Los niños que transitan por Italia
Niños acompañados y no acompañados que cruzan por desiertos y mares peligrosos intentando llegar a algún país de la Unión Europea arriesgan sus vidas o pierden a sus familiares durante el viaje hasta llegar a Italia, uno de los países que recibe más llegadas de refugiados y migrantes por el mar. En el 2015 se registraron 143,000 llegadas a este país de las cuales el 10% eran menores de edad. De acuerdo a los datos proporcionados por Organización Internacional para las Migraciones y UNICEF sobre el informe de la migración en Europa del 2015.
Las personas que hacen el viaje desde Eritrea, Somalía y Nigeria son las que enfrentan más riesgos e inseguridades durante todo el trayecto, conociendo este viaje como La Ruta Central del Mediterráneo, según Frontex de Europa. Esta ruta consiste en atravesar inmensos desiertos hasta llegar (comúnmente) a Libia en donde allí toman barcos pequeños en malas condiciones para atravesar el mediterráneo, por esto es que muchos refugiados y migrantes no logran llegar a tierras europeas y quedan perdidos en las aguas. Usualmente los migrantes son engañados y asaltados por los contrabandistas que manejan los botes hasta llegar al país italiano.
La Ruta de Apulia y Calabria es otra alternativa para llegar a las costas italianas para los migrantes y refugiados que han hecho un recorrido desde Turquía, Egipto y Siria, principalmente. Estas dos rutas mencionadas que concluyen en Italia son el camino para niños, mujeres y hombres en busca de una mejor calidad de vida, o en el caso de otros, es busca de la supervivencia.
Los menores de edad que llegan a Italia tienen distintas nacionalidades, algunos son provenientes de África mientras que otros huyen del conflicto de Medio Oriente. El año pasado Italia tuvo el mayor número de llegadas de niños con nacionalidad Eritrea, pues durante el año llegaron un total de 4,407 niños: 1,315 niños con compañía y 3,092 niños sin compañía.
Sumándose en la lista un total de 2,506 niños sirios acompañados y no acompañados, 1,550 niños provenientes de Somalía, 1,545 de Egipto, 1,362 menores de edad desde Nigeria, incluyendo también a niños de Gambia, Sudán, Malí, Bangladesh, Palestina, Senegal, Pakistán, Gana, Costa de Marfil, Irak, entre otros.
Principales rutas de entrada a Europa
De todas las llegadas de menores de edad en Italia el número fue más alto en la cantidad de niños sin compañía, pues hubieron 12144 hasta Diciembre del 2015 y 4,173 menores de edad acompañados. Por este motivo es que se han creado albergues en pro de los niños refugiados que llegan a Europa. Save The Children es una organización que trabaja en búsqueda de la protección infantil, actualmente trabajan siguiendo las rutas que toman los niños migrantes en los países destino de Eruopa como son Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania e Italia. En el último país, por ejemplo, tienen centros en Lampedusa, Sicilia, Calabria y Apulia; en Roma y Milán también donde ofrecen asesoramiento jurídico y orientación sobre el proceso de búsqueda de asilo.
Además de albergues bajo la coordinación de organizaciones, también se encuentran otros independientes como es Baobab, un albergue para migrantes y refugiados ubicado en Roma que en el 2015 recibió alrededor de 32 mil refugiados. “Refugiados que vienen desde Libia y que cruzan el Mediterráneo tratando de llegar a Alemania, Suecia o Finlandia, son refugiados que están solamente en tránsito de su país destino” menciona Andrea Costa, el coordinador de voluntarios del albergue Baobab.
Los albergues como Baobab no reciben ayuda económica por parte del gobierno ni por parte de instituciones, los albergues independientes obtiene beneficios por parte de los ciudadanos, asociaciones pequeñas y por parte del Vaticano.
“Los estados Europeos no están preparados para recibir esta cantidad de migrantes y refugiados”, menciona también Andrea Costa. “Las personas llegan en condiciones hechas de tortura, violencia sexual, psicológica y de cosas que parecen ser imposibles de pasar en el 2015”.
El coordinador de voluntarios también menciona que hay muchos niños menores de edad que han viajado solos y que necesitan de ayuda psicológica urgente. “Mientras los niños están aquí, nosotros jugamos con ellos porque necesitan de una normalidad”.
