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Las heroínas olvidadas de la Independencia

Miguel Hidalgo y Costilla

La madrugada del 16 de septiembre de 1810 el cura Miguel Hidalgo y Costilla inició la batalla por nuestra Independencia


Luchó al lado de Ignacio Allende, así como con mujeres y hombres que fueron perseguidos, encarcelados o perdieron la vida.

A 209 años de iniciado este movimiento recordamos a algunas de las mujeres que tuvieron una destacada actuación en pro del movimiento insurgente.

Las más populares


Josefa Ortiz de Domínguez

Josefa Ortiz de Domínguez

(1768-1829)

La Corregidora de Querétaro


Doña Josefa Ortiz de Domínguez, La Corregidora de Querétaro, mujer criolla que al lado de su esposo el corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez participó en las juntas conspirativas en favor de la Independencia.

Al enterarse de que el movimiento insurgente había sido descubierto y que los insurrectos serían detenidos por las autoridades españolas, el regidor encerró doña Josefa en su cuarto.

Desde ahí la Corregidora se valió de todos los medios para comunicarse con el cura Miguel Hidalgo y notificarle que la conspiración planeada para el 1 de octubre había sido descubierta, por lo que al final fue adelantada.

destacado Josefa fue procesada por sediciosa destacado

Estuvo encerrada en el Convento de Santa Teresa la Antigua de la Ciudad de México y después en el de Santa Catalina de Sena, ambos aún están en pie en las calles de licenciado De Verdad, el primero, y el segundo en República de Argentina, los dos muy cerca de Templo Mayor.

Al salir de la cárcel en 1817 siguió apoyando secretamente a los insurgentes, de acuerdo con el libro Mujeres protagonistas de nuestra historia.

Los restos de doña Josefa reposan junto a los de su esposo en el Panteón de los Queretanos Ilustres, en aquella ciudad, donde fue declarada Benemérita de Querétaro.


Leona Vicario

Leona Vicario

(1789-1842)

La primera mujer periodista


Leona Vicario participó en la planeación de estrategias militares y políticas, en la administración de las finanzas y la supervisión de heridos.

Se encargó de proporcionar armas y reclutar soldados para la causa insurgente. Se le confiscaron sus bienes y fue encarcelada en la Cárcel de Belén de las Mochas en la Ciudad de México, ahora vemos en este lugar una escuela pública muy cercana a la estación del Metro Balderas. Se unió al ejército de José María Morelos en Oaxaca.

destacado Es considerada la primera mujer periodista insurgente destacado

Colaboraba en la prensa con: El Ilustrador Nacional y El Ilustrador Mexicano.

En 1925 sus restos se depositaron en el mausoleo de la Columna de la Independencia, junto a los demás insurgentes. El Congreso estatal de Coahuila y Texas reconoció sus acciones al renombrar a la ciudad de Saltillo como Leona Vicario. Ella es la única mujer que ha recibido estos honores.


Los nombres de:

destacado Josefa Ortiz de Domínguez

destacado Leona Vicario

destacado Mariana Rodríguez del Toro Lazarín

destacado Antonia Nava

Están inscritos en letras de oro en los muros del Congreso de la Unión, según el Diario de los Debates de la Legislatura XL.

(31 de diciembre de 1946)


Otras heroínas menos conocidas que no figuran en los rituales y símbolos que celebran la gesta heroica el 15 de septiembre son:

Las que ofrendaron su cuerpo


Antonia Nava “La Generala”

Antonia Nava “La Generala” y Catalina González


Ambas estuvieron dispuestas a sacrificar su cuerpo para alimentar a los soldados hambrientos del general Nicolás Bravo, en la Sierra de Xaliaca o Tlacotepec, en Guerrero, cuando las provisiones se les agotaron.

Luis González Obregón relata en su texto: “Heroínas de la Independencia”, que cuando el general mandó diezmar a sus soldados para que comieran los demás, “La Generala” se presentó ante Bravo acompañada de varias mujeres y le dijo: “Venimos porque hemos hallado la manera de ser útiles a nuestra patria. ¡No podemos pelear, pero podemos servir de alimento!”

destacado “He aquí nuestros cuerpos que pueden repartirse como ración a los soldados” destacado

Esta acción llevó a que el desaliento huyera de las tropas y se animaran a seguir luchando, por lo que no fue necesario que ellas sirvieran de alimento.

La que conspiró contra el virrey


Mariana Rodríguez del Toro


Estuvo a punto de lograr la consumación de la Independencia de México. Poseedora de una fortuna regular, estaba casada con Manuel Lazarín, uno de los propietarios de la mina “La Valenciana”, en Guanajuato.

Cuando Hidalgo fue aprehendido le causó una honda impresión y al ver que los que aspiraban a la Independencia flaqueaban animó a sus amigos para continuar luchando en pro de la noble causa.

destacado Tramó una conspiración contra el virrey Venegas destacado

Pero fue denunciada y todos los conspiradores fueron aprehendidos. 

Le confiscaron sus bienes, perdió todo su caudal y quedó en la absoluta pobreza. Sufrió las más crueles persecuciones y estuvo presa desde 1811 hasta 1820.

Las acusadas de seducción de la tropa


Algunas mujeres fueron acusadas de “seductoras de tropa”, delito que hace referencia a las que intentaban convencer a los soldados y oficiales para que desertaran.

María Tomasa Estévez


Trabajó para varios jefes insurgentes. Una de sus labores consistió en recopilar información confidencial del ejército realista español e integrar el primer frente insurgente en Salamanca, hoy Guanajuato, al lado de Andrés Delgado, Albino García y el cura Rafael Garcilita.

Debido a su labor de persuasión los soldados realistas la acusaron de convencer a algunos de sus integrantes de desertar, por lo que fue fusilada en Salamanca en agosto de 1814.


Carmen Camacho


Fue culpada de “seducción de la tropa realista” y fusilada el 6 de diciembre de 1811. Antes de morir vitoreó la Independencia de México, según el cronista González Obregón.

Las que murieron en el patíbulo


Gertrudis Bocanegra

Gertrudis Bocanegra de Lazo de La Vega


Fue fusilada en la Plaza de Pátzcuaro, en Michoacán, el 10 de octubre de 1817 por realizar labores de espionaje. Entregó su vida al Ejército Realista por el delito de conspiración contra el gobierno español.

En su casa se hacían reuniones nocturnas a las que acudían varias personas que simpatizaban con la emancipación. Se comentaban las noticias que se recibían, ideaban la manera de mandar recursos, gente, dinero y víveres a los jefes que combatían en los campos de batalla.

Actuó como correo entre los insurgentes de Guanajuato y los de Tierra Caliente de Michoacán hasta que la traición hizo que cayera en las manos del opresor. Bocanegra elaboraba cigarrillos especiales en aquellas fingidas tertulilas, en cuyos papeles escribía los acuerdos y los enviaba a los que luchaban por la patria.

Siguiendo sus ideales sacrificó sus más caros afectos en aras de la ansiada libertad patria, dedicó toda su vida y hacienda a la causa de Hidalgo y Morelos. Su hijo Manuel y su marido Pedro Lazo de la Vega murieron en la revolución insurgente.

“Quienes cultivan un culto a su memoria dicen que cuando se encontraba en prisión los españoles trataron de convencerla de dejar la causa, pero ni promesas ni amenazas doblegaron su espíritu”.

Su cadáver obtuvo cristiana sepultura en el templo de la Compañía de Jesús donde hasta la fecha se encuentra en Michoacán.

Bajo el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas se levantó una estatua en su memoria en la Plaza principal de Pátzcuaro.


Luisa Martínez


Estuvo encarcelada en tres ocasiones por llevar noticias, víveres y recursos a los insurgentes que participaron en la guerra de Independencia.

En uno de los ángulos del cementerio de la Parroquia de Erongarícuaro, en Pátzcuaro, Michoacán, Luisa Martínez fue fusilada por órdenes de don Pedro Celestino Negrete en 1817 

Poco antes de morir dijo a sus verdugos:

“¿Por qué tan obstinada persecución contra mí? Tengo derecho de hacer cuanto pueda en favor de mi patria, porque soy mexicana. No creo cometer ninguna falta con mi conducta, sino cumplir con mi deber”

Las que estuvieron encarceladas


Manuela Herrera


Huérfana de madre, quemó su hacienda para que los realistas no encontraran recursos. Alojó a Francisco Javier Mina en el rancho El Venadito donde fue prisionera junto con su ilustre huésped.

Perseguida y robada tuvo que vivir en medio de los bosques, desnuda y hambrienta.


Ana María y Trinidad Ortega


Fueron prisioneras porque se les sorprendió participando en los campos de batalla “con las armas en la mano”, se les otorgó el indulto.

Las que participaron directamente al frente de tropas, empuñaron las armas, fueron nombradas con un cargo militar o fabricaron cartuchos


María Fermina Rivera


Fue esposa del coronel insurgente don José María Rivera, a quien acompañaba a los campos de batalla y murió en el Cerro del Chichihualco en 1821, en Guerrero. Tuvo que luchar con hambres terribles, caminos fragosos, climas ingratos y cuanto mal padecieron sus compañeros de armas.

Esta mujer tomaba en los combates el fusil de algún herido y seguía sosteniendo el fuego con la misma bizarría que el mejor soldado insurgente.

Murió en la acción de Chichihualco, defendiéndose valientemente al lado de don Vicente Guerrero, en febrero de 1821.


Manuela Medina


Llamada “La Capitana” levantó una compañía de independientes. Se encontró en siete acciones de guerra. Luchó con el ejército de Morelos y participó en la toma de Acapulco, Guerrero, en 1813.

Sólo por conocer a Morelos realizó un largo viaje de más de cien leguas y al verlo dijo que ya podía morir a gusto, aunque la despedazara una bomba.

Murió en 1822 a consecuencia de dos heridas que recibió en un combate y que la tuvieron postrada año y medio en cama.


Carmen de las Piedras de Elías


Pidió al general Ignacio López Rayón pólvora y mechas para colocarlas un cajón bajo su lecho y prenderlas con su propia mano cuando en él reposará el sanguinario virrey Félix Calleja.


Las hermanas Francisca y Magdalena Godos


Curaban las heridas de los hombres que valientemente habían combatido en las filas comandadas por Nicolás Bravo. Al tiempo que animaban a los hombres a seguir defendiendo la causa insurgente.


Prisca Martina de Ocampo


Esposa del insurgente Antonio Pineda. Fue hecha prisionera cuando al frente de una partida de insurgentes tuvo un combate desigual con los realistas.

Otras mujeres que apoyaron la causa


María Petra Teruel de Velasco


Amiga íntima de doña Leona Vicario. Casada con un regidor realista, no omitió sacrificios por ayudar en cuanto podía a los insurgentes dándoles dinero, influyendo sobre su esposo para que procurara su libertad, llegando en ocasiones a facilitar su evasión.


Cayetana Borja


La más dolorida, la más humillada que siguió a su padre en todas sus campañas, don Miguel Borja, defensor del fuerte de San Gregorio.

Soportó con él un sitio de cuatro meses y lo acompañó a Guanajuato y a San Miguel Allende.


Manuela García de Bustamante


Esposa de Carlos María de Bustamante. Ella era su diestra y su apoyo en las horas de prueba. Fue infatigable colaboradora en los periódicos que aquel historiador publicó durante la guerra de Independencia con los nombres de “El Juguetillo” y “La Abeja de Chilpancingo”, en Guerrero.


Micaela Montes de Allende


Casada con Domingo Allende, uno de los principales caudillos de la Independencia. Abrazó con entusiasmo la insurrección y acompañó a su esposo a todas sus acciones de guerra.

Cuando la traición de Elizondo en Acatita de Baján, Coahuila, tuvo el dolor de ver asesinar a su hijo Indalecio Allende y de ver caminar al patíbulo a su esposo. Sola y sumida en la miseria volvió aquella patriota al desierto hogar.


Manuela Rojas de Taboada


Fue generosa con los pobres a quienes socorrió con nobleza. Influyó para salvar de las represalias a los partidarios de la Independencia.


Rafaela López Aguado


Madre de Ignacio, Ramón, Rafael, Francisco y José María, los hermanos Rayón, además de acompañar a sus hijos en las campañas que emprendieron por territorio rebelde, prefería la muerte de sus hijos antes que verlos rendidos al enemigo.

Cuando su hijo Francisco fue capturado, tanto su hermano Ignacio como doña Rafaela recibieron ofertas de indulto para salvarle la vida, mismas que fueron rechazadas.

Francisco Rayón fue pasado por las armas en Ixtlahuaca, estado de México, en diciembre de 1815.


María Josefa Martínez


Fue esposa del insurgente Miguel Montiel, quien fuera asesinado por los realistas. Se vistió con traje de hombre y “comandaba varonilmente” una partida de doce rebeldes con quien se enfrentó en varios combates contra los realistas.

Fue aprehendida y condenada a prisión perpetua en la Casa de Reclusión de Santa María Egipciaca, en la ciudad de Puebla.

Las que apoyaron a los realistas


Las Patriotas Marianas


Esta organización fue fundada por Ana Iraeta de Mier, integrada por mujeres españolas y criollas que apoyaron a las tropas realistas (llamadas así porque defendían los intereses del rey español).

Recolectaban fondos para ayudar a las familias de los soldados realistas que estuvieran necesitadas y cuando las tropas de Hidalgo rodearon la Ciudad de México, apoyaron con propaganda en la que recalcaban su lealtad a la corona española.


“Episodios históricos nacionales”. Edición Monumental del Centenario. EL UNIVERSAL. (21 de septiembre de 1921).


“Las Mujeres en la Guerra de Independencia”. Francisco Monterde García Icazbalceta. EL UNIVERSAL Ilustrado. (13 de septiembre de 1923).


“Las heroínas mexicanas de la Guerra de Independencia”. Armando Vargas de la Maza. EL UNIVERSAL. (16 de septiembre de 1936)


“Heroínas de la Independencia”. Ensayo de Luis  González Obregón incluido en Episodios históricos de la guerra de Independencia, editada por Victoriano Agüeros en 1910.


Mujeres protagonistas de nuestra historia. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). 2018


Documentos Históricos Mexicanos, Tomo V. (Obra conmemorativa del primer centenario de la Independencia de México). Genaro García.


“Letras de oro”. Cámara de Diputados. Colección Muro de Honor 2006. Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Mariana Rodríguez Nava del Toro Lazarín y Antonia Nava.


Diario de los Debates. Legislatura XL. 31 de diciembre de 1946. p. 22-23


Historia mínima de México. El Colegio de México, 1998.


Ellas, que dan de qué hablar. Las mujeres en la Guerra de Independencia. Carmen Saucedo Zarco. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. SEP.


“Presencia, participación  y representación femenina en los dos Centenarios de la Independencia nacional (1910 y 1921)”. Artículo de Sergio Moreno. Publicado en UAM Iztapalapa, 2012.


“El grito de Dolores de 1812 a 1968”. Emmanuel Carballo. Revista de la Universidad de México. No.67, septiembre 2009.


“El camino a la Independencia”, publicado en el libros de Historia, Cuarto Grado,, 2014.


“Héroes y heroínas: guías de valor”, publicado en el libros de Formación Cívica de la SEP, Cuarto Grado, 2014.