Este año, el país se ha visto sacudido por una ola de protestas por los casos de afroestadounidenses muertos o baleados a manos de las fuerzas del orden. Sin embargo, el problema es añejo.
CASO:
Arbery estaba haciendo deporte cuando empezó a ser perseguido por un hombre blanco y su hijo en un barrio de Brunswick (Georgia), ambos armados. El padre, creyendo que se trata de un sospechoso de robos en casas de la zona, intentó detenerlo. Tras una pequeña reyerta, dos disparos de rifle terminaron con la vida del afroamericano.
RESOLUCIÓN:
La viralización del video del suceso provocó la detención de Gregory y Travis McMichael, padre e hijo. Ambos, junto a otro hombre que grabó toda la escena, se declararon no culpables de cargos de asesinato.
CASO:
Policías de Louisville (Kentucky) entraron con violencia en el apartamento de Taylor con una orden de registro por venta de droga de un exnovio de Taylor. La actual pareja de Taylor disparó una vez, en defensa propia. La policía respondió con una ráfaga de balas. Cinco de ellas impactaron en Taylor, que murió en el acto.
RESOLUCIÓN:
Uno de los agentes, que disparó hasta diez veces “a ciegas”, fue despedido. No hubo más acción en el caso hasta principios de septiembre: reportes de prensa informaron que se eligió un gran jurado para investigar el caso.
CASO:
La policía de Rochester (Nueva York) encontró a Prude, con una enfermedad mental, desnudo y corriendo por la calle. Su hermano había pedido ayuda después de que escapara de su casa. Los agentes, al retenerlo, lo esposaron y pusieron una capucha en la cabeza para no recibir sus escupitajos. Murió por “complicaciones de asfixia en un escenario de contención física” tras una semana en coma.
RESOLUCIÓN:
El video del caso no vio la luz hasta principios de septiembre de 2020, causando un gran revuelo e indignación. Las protestas llevaron a la dimisión de los principales cargos policiales de Rochester.
CASO:
Un aviso de intento de pago con un billete falso terminó con la detención de Floyd en Minneapolis (Minnesota), que durante 8 minutos y 46 segundos estuvo detenido en el suelo bajo la presión de la rodilla del policía Derek Chauvin en su cuello, que lo asfixió hasta la muerte. Otros agentes también le presionaron hacia el suelo, mientras Floyd pedía clemencia porque no podía respirar. La escena, grabada en video, hizo resurgir el movimiento Black Lives Matter.
RESOLUCIÓN:
Los cuatro agentes implicados esperan un juicio programado para el 8 de marzo de 2021. Chauvin está acusado de asesinato en segundo grado, en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Los otros tres policías en el caso están acusados de instigación y complicidad de asesinato en segundo grado.
CASO:
En medio de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Louisville (Kentucky), McAtee abrió las puertas de su restaurante para acoger a manifestantes que huían de las cargas policiales. Los agentes escucharon disparos y respondieron a tiros, que causaron la muerte de McAtee.
RESOLUCIÓN:
El alcalde de Louisville despidió al jefe policial al enterarse que las cámaras corporales de los agentes estaban desactivadas, algo ilegal y prohibido por las políticas del cuerpo de seguridad. El caso está bajo investigación.
CASO:
Blake regresaba a su coche, saliendo de una pelea doméstica, e hizo caso omiso de un par de policías que lo seguían. Al abrir la puerta, tras resistirse a los agentes, recibió siete disparos por la espalda, en presencia de tres de sus hijos que estaban dentro del automóvil.
RESOLUCIÓN:
Blake sigue en el hospital recuperándose del suceso, paralítico de cintura para abajo. Los agentes implicados fueron apartados del empleo temporalmente, mientras se realiza la investigación.
CASO:
Diallo, inmigrante guineano, regresaba a su casa en el Bronx (Nueva York) después de cenar cuando cuatro policías de paisano, todos blancos, le dispararon 41 veces; 19 balas impactaron en su cuerpo. Los agentes dijeron que su retrato coincidía con el de un violador y que sujetaba un arma. Era su billetera.
RESOLUCIÓN:
En febrero de 2000, los cuatro policías fueron exonerados de los delitos de asesinato en segundo grado. Todos se retiraron menos uno, que llegó a sargento de la policía de Nueva York en 2015, y se retiró del cuerpo en 2019. El caso civil terminó con un acuerdo por 3 millones de dólares.
CASO:
Bell regresaba con dos amigos de su fiesta de despedida de soltero en Queens (Nueva York), cuando fue tiroteado por cinco policías sin uniforme y de paisano, que falsamente pensaban que llevaban un arma. Los agentes dispararon 50 balas, pero sólo la mitad impactaron en el coche donde estaba Bell, quien murió por disparos en su cuello y sus brazos; los otros dos sobrevivieron.
RESOLUCIÓN:
Tres de los agentes que dispararon fueron exonerados del delito de homicidio imprudente. Los otros dos no enfrentaron a la justicia. El caso civil se resolvió con un acuerdo por 7 millones de dólares.
CASO:
Martin regresaba de una tienda a casa de su padre cuando George Zimmerman, parte de una patrulla de vigilancia vecinal, reportó una “persona sospechosa” en Sanford (Florida). Haciendo caso omiso a las instrucciones de la policía, Zimmerman persiguió, disparó y mató a Martin; alegó que lo hizo en defensa propia.
RESOLUCIÓN:
Un año y medio después, Zimmerman fue declarado no culpable de homicidio. A finales de 2019, Zimmerman demandó a la familia de Martin por valor de 100 millones de dólares por fraude al acusarlo sin pruebas del asesinato del adolescente.
CASO:
Garner, acusado de vender cigarrillos sin licencia en Staten Island (Nueva York), se resistió a ser arrestado y el agente Daniel Pantaleo empleó una técnica de estrangulamiento que le tumbó al suelo hasta matarlo. Hasta 11 veces dijo que no podía respirar: esas últimas palabras, “I can’t breathe”, se convirtieron en símbolo del fin de la brutalidad policial y el racismo.
RESOLUCIÓN:
Un gran jurado y los fiscales de Nueva York descartaron presentar una acusación penal o civil contra Pantaleo, que siguió como agente policial en trabajos administrativos. Cinco años después del caso, el agente fue despedido, tras pasar por un juicio disciplinario.
CASO:
Brown, acusado de robar un paquete de cigarrillos en una tienda en Ferguson (Missouri), recibió un balazo en la cabeza y otro en el brazo. El autor de los disparos: Darren Wilson, agente policial blanco que recibió la alerta del supuesto hurto. Su muerte despertó una oleada de protestas por todo el país, impulso decisivo para la creación del movimiento Black Lives Matter.
RESOLUCIÓN:
Un gran jurado decidió no acusar formalmente a Wilson, después de que los reportes de los testigos no encajaran con la evidencia. El caso liderado por el departamento de Justicia tampoco levantó cargos, pero detectó racismo sistémico en la policía. En julio de 2020, el caso se cerró definitivamente sin acusación contra Wilson, quien dejó el cuerpo meses después del caso por temas de seguridad personal.
CASO:
Una llamada que alertaba de un joven armado con un cuchillo robando autos terminó con McDonald tiroteado en una calle de Chicago (Illinois). Meses después se publicó la grabación del suceso, donde se ve cómo el policía Jason Van Dyke salió de su coche y disparó casi de forma inmediata 16 balas en 15 segundos, algunas con la víctima ya en el suelo.
RESOLUCIÓN:
En octubre de 2018, Van Dyke, que tenía un historial de quejas ciudadanas anteriores, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado y 16 agravantes de violencia con arma de fuego, y sentenciado a 6 años y 9 meses de cárcel. El superintendente de la policía de Chicago fue despedido, y el fiscal estatal de la ciudad no ganó la reelección por las consecuencias del caso. Otros cuatro agentes fueron despedidos por tratar de encubrir pruebas y entorpecer la investigación.
CASO:
El policía blanco Timothy Loehmann y su compañero de patrulla respondieron a una llamada que alertaba de un hombre armado con una pistola por las calles de Cleveland (Ohio). Al llegar a la escena disparó casi de inmediato a Rice, quien llevaba una pistola de juguete en la mano. Murió al día siguiente víctima de dos disparos en el torso.
RESOLUCIÓN:
Un gran jurado declinó presentar cargos contra el policía porque la pistola que portaba Rice parecía real. Más de dos años después del incidente, Loehmann fue despedido del cuerpo policial.
CASO:
El policía blanco Michael Slager paró a Scott por una luz de freno que no funcionaba en una calle de North Charleston (Carolina del Sur). Tras hablar entre ellos, Slager regresó a su vehículo policial y el afroamericano trató de escapar corriendo. Tras un enfrentamiento físico, en el que incluso Slager disparó su Taser, se produjo una persecución. El policía disparó 8 veces a la espalda de Scott, impactando cinco veces en el cuerpo de la víctima, una escena registrada en vídeo.
RESOLUCIÓN:
Slager, despedido y detenido casi de inmediato, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado y sentenciado a 20 años de cárcel.
CASO:
Gray fue detenido en Baltimore (Maryland) por poseer una navaja automática y metido dentro de un furgón policial. Menos de una hora después, el afroamericano estaba inconsciente y sin respirar, con la médula espinal fuertemente dañada. Murió tras siete días en coma, despertando una revuelta violenta en la ciudad. En el video de la detención, Gray grita de dolor ante las maniobras de contención de los agentes policiales.
RESOLUCIÓN:
Los seis policías implicados fueron acusados de detención falsa; tres de ellos de homicidio y, uno de estos, de asesinato en segundo grado. Todos fueron declarados no culpables o tuvieron un juicio nulo, despojándolos de todos los cargos.
CASO:
DuBose recibió una alerta de tráfico por no tener placa de matrícula delantera. Cuando DuBose confesó no tener licencia, Ray Tensing, de la policía de la Universidad de Cincinnati (Ohio), le pidió que se quitara el cinturón y acto seguido, al ver que DuBose arrancó el coche, le disparó. DuBose falleció.
RESOLUCIÓN:
Tensing, acusado de asesinato y homicidio voluntario, fue despedido del cuerpo policial. Enfrentó dos juicios que terminaron con juicio nulo por jurado en desacuerdo. Finalmente se desecharon las acusaciones. Hay una investigación federal todavía en curso.
CASO:
Sterling salía de un supermercado en una gasolinera de Baton Rouge (Lousiana) cuando los agentes Blane Salamoni y Howie Lake le detuvieron con violencia, respondiendo una llamada que alertaba de un hombre armado con la apariencia de Sterling, quien fue derribado al suelo. Salamoni le disparó seis veces, argumentando que la víctima hizo un movimiento para agarrar un arma.
RESOLUCIÓN:
Fiscales estatales y federales concluyeron que no había pruebas suficientes para acusar a los agentes. Salamoni fue despedido en 2018, por “deshonrar” al cuerpo policial de Baton Rouge. Se está negociando una compensación económica a la familia. La demanda tiene el 1 de marzo como fecha de inicio de juicio.
CASO:
Castile recibió un alto de la policía de tráfico en Falcon Heights (Minnesota) cuando circulaba acompañado por su pareja y su hija de cuatro años. Antes de ir a buscar su licencia y registro del vehículo, Castile informó al agente hispano Jerónimo Yanez que tenía licencia de armas y un arma en el auto. Yanez pidió que no la agarrara, Castile dijo que no lo haría, y tras un breve intercambio el policía disparó siete balas a bocajarro. Su pareja transmitió todo el suceso en vivo a través de Facebook.
RESOLUCIÓN:
Yanez fue acusado de homicidio en segundo grado y dos cargos de disparo peligroso de arma de fuego. Fue exonerado; justo después del veredicto, abandonó el cuerpo policial con una compensación económica por el despido.
CASO:
Clark estaba en el jardín de la casa de sus abuelos en Sacramento (California) cuando dos agentes blancos peinaban la zona en busca de un sospechoso de estar rompiendo cristales de autos. Los dos agentes, que creyeron que Clark iba armado, le dispararon 20 balas. Ocho de ellas impactaron en su cuerpo, provocando su muerte instantánea. Los policías confundieron un teléfono celular con una pistola.
RESOLUCIÓN:
Ni la fiscalía de California ni la policía de Sacramento encontraron pruebas suficientes para acusar a los agentes implicados de ningún delito criminal o violación civil. Ambos, que estaban en tareas administrativas durante la investigación, volvieron a su anterior puesto de patrulla policial.
CASO:
Jefferson estaba cuidando a su sobrino de 8 años en su casa de Fort Worth (Texas). El policía Aaron Dean, que estaba patrullando la zona, iluminó la casa con su linterna y ordenó a la afroamericana -sin antes identificarse- que levantara las manos. Segundos después, Dean disparó mortalmente a Jefferson; su sobrino dijo que la víctima había agarrado una pistola de su bolso al oír ruidos en su jardín, apuntando a la ventana donde después apareció el policía.
RESOLUCIÓN:
El agente renunció a su empleo y fue detenido días después. En diciembre de 2019 fue acusado de asesinato; no hay fecha de juicio debido a la pandemia de Covid-19.
Fuente: Con información de Víctor Sancho/Corresponsal
Fotos: Agencias
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