Aproximadamente encontró el investigador Miguel Gleason en museos y recintos culturales de Europa. Las piezas pertenecen a diferentes épocas, desde la prehispánica hasta la moderna.
Obras de arte e históricas que son patrimonio invaluable de México se encuentran en otros países, pues luego de la Conquista muchas piezas fueron trasladadas a Europa y Estados Unidos.
La mayoría ha sido conservada en buen estado, sobre todo en museos de todo el mundo. De acuerdo con investigaciones del mexicano Miguel Gleason, estas son algunas de las joyas mexicanas fuera del país.
Es una quetzalapanecayotl o tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro; no es la corona de Moctezuma, sino un símbolo de señorío y guerra creado por los toltecas para Quetzalcóatl.
En 1596 ya formaba parte de la colección del archiduque Fernando II de Tirol, pero se desconoce cómo llegó a él. Permaneció 200 años en el Palacio de Ambras, en Innsbruck; en 1878, el naturalista Ferdinand Von Hochstetter lo encontró arrumbado en el Palacio Belvedere, en Viena. Él mismo realizó su primer restauración. Desde 1947 está en el Weltmuseum Wien (Museo del Mundo), anteriormente conocido como Museo Etimológico de Viena.
Aunque la fragilidad de la pieza le impide salir de Austria para regresar a México, algunas personalidades en México hablan de impulsar nuevamente el regreso de la pieza.
Gleason encontró 400 códices prehispánicos en Francia y en Inglaterra casi la misma cantidad. Los códices son un tipo de escritura sin alfabeto que proporcionaron mucha información acerca de las culturas prehispánicas.
Es un manuscrito pictográfico por excelencia hecho por sacerdotes aztecas antes de la conquista española; está resguardado en la Biblioteca de la Asamblea Nacional en París. Su tamaño es de 14.2 metros de largo y es considerado uno de los códices con más información de esta cultura.
También conocido como Codex Dresdensis, es un libro de los mayas de Chichén Itzá en la península de Yucatán, del siglo XI o XII. Es el libro más antiguo escrito en América. Se cree que llegó a Viena enviado por orden de Hernán Cortés. Actualmente está resguardado en la Sächsische Landesbibliothek, en la ciudad de Dresde, Alemania.
El Jardín de Esculturas Enrique Alférez de la Fundación Helis es un lugar especial en el Jardín Botánico de Nueva Orleans, donde se pueden ver piezas del artista como La Familia (1951); Adán y Eva (1980): y Pas de deux (1982).
El artista pasó parte de su vida adulta en el ejército de Pancho Villa en la Revolución Mexicana, ahora 15 de sus esculturas se encuentran en Nueva Orleans, donde vivió hasta su muerte.
Las máscaras en la cultura prehispánica -acompañadas de danzas y disfraces- contienen un significado cósmico, pertenecían a la escenificación y homenaje de las deidades de las antiguas civilizaciones que estaban establecidas en México.
Tiene forma de dos serpientes entrelazadas y en bucle, trabajadas en colores contrastantes de mosaico turquesa. Las serpientes copulan entrelazadas, este acto pudo haber sido tomado como ejemplo de esta máscara que representa las lluvias fertilizantes enviadas por Tláloc.
En un museo del rodeo de Tucson, Arizona, se encuentra el carruaje en muy buenas condiciones con escudos originales del águila y la serpiente. Los franceses lo enviaron a México para que recibiera en Veracruz a Maximiliano. Después del fusilamiento del emperador, el carruaje siguió en México y durante varios años fue utilizado por algunos presidentes, entre ellos Plutarco Elías Calles, quien se dirigió en el carruaje al norte de México pero regresó en auto. El chofer que lo manejaba apostó el vehículo en un juego de póquer que perdió.
Es un mural de 4 mil pies pintado en Albuquerque, Nuevo México, realizado por Frederico Vigil, estudiante de Diego Rivera. Le tomó 10 años hacerlo y cuenta la historia de la Conquista, Moctezuma, la Malinche, Benito Juárez, la Pirámide de Chichen Itzá, una cabeza olmeca, la Pirámide de la Serpiente Emplumada de Teotihuacan, Chac mool, el juego de pelota, Quetzalcoátl y un poco de historia de Perú.
Narra la historia de la comunidad nahua de Cuauhtlantzinco (actual estado de Puebla), quienes vencieron a los aztecas en 1521 con ayuda de los tlaxcaltecas y los españoles. El manuscrito contiene 22 escenas pintadas en papel europeo y mide 3 metros de ancho. La pieza está en el Museo de Historia Natural y Cultural de la Universidad de Oregón, en Eugene, EU.
Es atribuido a Antonio Rodríguez (1680) y en el mismo aparece un Moctezuma que ronda los 40 años. Fue elaborado en la Nueva España en el año 1680 y ha estado en recintos mexicanos como el Museo Nacional de las Culturas de la Ciudad de México, así como en el Museo de San Ildefonso. Actualmente permanece en Florencia, en el Museo del Palazzo Pitti. Cabe mencionar que en esta pintura se han basado todas las imágenes de Moctezuma.
Aproximadamente encontró el investigador Miguel Gleason en museos y recintos culturales de Europa. Las piezas pertenecen a diferentes épocas, desde la prehispánica hasta la moderna.
Entre objetos artísticos y culturales de nuestro país halló el investigador en varias ciudades alemanas y austriacas en sus exploraciones. Este material lo presentó en el DVD México en Alemania y Austria