La tarde del viernes 18 de enero, el ducto de combustible en la localidad de Tlahuelilpan, Hidalgo, fue perforado lo que provocó la salida de un potente chorro de gasolina, semejante a un géiser.
La fuga atrajo a cientos de pobladores de la localidad, incluidas familias enteras, que con baldes y bidones recolectaban la gasolina cuando los sorprendió la explosión.
El domingo, comenzaron a celebrarse los funerales de algunos fallecidos, mientras otras familias siguen buscando a sus seres queridos en distintos hospitales o esperan resultados de pruebas genéticas para poder reconocerlos.
Sedena recibe el reporte de una fuga en el ducto de Pemex Tuxpa-Tula, a la altura de la comunidad de San Primitivo, municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo; pero no es considerada una fuga relevante, a decir del secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo.
Decenas de personas ya se aglomeraban en el lugar de la fuga, recolectando el combustible que salía.
La fuga es reportada por Pemex a la Secretaría de la Defensa Nacional
Entre 21 y 25 elementos del ejército mexicano llegaron al lugar e intentaron disuadir a las personas para que se retiraran. También hacen presencia elementos de la Policía Federal. Sin embargo, los elementos de ambas corporaciones no consiguen dispersar a la gente y deciden replegarse para evitar enfrentamientos con la población. Se estima que al momento ya había entre 700 y 800 personas.
Pemex cierra las válvulas del ducto, las válvulas están colocadas a 20 kilómetros una de otra, según funcionarios.
Se registra la explosión.
El gobierno del estado de Hidalgo hace contacto con el secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo, y la Sedena a través de la 18a Zona Militar para activar el Plan DN-III
Personal de Pemex logra sofocar el incendio en el lugar.
Entre los familiares de las víctimas se encuentra Manuel Mora, padre de familia, quien busca a su hijo de 18 años.
“Mi hijo estaba solo en la casa, un amigo pasó por él y le dijo que había gasolina gratis, ahora no sabemos nada de él”, cuenta.
El hijo de Manuel no tiene dos dedos, esa podría ser la señal para identificarlo, de no ser porque algunos restos son prácticamente polvo al tacto.
Poco antes de las seis de la tarde del viernes 18 de enero, se corrió el rumor: había reventado un ducto a las afueras del pueblo. La gente acudió con cubetas y bidones, y se metieron a los canales para tomar gasolina que salía a borbotones de una vieja toma clandestina.
“Se les dijo que era peligroso, pero aún así se pusieron necios, sólo querían un poco de gasolina para sus carros; la gente dice que eran huachicoleros, pero no es así”, explicó Octavio, un habitante de la zona.
Erika observa cómo se realiza el peritaje en la zona de San Primitivo, en Tlahuelilpan.
Está convencida de que tienes que localizar a su hermana y a su cuñado, sin importar las condiciones en las que se encuentren, porque así se lo prometió a su madre.
“Ya fui a todos lados, ya fui a Pemex, a Tula, Mixquiahuala, Progreso”
“Yo lo único que espero es encontrar a mi hermana, en la condición que sea, pero encontrarla, porque le tengo que entregar algo a mi mamá”, sentenció.
José Guadalupe cursaba el último semestre para concluir la preparatoria. Carmen, su abuela, lo describe como un “buen estudiante” que sólo bajó a donde estaba el ducto para “ganarse unos pesos extras”.
El estruendo de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, fue el inicio del peregrinar de Carmen García Reyes para encontrar a su nieto de 17 años.
“Mi nieto estudia la prepa, es un bueno estudiante pero como vio el ducto se bajó. Vivimos en una lomita y desde nuestra casa vimos cómo la gente estaba con sus cubetas”, narró la mujer.
“Ya lo buscamos en todos los hospitales de Hidalgo, fuimos al Militar y ahí nos dijeron que viniéramos aquí, que aquí estaba mi nieto, pero no está, y no sabemos a dónde ir”, dijo.
En un video enviado a EL UNIVERSAL se muestra cómo elementos de la Policía Federal y del Ejército tratan de retirar a las personas que acudieron con bidones y garrafones al lugar de la fuga.
En el clip se escucha que un elemento de la Policía Federal dice: “No vaya a explotar esa madre”. Los pobladores parecen no escucharlo.
“Aléjense, les va a hacer daño tanto respirar eso”, refiere otro militar.
Tlalehuilpan, Hgo. Aquí, la mayoría de sus 18 mil 531 habitantes trabajan en el campo o se dedican al comercio.
¡Nos dedicamos al cultivo de alfalfa, cilantro, rábano, betabel, brócoli, col y maíz. Al final del día, por ocho horas apenas, ganamos 150 pesos!, dice Silvestre, de 49 años y desde hace 30 se ha dedicado al campo para mantener a sus 10 hijos.
En este municipio, más de la mitad de su población vive en rezago. De acuerdo con el Coneval, 55% de la población vive en pobreza y 7% en pobreza extrema, lo que representa 11 mil 528 personas en esta condición.
Ocho de cada 10 personas están por debajo de la línea de bienestar, es decir, que más de 11 mil personas no ganan ni siquiera 2 mil pesos al mes.
Tlahuelilpan se ubica en el sur de Hidalgo, en la región de Tula, desde algunos puntos de este municipio es posible ver una llama anaranjada en lo alto: se trata de la refinería estatal. Esta demarcación colinda con Mixquiahuala, Tetepango y Tezontepec de Aldama, que son conocidos por su actividad huachicolera.
En enero de 2017 Tlahuelilpan fue una de las comunidades donde se registraron disturbios tras el llamado "gasolinazo". Fue tomada una gasolinera y en la carretera Tula-Tlahuelilpan fueron secuestradas dos pipas.
El 24 de agosto de 2017, en la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan a unos 20 kilómetros de Tlahuelilpan, al menos medio centenar de personas recuperaron de manera violenta una camioneta que trasladaba combustible robado, la cual había sido enganchada a una grúa, a la que prendieron fuego. VER NOTA
El 12 de enero, también en Santa Ana Ahuehuepan, un grupo de militares que habían llegado con órdenes de detener la “ordeña”, realizaba una persecución a sospechosos de perforar ductos, cuando fueron retenidos y acusados de disparar sobre dos personas, una de las cuales murió. El pueblo los rodeó, los golpeó, les quitó las armas, los amenazó con matarlos.
