La agricultura representa 70% de la extracción mundial de agua, según cifras de la FAO. Esta situación ha obligado a muchos países a utilizar la tecnología para disminuir el gasto de agua, como por ejemplo la teledetección, que posibilita tener información de un territorio cultivado en diferentes épocas para cuantificar las necesidades precisas de agua según el año hidrológico.

Entre una de las tantas estrategias para tratar de mejorar el abasto de agua en nuestro país, se encuentra el agua de lluvia, una fuente gratuita y sustentable. Hace poco, el grupo Isla Urbana recibió el primer lugar del Premio Nacional Innovación Tecnológica para la Inclusión Social con su proyecto sobre captación de lluvia en la zona urbana de la Ciudad de México.

Las algas y bacterias tienen un gran potencial para limpiar el agua y regresarla al medio ambiente sin contaminar e incluso para algunos usos humanos. La biotecnología en esta área, brinda además importantes herramientas en todo el mundo para reducir la materia orgánica en general y convertir el flujo de desechos en productos útiles o con valor añadido.