El caso de corrupción destapado tras la desarticulación de “La Línea” llevó a revelar severas implicaciones en la cúpula presidencial. Otto Pérez Molina y su vicepresidenta, Roxana Baldetti fueron los cabecillas de “La Línea” según la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.
Otto Pérez Molina

Renunció a la presidencia el martes 2 de septiembre. La fiscalía formuló cargos en su contra por asociación ilícita, defraudación tributaria y cohecho pasivo. En una escucha se oye Pérez Molina hablar con Carlos Muñoz, Superintendente de Administración Tributaria, en la que le ordena cambiar al gerente de recursos humanos de la institución porque no facilita la recaudación tributaria. El Congreso de Guatemala aprobó por unanimidad retirar su inmunidad presidencial y se le prohibió salir del país abriendo la posibilidad de juzgarlo por los delitos imputados.
Roxana Baldetti

Renunció a la vicepresidencia el 9 de mayo. Fue condenada a prisión por los delitos de fraude fiscal y desfalco en el sistema nacional de aduanas. El Ministerio Público cree que habría recibido al menos 3,7 millones de dólares en sobornos de "La Línea" organización que estaba presuntamente dirigida por Juan Carlos Monzón Rojas, su exsecretario privado. Autoridades informaron de su participación en la organización al menos desde el 8 de mayo de 2014 al 16 de abril de 2015.