en una mesita donde una señora servía platos de comida, ese día salí con ganas de llorar, cabe destacar que en ese edificio perdieron la vida dos compañeros de la facultad quienes encontraron su cuerpo días después... Al escuchar el Cielito lindo me daban ganas de llorar, me sentía orgullosa de la unión de la gente, me llegaba mucho la parte donde dice "canta, canta y no llores, porque cantando se alegran cielito lindo los corazones" Hasta la fecha, mi trauma sigue latente, trabajo diario en él, por lo menos ahora ya puedo salir sola, pero el patrón del sueño sigue afectado, hay veces que me acuesto, cierro los ojos y escucho el sonido de la alerta. Pero diario le echo ganas para salir adelante.