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Esperar lo peor, en pie

Relatado por: Luis Hernández Uribe

C ada 19 de Septiembre viene a mente lo vivido el 19 de septiembre de 1985, evento que marco mi vida para llevar a cabo esta vocación de Brigadista en mi trabajo (PEMEX), aun recuerdo con 25 años y toda la energía de la edad, salí a prestar ayuda en lo que fuera, removiendo escombros y reportan dome en la Delegaciones, para de ahí salir en cuadrillas a prestar ayuda a los edificios caídos, en un principio sin orden, poco la organización llego, Hoy!!! con mas de 25 años de experiencia y ya ocupando un puesto de Gabinete en una Unidad Interna de Protección Civil dentro de Pemex, nos dispusimos a llevar a cabo el Macro simulacro en conmemoración de ese 19S 1985, todo en orden, ya todos de regreso a las labores sin imaginar que unas horas más tarde viviríamos una experiencia que resulto muy fuerte y traumática, recuerdo bien el momento; la hora de comida para! el personal de confianza, nosotros como sindical izados en nuestras área de labores, cuando de repente se comienza a sentir un movimiento que poco a poco va aumentando, es esos momentos por mi mente paso ¡No puede ser, si hoy tuvimos simulacro! la gente gritando, desesperada y en lo personal tratando de guardar la calma (cosa a que fue muy difícil) por momentos se va la luz y truena el edificio muy fuerte (en ese instante, pensé hasta aquí llegamos esto se va a caer), sin embargo me sostenía por que mucha gente confía en mi, en mi experiencia y eso fue lo que me dio fuerzas para dar instrucciones de que hacer y mantener la calma ( muy difícil por cierto), pasado el movimiento mi mente me decía que no había quedado todo en un simple temblor, sacamos a la gente a la zona exterior de menor riesgo en un caos total (Gente llorando, personal lastimado, histeria y caos reinaron los primeros minutos después del sismo, a organizar dar instrucciones y poco a poco en la calle se veía las repercusiones del movimiento, nos iban llegando noticias de aquí y de allá, entonces veía la realidad, el temblor si había causado estragos, conforme paso el tiempo las noticia llegaban en cascada, (yo ya había entablado comunicación con la mayoría de la familia, todos gracias a dios bien) eso me daba más libertad de hacer lo que en tiempo de calma me apasiona y en ese momento debía de sacar a flote todos los conocimientos adquiridos atravez de los años, organizar a la gente, apoyarla para que entraran a recuperar sus cosas etc. fueron más de cinco horas de trabajo continuo en nuestra instalación en oficinas centrales donde afortunadamente no hubo desgracias que lamentar, al paso de la horas y los día vendría la verdadera realidad y yo a seguir apoyando y trabajando en la empresa que me ha dado ese conocimiento, hoy con mas experiencia y organizando para volver pronto a la normalidad. Días después nos organizamos para apoyar a un compañero que tenia a su hermano en Alvaro Obregón y que al paso de los días lo recupero… pero ya muerto, pero esa es otra historia!!!!! seguimos preparándonos para esperar lo peor, seguimos en pie…