En 2021 la editorial española Galaxia Gutenberg le publicó la extensa antología El desprendimiento, que presenta selecciones de su poesía a lo largo de casi medio siglo. Antes, en 2020 ediciones Catarina le publicó su libro de ensayos titulado Las hojas.
En 2022, ediciones Monte Carmelo le publicó El viento en el andén, un libro de poesía en el que como dice Malva Flores es un libro en el que "Uno va caminando, contigo y tu memoria, en el andén."
Al recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2019, el 29 de noviembre de ese año, David Huerta dijo que la poesía es importante porque es el espejo de todo contrapoder y que el poema siempre está allí donde los están los seres humanos.
El 25 de septiembre de 2021 al recibir el Premio FILEM, David Huerta señaló: "¿Quién podría decir con certeza que lo que le hace falta a nuestro desgarrado país no es más poesía?"
Nació el 8 de octubre de 1949. Fue hijo del gran poeta Efraín Huerta y Mireya Bravo, de quienes heredó la vena literaria que ha sabido combinar con su pensamiento político.
Murió el 3 de octubre de 2022 a los 72 años por insuficiencia renal.
Perteneció a la generación del movimiento estudiantil-popular de 1968.
Fue editor, ensayista, traductor y profesor.
Colaborador de EL UNIVERSAL, Diorama de la Cultura, El Día, La Gaceta del FCE, La Talacha, Letras Libres, Nexos, Novedades y Proceso.
Estudió Filosofía, Letras Inglesas y Españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Para Huerta, la poesía es el resultado de combinar el orden y la técnica con la imaginación.
Aunque siempre ha intentado desmarcarse de su padre en el ámbito profesional, la obra de Efraín ha sido para él una invaluable fuente de inspiración.
Su postura política estuvo marcada por haber sido "hijo de la generación del 68", una época manchada por movimientos sociales y enfrentamientos entre el Estado, estudiantes y la ciudadanía.
Por años fue redactor y editor de la Enciclopedia de México; director de la colección de libros Biblioteca del Estudiante Universitario; coordinador de talleres literarios en la Casa del Lago de la UNAM, del INBA y del ISSSTE e impartido cursos en la Fundación Octavio Paz y en la Fundación para las Letras Mexicanas; También fue miembro del consejo editorial de Letras Libres; director de Periódico de Poesía (nueva época); e integrante de la Comisión de Artes y Letras del Fonca.
Obtuvo una beca de la Fundación Guggenheim, 1978, y del Fonca, 1989. Miembro del SNCA desde 1993.
“Los cimientos de lo que hago están en el mundo, allí afuera, y en esas interioridades extrañas que son las experiencias del lector de toda la vida que he sido”
“En el terreno intelectual, la vida de las ideas no es menos vida que la otra, la vida sangínea, de bulto, cotidiana, que llaman equivocadamente real'”
“Me entusiasma ver cómo funciona el lenguaje, cómo se despliega en las comunicaciones de todos los días, qué trasfondos históricos hay en cada palabra, cada frase”
“Verónica Murguía, mi esposa, es el amor de mi vida y la razón de ser de todo lo que soy y de lo que escribo. Suelo decir que ella es la escritora, no yo; la verdad la admiro muchísimo y la amo con todas mis fuerzas”
“Ayotzinapa es una herida abierta y un agravio para todo mexicano bien nacido”
“No quiero ser ni una cosa ni otra (pesimista u optimista), pero cuesta mucho trabajo; prefiero ser crítico, decir lo que pienso”
Imagenes tomadas de: amazon.com
INCURABLE
(Fragmento del Capítulo 1. Simulacro)
El sábado es una pobre reliquia, un magma de procesiones milimétricas,
una riqueza evadida: camino por un pozo abierto,
mi cuerpo es una mancha en el espejo del sábado, mis manos tocas
las llegadas, las despedidas, el golpeteo
de lo que se construye como sábado, una deriva de óvalos o una
implantación quirúrgica en el cuerpo de la semana,
algo diverso y contradictorio que no acaba de surgir, una artesanía de agotamiento. Dicen que es la rutina,
el cansancio, la falta de imaginación, el trazo indeleble de la cotidianidad (tema de tesis).
Quién sabe dónde se esconde el verdadero sábado: el sábado árido, funesto, esdrújulo, está aquí:
es el aburrimiento, la falla geológica en la raíz de nuestras cordilleras o costumbres.
LA NOCHE DEL CUERPO
En la noche del cuerpo se preparan
los alimentos de Dios,
la cena carmesí de los esclavos, el místico bocado
de los turbios amantes-
sudor, lágrimas, mierda-
el humus lento, el óvalo marchito,
el resto náufrago del visionario,
el regalo sedente
que se posa en la tierra-
un vapor de Demonios
rodea los Testimonios.
En la noche del cuerpo
se preparan de nuevo
para sus explosiones
diurnas, para el momento
en que habrán de salir
entre el humo feroz de su estallido.
NOCTURNO
Milímetros de ti convergen ahogándose, bajo la noche, la fantasía de toda la transparencia empozada en el cuarto.
Tu mirada oscila con un cerrado esplendor,
y en tu saliva surgen pedazos de nombres, alas de quemaduras: la noche resuena en tu paladar
con paso lentísimo de larva y roce tibio,
de animales numerosos extraviados en el reino de tus ropas, mezcladas de cualquier modo en la silla sombría,
bajo techos muertos y lúcidos, recogido tú en los dones del sueño sobre tu cabeza hipnotizada de silencio.
PLEGARIA
Señor, salva este momento.
Nada tiene de prodigo o milagro
como no sea una sospecha
de inmortalidad, un aliento
de salvación. Se parece
a tantos otros momentos…
Pero está aquí entre nosotros
y crece como una luz amarilla
de sol y de encendidos limones
– y sabe a mar, a manos amadas,
huele a una calle de París
donde fuimos felices. Sálvalo
en la memoria o rescátalo
para la luz que declina
sobre esta página,
aunque apenas la toque.
OLVIDAR
Aquí están los nervios
que envuelven, como un papel fragante,
las melodías obtusas
del rencor.
Y aquí la risa
como un pájaro ebrio?
Escuchar. Olvidar. Dos neblinas.
La espuma del sufrimiento
cala en el encaje náufrago
de mi silbido matinal.
Aquí están los sonidos
olvidadizos, las crepitaciones
que amarillean.
Una vez más,
todo será escuchar
u olvidar.
Olvidaré estos doblados
enigmas, estos relojes
rectilíneos de esperas, este cuerpo
ajeno en la llama de sándalo.
AYOTZINAPA
Mordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras
Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
Y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable
Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó
Estamos perdidos entre bocanadas
De azufre maldito
Y fogatas arrasadoras
Estamos con los ojos abiertos
Y los ojos los tenemos llenos
De cristales punzantes
Estamos tratando de dar
Nuestras manos de vivos
A los muertos y a los desaparecidos
Pero se alejan y nos abandonan
Con un gesto de infinita lejanía
El pan se quema
Los rostros se queman arrancados
De la vida y no hay manos
Ni hay rostros
Ni hay país
Solamente hay una vibración
Tupida de lágrimas
Un largo grito
Donde nos hemos confundido
Los vivos y los muertos
Quien esto lea debe saber
Que fue lanzado al mar de humo
De las ciudades
Como una señal del espíritu roto
Quien esto lea debe saber también
Que a pesar de todo
Los muertos no se han ido
Ni los han hecho desaparecer
Que la magia de los muertos
Está en el amanecer y en la cuchara
En el pie y en los maizales
En los dibujos y en el río
Demos a esta magia
La plata templada
De la brisa
Entreguemos a los muertos
A nuestros muertos jóvenes
El pan del cielo
La espiga de las aguas
El esplendor de toda tristeza
La blancura de nuestra condena
El olvido del mundo
Y la memoria
quebrantada
De todos los vivos
Ahora mejor callarse
Hermanos
Y abrir las manos y la mente
Para poder recoger del suelo maldito
Los corazones despedazados
De todos los que son
Y de todos
Los que han sidoMordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras
Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
Y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable
Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó
Estamos perdidos entre bocanadas
De azufre maldito
Y fogatas arrasadoras
Estamos con los ojos abiertos
Y los ojos los tenemos llenos
De cristales punzantes
Estamos tratando de dar
Nuestras manos de vivos
A los muertos y a los desaparecidos
Pero se alejan y nos abandonan
Con un gesto de infinita lejanía
El pan se quema
Los rostros se queman arrancados
De la vida y no hay manos
Ni hay rostros
Ni hay país
Solamente hay una vibración
Tupida de lágrimas
Un largo grito
Donde nos hemos confundido
Los vivos y los muertos
Quien esto lea debe saber
Que fue lanzado al mar de humo
De las ciudades
Como una señal del espíritu roto
Quien esto lea debe saber también
Que a pesar de todo
Los muertos no se han ido
Ni los han hecho desaparecer
Que la magia de los muertos
Está en el amanecer y en la cuchara
En el pie y en los maizales
En los dibujos y en el río
Demos a esta magia
La plata templada
De la brisa
Entreguemos a los muertos
A nuestros muertos jóvenes
El pan del cielo
La espiga de las aguas
El esplendor de toda tristeza
La blancura de nuestra condena
El olvido del mundo
Y la memoria
quebrantada
De todos los vivos
Ahora mejor callarse
Hermanos
Y abrir las manos y la mente
Para poder recoger del suelo maldito
Los corazones despedazados
De todos los que son
Y de todos
Los que han sido
En este apartado compartimos en audio una selección poética en voz de David Huerta que publica la UNAM a través de descargacultura.unam.mx
A lo largo de varios años, el poeta ha platicado varias veces con EL UNIVERSAL: esta es una pequeña selección de entrevistas en las que refleja su pensamiento.
“Huerta Premio Nacional”
El martes 15 de diciembre de 2015 habló sobre su reconocimiento en Lingüística y Literatura como parte del Premio Nacional de Ciencias y Artes.
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“La poesía es ignorada”: Huerta
El lunes 8 de mayo de 2017 publicamos los pormenores de la presentación en Bellas Artes del libro El vaso de tiempo, con reflexiones del poeta sobre su experiencia literaria.
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Huerta desesperanza
El 5 de octubre de 2018 publicamos una entrevista con el poeta a propósito del lanzamiento de El ovillo y la brisa, un texto de prosa poética que aparece 30 años después de Incurable, poemario que escribió en 1987 y que tendría una nueva edición.
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Huerta FIL Guadalajara
El pasado 3 de septiembre, el poeta, traductor y maestro habló sobre sus facetas y la situación del país a propósito de su premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
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Premios:
Premio Diana Moreno Toscano 1971
Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer para obra publicada 1990 por Historia
Medalla Mártires:
En 1998, estudiantes de la Preparatoria Popular le otorgaron la medalla “Mártires de Tlatelolco”
Xavier Villaurrutia:
Premio Xavier Villaurrutia 2005 por Versión
Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015:
Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015, en el área de Lingüística y Literatura
Premio Iberoamericano de Poesía para Obra Publicada Carlos Pellicer 2009 por Historia
Premio Excelencia en las Letras José Emilio Pacheco 2018, otorgado por la UADY, UC Mexicanistas y la FILEY
Premio José Emilio Pacheco:
Premio de Literatura en Lenguas Romances 2019, otorgado por la FIL Guadalajara