Una mujer de 26 años y residente de Mazatlán desea ser madre, pero tiene problemas para concebir.
Decide rentar un vientre y para eso le pide ayuda a una amiga, quien es dueña de una joyería en la zona turística del puerto. La empresaria pregunta a sus empleadas si alguna está interesada en “dejarse meter un bebé” por 180 mil pesos.
Sandra, de 22 años, piensa que con ese dinero, podría dejar su empleo como cajera de súper donde ganaba 4 mil 200 pesos al mes.
D espués de ponerse de acuerdo, la Solicitante se traslada a la colonia Azteca para conocer a la mujer que tendrá a sus hijas. Llega en una camioneta negra, y se presenta ante Sandra, quien se sorprende de ver que se trata de una persona atlética, refinada y educada.
CONOCE LA HISTORIA COMPLETA •.