Acababa de terminar la revisión de un examen en la mañana y ya no tenía más cosas que hacer, por lo que decidí volver a mi casa. Llegando prendí el televisor y me senté a relajarme después de una semana de exámenes. Fue después cuando comenzó a temblar.
Primero ligeramente, después noté que no se detenía. Fue cuando salí de mi casa y afuera vi cómo los árboles se sacudían y todo se movía violentamente.
Terminado el suceso, procedí a comunicarme con mis amigos y familia. Mi hermano no contestaba, seguía en el colegio. Debido a que todos parecían estar bien, y a mi lejanía de la ciudad, no pensé en la magnitud del asunto.
Pero luego mi madre llegó a casa y me mostró un video sobre mi escuela y cómo la afectó el temblor. Supe que mi hermano estaba en peligro. Ningún tránsito vehicular fue tan lento y estresante como el de aquel día para volver de donde venía y buscar a mi hermano.
Dada la situación, fue hasta la noche que logramos localizarlo en un hospital donde fue atendido por una pierna rota. Fue un gran alivio saber que estaba bien. Llegaba a casa después de un día tan largo, quería descansar de todo el estrés, tristeza y tención.
Entré a una red social y noté que la gente seguía buscando a un amigo. Uno que no respondió mis mensajes y que había olvidado por buscar a mi hermano. Al día siguiente, me levanté temprano y me dirigía a su casa para ver si había llegado, cuando volví a entrar a la red social y entonces vi la noticia más devastadora de mi vida: Entré a una red social y noté que la gente seguía buscando a un amigo. Uno que no respondió mis mensajes y que había olvidado por buscar a mi hermano. Al día siguiente, me levanté temprano y me dirigía a su casa para ver si había llegado, cuando volví a entrar a la red social y entonces vi la noticia más devastadora de mi vida: había fallecido en el temblor.
En mi vida había llorado tanto en un día. Al día siguiente de darle el último adiós, me dije a mí mismo que no podía quedarme en casa y lamentarme todo el día.
Reuní a mis amigos y nos unimos a las brigadas de ayuda. Parque España y el edificio de la Colonia Del Valle fue donde un amigo, a quien hoy en día considero un héroe, y yo, ayudamos a remover escombro y rescatar a dos personas. A un año del evento, creo que he aprendido totalmente lo que significa levantarse cuando uno cae. Uno valora más la vida misma y los momentos que se tienen con las personas que uno ama.
El país aprendió una gran lección sobre lo que puede llegar a hacer su gente si se une. Y el mundo se dio cuenta de que la gente en verdad es buena.
El 19 de Septiembre fue un día trágico, pero Septiembre del 2017, fue un mes solidario.