En el momento de la entrevista dos de sus hijos estaban cruzando México para llegar a Estados Unidos. Le pagó a un coyote seis mil dólares por los dos. Todos los días se amarra una varilla al pie para poder caminar después de recibir un disparo por pandilleros.
José tiene 24 años y salió de prisión hace un año. Ahí pasó poco más de dos años. Creció en la Rivera Hernández y desde los 15 entró a una pandilla. Desde que salió no ha podido conseguir trabajo, quiere un nuevo comienzo.
Julio habla desde la cancha de futbol donde parte de la comunidad de la Rivera Hernádez juega. A pesar que hace un par de años el gobierno abrió un parque, la gente de estas calles no puede ir a jugar sin exponer la vida. Es territorio de otra pandilla.
David Cruz dirige "Pinceles del Barrio" un proyecto en barrios marginales de San Pedro Sula donde niños violentados, migrantes y algún pandillero, aprenden a pintar murales y generar consciencia de su entorno.
Carlos habla de Messi pero también habla de Carlos Vela, Chicharito y Guillermo Ochoa. Su amor a México es tal que quiere jugar en el América. En los últimos 3 años ha estado más de cinco ciudades mexicanas.
Cuando su madre murió de VIH él tenía 13 años. A su padre ni lo conoció. Su hermana mayor decidió llevárselo con ella para Estados Unidos. Llegando a la frontera en Tijuana, decidió quedarse y desde comienza su sueño mexicano.
Francisco, "En la escuela lo que había era violencia, había maltrato, amenaza, y todo eso. A mí me amenazaron, amenazas que recibí fueron de muerte, me amenazaron pues de que si no me iba me iban a matar, por eso me fui la primera vez de migrante".
Javier dice que sólo se llevó mil lempiras (760 pesos) cuando migró. "El rollo fue cuando a mí se me acabó el dinero.Yo nunca había pedido pero ahí perdí la pena. Un quetzal, cuatro quetzales, cinco quetzales. Máximo fue 10. Un señor".
Ahora ya es mayor de edad y está preparando un futuro desde el albergue Casa Alianza en Honduras.
José Guadalupe Rueles, director de Casa Alianza, Honduras: "En la medida en que se le diga a la gente que migrar es peligroso eso le da al coyote un argumento de decir ahora es más peligroso, ahora tienes que pagar más dinero".
A la madre le asesinaron a su pareja. Lo hizo una pandilla. Huyeron hacia Estados Unidos pero los detuvieron en Chiapas. Ahí fueron deportados y ahora analizan usar las dos oportunidades más que les da el coyote al que le pagaron.