Nació en el barrio de Popotla...
... el 13 de junio de 1899, pero su familia se trasladó a Veracruz en 1910 a causa de la Revolución Mexicana.
... el 13 de junio de 1899, pero su familia se trasladó a Veracruz en 1910 a causa de la Revolución Mexicana.
... Estudió piano con el compositor Manuel M. Ponce; luego, su mentor fue Pedro Luis Ogazón. Su preparación se complementó en el Conservatorio Nacional. Nunca se declaró discípulo de nadie e hizo sus propios análisis sobre la obra de los grandes clásicos.
... en la revista Gladios.
... la cual nunca ha sido interpretada; a partir de entonces realizó piezas principalmente para piano con inspiración romántica, entre las que estacan: “Esperanza Ingenua”, “Meditación”, la serie “Valses íntimos”, y piezas de salón como “Bendición” y “Vals Elegía”.
... público con sus composiciones. Figuró su Sexteto para piano y cuerdas.
... entonces rector de la Universidad Nacional (1920-1921) lo comisionó para que escribiera un ballet: El fuego nuevo.
... de su viaje a Europa, organizó los Conciertos de Música Nueva; en ellos dio a conocer obras de Stravinski, Schöenberg, Bartók, Honnegger, Poulenc o Satie.
... de la Secretaría de Educación Pública de México.
... después llamada Orquesta Sinfónica de México. Ese mismo año fue nombrado director del Conservatorio Nacional de Música, e impartió la cátedra de Creación Musical.
... del Departamento de Bellas Artes.
... para la exposición de arte mexicano en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Para esta ocasión compuso Xochipili Macuilxoxhitl, obra de carácter indigenista que utilizaba instrumentos nativos; el tema versaba sobre el imaginario azteca.
... del cual fue primer director al siguiente año, pero renunció al cargo en 1952 para concentrarse en su producción musical; ese año fue elegido como miembro del Colegio Nacional.
... dirigió las principales orquestas de Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
... impartió conferencias y conciertos en Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
... dirigiendo el estreno de su Concierto para trombón, el 8 de mayo de 1978, en Washington, D.C. Falleció en la Ciudad de México el 2 de agosto de 1978. Sus restos reposan en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
Orquesta Sinfónica de México. La actual Orquesta Sinfónica Nacional fue fundada por Carlos Chávez en 1928, fue su director hasta 1948. La agrupación ha sido dirigida por figuras como José Pablo Moncayo, Leonard Bernstein, Ígor Stravinski y Krzysztof Penderecki, entre otros.
Instituto Nacional de Bellas Artes. Creado por Miguel Alemán Valdés en 1946, Carlos Chávez fue su primer director general de 1947 a 1952. Impulsó la investigación, documentación, catalogación y transcripción musical, además promovió expediciones etnográficas y la utilización de instrumentos autóctonos.
Semillero artístico institucional. Además de la Orquesta Sinfónica Nacional, Carlos Chávez participó en la creación de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, del Quinteto de Alientos, el Cuarteto de Arte y la Ópera de Bellas Artes; en 1950 creó el Departamento de Danza de Bellas Artes.
Asociación Nuestra Música y Ediciones Mexicanas de Música, A.C. Creada en 1947 junto con los músicos Rodolfo Halffter, Luis Sandi, Blas Galindo, José Pablo Moncayo, Adolfo Salazar y Jesús Bal y Gay. Fue la primera editorial mexicana dedicada a partituras orquestales mexicanas. Ha publicado cerca de 400 obras escritas por más de 90 compositores.
Carlos Chávez fue autor de más de 200 composiciones. Su obra se alimentó de la tradición indígena, colonial y de la herencia europea. Aunque alrededor de los años 20 componía valses románticos, fue en los 30 y 40 que se involucró en creaciones nacionalistas que pudieran alcanzar un estándar universal; creía que la canción popular mexicana “podía satisfacer la necesidad modernista de novedad temática”; pero pronto habría de apartarse de la vía de su maestro Manuel M. Ponce y elegiría “la modernidad por encima de la mexicanidad”.
Sinfonías:
Sinfonía No. 1: Antígona. (1933). Fue escrita en un solo movimiento para instrumentos de viento; su construcción recuerda el sistema modal griego; Chávez usó las escalas del antiguo modo dórico e hipodórico.
Sinfonía No.2 : India (1935). El contenido de esta obra le valió a Chávez ser etiquetado como indigenista; fue escrita en un solo movimiento, después de la introducción el autor presenta un tema rítmico que evoca a los huicholes nayaritas; posteriormente, la melodía, de corte lírico, recuerda la cultura yaqui de Sonora, para finalizar con un evocación del pueblo Seri, también de Sonora.
Sinfonía No. 3 (1951). Estructurada en cuatro movimientos, es una sinfonía de carácter modernista aunque conserva el distintivo sesgo étnico; consta de una introducción, un allegro variante de la sonata, un scherzo con sonido amaderado y metálico, y concluye con un molto lento que recapitula los temas desplegados durante los primeros dos movimientos.
Sinfonía No.4 (Romántica) (1953). Compuesta en tres movimientos, en el primero destaca el corno inglés, el fagot y la trompeta; el segundo de ellos, está orquestado para las cuerdas y el metal, mientras que el último movimiento destaca por el acompañamiento del clarinete y los violonchelos.
Sifonía No. 5 para orquesta de cuerda (1953). Considerada como una estructura neoclásica, consta de tres movimientos, Allegro molto moderato, Molto lento y Allegro con brio, este último de carácter barroco.
Sinfonía No. 6 (1961). Compuesta en tres movimientos, es la menos experimental; el último de sus movimientos evoca la música de Brahms.
Ballets:
El Fuego Nuevo (1921). Obra indigenista encargada por Vasconcelos en el auge del “mexicanismo revolucionario”; Chávez busca inspiración en el pasado prehispánico e introduce instrumentos autóctonos, al mismo tiempo que evoca la influencia que tiene de Ígor Stravinski.
Caballos de vapor (1926). Originalmente escrita como una sinfonía coreográfica en cuatro movimientos, se estrenó en 1932 en el Metropolitan Opera House de Filadelfia como una suite orquestal. En esta obra destacan elementos que van del modernismo maquinista a la música popular nacionalista. Está fuertemente influenciada por el compositor americano Antheil.
La hija de Cólquide (1943). Compuesta para doble cuarteto de cuerdas y viento; fue estrenada en 1946 en Nueva York y está basada en el drama trágico de Medea, mujer autónoma e inusual contrastante con el arquetipo femenino griego.
Pirámide (1968). Es una obra compuesta en cuatro actos con elementos modernistas; junto a la orquesta, destaca el uso de grabaciones electrónicas, solistas y un coro.
Ópera:
Los visitantes (1953). Con libreto original en inglés de Chester Kallman y musicalización de Chávez, consta de tres actos y está situada en la Italia del siglo XIV durante la peste; se estrenó en Nueva York como Panfilo and Lauretta, y esa misma versión fue traída a México como El amor propiciado; Chávez preparó una segunda versión con una traducción poco plausible que se presentó en Bellas Artes, ahora sí llamada Los Visitantes. La versión definitiva, que retoma el libreto original, fue estrenada póstumamente, en 1999.
Conciertos:
Concierto para piano (1938). Utiliza técnicas similares a las de Stravinski, Bartók o Copland, pero con el característico matiz étnico de Chávez. Se trata de un nacionalismo con clava modernista, difiere del romanticismo de la primera oleada de músicos mexicanos.
Concierto para violín y orquesta. Compuesto entre 1948 y 1950, está escrito en un estilo moderno con muchas disonancias, pero sin abandonar la tonalidad con un fondo romántico.
Curiosidades musicales:
Tres hexágonos (1923). Obra para voz y piano que musicaliza textos del poeta Carlos Pellicer.
Llamadas, Sinfonía Proletaria (1934). Su contenido es altamente revolucionario y con un notoria preocupación social; no se considera dentro del corpus sinfónico precisamente por su contenido político. Esta sinfonía fue interpretada por la Orquesta Sinfónica, dirigida por el mismo Chávez, el 29 de septiembre de 1934 en la inauguración del Palacio de Bellas Artes. En el palco estaba el último presidente que constituyó el Maximato, Abelardo L. Rodríguez. Lo controversial del episodio radica en las posturas políticas que subyacen: era una sinfonía “de izquierda” retomada por las fuerzas oficiales.
Chapultepec (1935). Obra de inspiración populista; está compuesta por temas del argot popular como una crítica a la sociedad en que vivía; destaca entre sus movimientos “La Marcha de zacatecas”, “Vals club verde” y “Adelita”, interpretadas bajo un tenor sarcástico.
Caballos de vapor
De la colección Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez. Pieza dirigida por Silvestre Revueltas con la Orquesta Sinfónica Nacional.
Audio: https://hearthis.at/fonoteca-nacional/
Sinfonía india
De la colección Guillermo Theo Hernández Villalobos, interpretación de la Orquesta Sinfónica del Estado de Nueva York; 1996.
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La hija de Cólquide
De la colección Miguel Bueno, interpretación de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México con la dirección de Fernando Lozano Rodríguez en la sala Ollin Yoliztli; septiembre de 1980.
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Xochipilli. Una imaginada música azteca
De la colección Juan Arturo Brennan, interpretación de La Camerata de las Américas y el ensamble de percusión Tambuco en la Sala Nezahualcóyotl; octubre de 1994.
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Chacona en Mi menor
De la Colección María Teresa Rodríguez, interpretación de la versión orquestal de la Chacona, de Dietrich Buxtehude, por parte de la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección de Eduardo Mata, en el Kingsway Hall de Londres; diciembre de 1980.
Audio: https://hearthis.at/fonoteca-nacional/
Chávez comenzó a colaborar en EL UNIVERSAL el 24 de agosto de 1924 con una serie de artículos titulados “Editorial de Música”, publicados esporádicamente los domingos.
El tema central de ese primer artículo fue la verdad, Chávez dijo que “se han buscado tanto las verdades superiores, que se han olvidado las verdades elementales”.
El autor presenta un análisis de la música hindú en sus tres períodos: védico, clásico y moderno, desde su origen hasta la actualidad de ese entonces, domingo 24 de agosto de 1924.
El 31 de agosto finaliza el artículo comenzado el 24 de ese mismo mes, en donde cita a artistas y teóricos musicales como William Holder, Ferruccio Busoni, Richard H. Stein, Arnold Schöenberg y Paul von Jankó para aterrizar diferentes estudios que hablan sobre los sistemas musicales.
Chávez era un entusiasta del nacionalismo y ejerció críticas irónicas sobre los partidarios de los maestros alemanes – Bach, Wagner, Beethoven-: “Con el dicho de 'querer es poder' , los hombres han creído poner a su alcance lo aparentemente imposible, por medio de su voluntad; creen en un gran poder y en una gran eficacia de su voluntad, pero el poder del hombre sólo puede desarrollarse dentro del límite de sus posibilidades. Y todo lo que se alcanza por medio del DESEO aplicado a la VOLUNTAD , no es ni más ni menos de LO POSIBLE . LO POSIBLE es el Destino y nada más”.
- Carlos Chávez. Escritos periodísticos (1916-1939). Compilación y edición de Gloria Carmona. El colegio Nacional.2000
- Carlos Chávez. Escritos periodísticos (1940-1949). Compilación y edición de Gloria Carmona. El colegio Nacional.2000
La personalidad de Chávez y sus inclinaciones políticas propiciaron relaciones tensas con ciertos personajes políticos y culturales del siglo XX, entre ellos Silvestre Revueltas y Julián Carrillo.
Con Julián Carrillo
Chávez peleó abiertamente con Carrillo porque las ideas que ambos mantenían sobre la modernidad en la música mexicana no coincidían; mientras que Carrillo estaba inmerso en la búsqueda de un sonido que Chávez denominaría “aristocrático y elitista”, éste último se decantaba por un nacionalismo populista del cual se vio a sí mismo como un abanderado; las “preocupaciones” de Chávez por ensalzar una cultura “mexicanista” lo orillaron a despreciar el descubrimiento del “sonido 13” por parte de Carrillo, calificándolo como un imitador de la escuela europea, y el panorama cultural populista en boga sustentó esta acción, logrando que el trabajo de Julián Carrillo quedara durante algunas décadas en el olvido.
Con Silvestre Revueltas
Se conocieron en 1924 cuando Chávez buscaba ser el mejor compositor, por lo que tomó de aliado a Silvestre Revueltas. Pero el tiempo y sus diferencias se encargaron de confrontarlos; se dice que Chávez siempre quiso borrar del camino a Revueltas. La ruptura se registró en 1935, cuando Revueltas dejó la OSM para dirigir su propia agrupación, lo que para Chávez fue una traición. El distanciamiento empezó cuando Revueltas sustituyó a Chávez en el Conservatorio en 1933. Para algunos, Chávez incitaba a Revueltas a la bebida, pero él aseguró que fue al contrario, que siempre quiso apartarlo del vicio y que incluso lo internó dos veces pagando todos los gastos.
En el ámbito profesional, Revueltas tenía más práctica y conocimiento de una orquesta y fue más solicitado, lo que generó cierta envidia por parte de Chávez.
Contra la Universidad
Cuando Chávez fue nombrado director del Conservatorio Nacional en 1928, ya cargaba una gran lista de opositores propiciada por sus declaraciones, como: “México no necesita doctores ni bachilleres en música”; y por sus métodos de enseñanza poco ortodoxos con un marcado tinte populista. Su llegada al Conservatorio supuso la emigración de muchos profesores hacia la Universidad Nacional Autónoma de México, situación que fue un pilar para la posterior formación de la Escuela Universitaria de Música (hoy Facultad de Música).
“Él fue un excelente pianista, y la música para piano digamos que llena una parte significativa de su catálogo, bien podríamos considerarla como una especie de bitácora en la cual establece un diálogo íntimo consigo mismo. Es contemporánea, moderna, llena de originalidad y hallazgos”
“Su ejemplo ha de ser positivamente un faro en múltiples disciplinas, para las generaciones del futuro. En México, en música, se habla ya de antes y después de Chávez. Su nombre es el centro de polémicas pero también el vértice de todas las corrientes de búsqueda importantes en este país, tan necesitado de inventar una tradición musical (…) la verdadera medida de Chávez es su universalidad. Esta desborda los homenajes nacionales y lo sitúa en el plano de los grandes creadores contemporáneos”
“Chávez ha triunfado como compositor por su integridad y padecido por ello también. Nunca buscó estar a la moda, antes bien mantuvo consistentemente la rigurosa personalidad de su propia voz. Ha sido devoto a su arte con la misma lealtad con que ha distinguido siempre a sus amistades”
“Debo decirlo: no me gusta mucho como compositor ni me interesa mucho como director de orquesta, pero como agitador me seduce francamente. (…) Chávez es sobre todo un agitador cuyo instrumento de agitación está por accidente en la música, como pudo estarlo en la política. (…) Hasta la creación, pues, que es lo más estrictamente individual en el hombre, Carlos Chávez la quiere colectiva”
“Nuestra tarea fue pues muy difícil y sirvió de fácil blanco a la demagogia (…) No obstante eso, creo que logramos nuestro objetivo, particularmente tú y yo que caminamos juntos desde nuestra primera juventud tras de nuestro bien definido ideal (…) Así pues, seguiré adelante sin inmutarme y sólo quiero decirte que, cuando llegue mi turno, allá en la otra vida, caminaremos otra vez juntos para completar nuestra obra...”
El nacionalismo musical mexicano surgió a partir de una postura ideológica que buscaba retornar a “lo esencial” de la patria con la finalidad de instaurar una identidad política y éstetica, alimentándose de las tradiciones consideradas representativas de la cultura mexicana; los compositores de vena nacionalista configuraron sus obras en el espíritu folclórico, inspirándose en cancioneros populares o mitos fundacionales de civilizaciones prehispánicas; de ahí la necesidad del nacionalismo musical de insistir en la herencia indígena y reafirmar un “sentimiento” patriótico.
No es raro que Chávez incursionara en el nacionalismo: este movimiento, nacido del romanticismo tardío mexicano, tenía por antecedente la Independencia de México, y en un panorama más reciente, se inscribía en los años postrevolucionarios en un México fragmentado que pugnaba por la unidad.
En el Conservatorio Nacional de Música Chávez instruyó a varias figuras:
Daniel Ayala (1906-1975)
Ingresó al Conservatorio en 1927 y formó el Grupo de Los Cuatro junto con Salvador Contreras, Blas Galindo y José Pablo Moncayo. En 1931 ingresó a la Orquesta Sinfónica de México. En 1944 fundó la Orquesta Sinfónica de Yucatán.
Blas Galindo (1910-1933)
Su familia fue de origen huichol, pero había adoptado por entero la cultura europea; en 1931 estudió con Chávez. Entre sus primeras piezas destacan obras escritas para mariachi. En 1947 es elegido por Chávez como director del Conservatorio.
José Pablo Moncayo (1912-1958)
En 1931 ingresó como percusionista en la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por Chávez. El 15 de agosto de 1941 se estrenó su obra más popular, Huapango, interpretada por la Orquesta Sinfónica de México bajo la dirección de Chávez.
Salvador Contreras (1910-1982)
En 1926 ingresó al Conservatorio pero por problemas económicos dejó sus estudios, que retomó en 1931; en 1933 fue nombrado profesor de violín en los centros populares para obreros, y para 1935, con la finalidad de dar a conocer su música, se unió al Grupo de los Cuatro.