Ellos también quieren descansar

"Algunos me dicen que ya no lo siga buscando. Que siga con mi vida"

"Algunos me dicen que ya no lo siga buscando"


MÉXICO. Texto por Lilia Saúl

Su madre, Sara Olea, tiene fotos de él por doquier. Se ha convertido en una investigadora experta. En saber cómo darle seguimiento a través de las procuradurías, de redes de otros padres que buscan a sus hijos y de funcionarios públicos que a ratos, pareciera que sí le hacen caso.

--El sábado en la noche andaba en carretera. No me marcó y eran las 8:30 de la noche. Yo le vuelvo a marcar, me dijo (me habla de usted). Me dijo que estaba bien. El domingo, no sé por qué razón, no le llamé. Pero en la noche estuve pensando mucho en él. Ese día tuve una pesadilla horrible.

En la mañana me levanté y comencé a marcarle. Pero Xiuh, como todos le decían, ya no contestó. Sara y sus hijos viven en Querétaro. Pero ella y toda su familia son de Guerrero. Xiuh, quizás por la cercanía con el lugar, aceptó un trabajo como impulsor de una asociación de chefs en el puerto de Acapulco. Pero en el último lugar donde vieron a Xiuh fue en un mercado de cenas, en el corazón de Chilpancingo.

--A mi hijo lo vieron cenando como a las 8:30 de la noche en Chilpancingo. Efectivamente él estuvo en el mercado San Francisco, que es un mercado de cenas. Ya de ahí no se sabe de él, hasta una llamada que le hizo un amigo a las 9 pm. En ese trayecto, como unos cinco minutos, caminando, del mercado a la avenida principal de Chilpancingo, ya no se sabe nada de él.

***

Desapareció el 8 de septiembre de 2013 en Chilpancingo

En mayo de ese año, Xiuh acudió a Acapulco a participar como presidente de la Asociación Culinaria de México capítulo Guerrero y por ello se fue a la entidad.

--Nosotros le decíamos que quizás era un fraude. Pero no. En mayo se fue a Acapulco y el 12 de agosto de 2013 les tomaron la protesta de esa asociación en Guerrero y comenzaron a hacer cursos a escuelas, capacitaban a personal de hoteles.

A menos de un mes de desaparecer, sus papás de Xiuh fueron a visitarlo, pues acudieron también con los abuelos maternos de Xiuh y lo vieron contento. Nada extraño.

***

Una de las principales razones por las que Sara Olea se ha convertido en una férrea defensora de los desaparecidos en general y de su hijo en particular, es por la indolencia con la que personal de procuradurías o ministerios públicos, tratan a la gente.

--Irme a Chilpancingo fue enfrentarme con la gente de la procuraduría. Gente omisa, prepotente, indolente. La gente que en ese momento estaba. Empezamos el viacrucis de la denuncia. En la Fiscalía de Delitos Graves, ahora Fiscalía General, levantamos la denuncia.

Otra de las agravantes del caso de su hijo fue que su propia novia no sabía ni cómo iba vestido Xiuh. --Se presenta la novia con la que supuestamente vivía, aunque ella dijo un mes antes que lo había sacado de su casa. Y nunca nos dijo que había regresado con ella. La chamaca no recordaba cómo venía vestido mi hijo. Deberías saber por lo menos qué trae puesto tu pareja. No sabía muchas cosas. Y ahí comenzaron muchas anomalías que traigo en mi cabeza y en mi corazón, en contra de ella. Si tú tienes tiempo con alguien de relación, casi dos años… Y otra dependencia con la que tuvo que batallar en su andar, fue con la Comisión Especial de Atención a Víctimas (CEAV).

--Me fui a pelear con la Comisión Ejecutiva. “Le doy media hora para que me atienda…”, les expuse. Me prometió y me garantizó que el juicio lo seguiríamos acá y no en Guerrero.

Y es que, como ocurre con el paso del tiempo y las fiscalías, algunas, como la de Guerrero, por procedimientos y averiguaciones, deciden cerrar casos o no continuar con las indagatorias o, a pesar de que existen elementos, no hay suficiente personal para dar paso a nuevas investigaciones. Por ello, Sara Olea prefirió continuar con su caso en instancias federales y no locales.

***

Con lágrimas en los ojos, con la voz que se rompe, sosteniendo contra su pecho la foto de su hijo, Sara Olea repite una y otra vez que ojalá y este dolor provocado por la desaparición de su ser querido, no le ocurriera a nadie más. Que no se repita más.

--¿Qué le puedo decir a un padre, a una madre, a una esposa? No les puedo decir que estén tranquilos. Yo lo único que les diría es que sigan insistiendo con las autoridades. Es su obligación trabajar. Que sigan buscando a su familia, porque ellos en algún lugar nos están pidiendo auxilio. No importa si están vivos o si están muertos, ellos también necesitan descansar ellos.

--A raíz de los normalistas han aparecido tantos cuerpos en Iguala. Ellos tienen familia también. ¿Esos huesos quiénes son? También tienen familia.

--Me gustaría que el gobierno pusiera más interés. Ahí en Zumpango, encontraron 14 cuerpos. No les han hecho estudios. Yo quisiera que la PGR atrajera esa investigación.

--Yo quiero que sigamos luchando. Que no estemos apáticos. Tiene que hacerlo uno. Yo no confío en nadie. Tengo que hacerlo yo, personalmente. No descanso.

--Yo duermo por ratos, porque a las 2 de la mañana me levanto otra vez. Siento la presencia de mi hijo. Yo lo siento y él me está pidiendo auxilio, me está llamando, que no deje de buscar.

--Algunos me dicen que ya no lo siga buscando. Que siga con mi vida. No, no podría hacer eso, dejarlo de buscar.


Otras historias de México

Historias de Colombia