En el gran reloj de la sala la hora marcaba 13:14:40 horas, cuando un movimiento sísmico sacudió el edificio, y al reaccionar veíamos las paredes todas cuartiadas y caídas, solo pensábamos cuanto dinero iba a costar repararlas, al salir vimos lo imposible de creer, el edificio se había derrumbado, no teníamos donde dormir, entre gritos y lagrimas buscábamos a mi Tía Juliana, no se veía por ningún lado, después de 3 horas la hallamos en una veterinaria tratando de localizarnos vía telefónica, cuando regresamos a ver que se podía rescatar mi tía entró en pánico diciendo donde están mis padres, los cuales habían muerto en el 1985, fue cuando nos dimos cuenta que había perdido la razón que se había quedado en el pasado. A un año de esta tragedia ella sigue con su mal mental sin recibir ayuda por parte de las autoridades, viviendo con familiares y las autoridades diciendo que no es sujeto de ayuda porque no es de colonia popular o pobre.
Mis padres de tercera edad también se vieron afectados en su inmueble dañado estructuralmente, y sin poder cobrar el seguro que tenían contratado porque la aseguradora cada día nos pide mas tramites no necesarios, argumentando que los necesitan para proceder con el pago, a un año no se ve luz al final del túnel,viviendo día a día el dolor que el sismo ocasiono. Yo me pregunto donde quedaron todas las ayudas humanitarias que mandaron del extranjero y los mismos mexicanos? También la clase media se vio golpeada por esta tragedia y sin embargo ,la siguen golpiando al no ayudar a las personas damnificadas de colonias no populares como la colonia del Valle CDMX. También nosotros pagamos impuestos.