infografía - Cuatro Ciénegas Buscar con grupos locales, soluciones, impulsadas por equipos de destacados investigadores de México y Estados Unidos Impulsar proyectos de agricultura sustentable en lugar de agricultura del desperdicio, como lo es hacer crecer alfalfa en el desierto Dotar a los usuarios de afuera del Valle de agua de pozo, que los puede proveer con líquido de mejor calidad Cerrar el canal Saca Salada, diseñado en tiempos del Porfiriato, con el que se extrae el agua del humedal Los genomas de las bacterias cuentan una historia de sobrevivencia que está en riesgo También muestran gran potencial biotecnológico para desarrollar antibióticos y medicamentos contra el cáncer, entre otras cosas Dentro de estas comunidades bacterianas se recicla absolutamente todo En estos organismos se llevan a cabo todos los procesos biogeoquímicos de manera acoplada Las bacterias que habitan este territorio son vitales para entender la formación de la atmósfera terrestre y la evolución de la vida Sierra de San Marcos <strong>Manantial</strong> Dunas de Yeso <strong>Lago intermedio</strong> Vegetación halófila <strong>Lago en desecación</strong> Una parte de la zona colapsó con la muerte del Churince, sistema hídrico natural que tenía una laguna de dos kilómetros de diámetro y un río que la conectaba con una laguna intermedia y un manantial La zona podría deteriorarse más ante la extracción de agua del humedal para el desarrollo de cultivos como la alfalfa Este sitio es pobre en nutrientes y rico en minerales similares a los de Marte. En ambos sitios el yeso predomina y se formó bajo un mar rico en sales y carbonatos por la presencia de fuego Se dice que aquí habitan los organismos que cambiaron de color al planeta: de naranja a azul <strong>Paraíso perdido</strong><br>La NASA considera a Cuatro Ciénegas como uno de los pocos ecosistemas que permiten entender la evolución de la Tierra primitiva y diseñar estudios en torno a la posibilidad de vida en otros planetas, como Marte <strong>Fuente:</strong> Doctora Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, recientemente nombrada 
miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias