La pandemia nos deja sin aplausos y sin felicidad

Hace cuatro meses que nadie le dice "gracias" a César Bono.

Hace cuatro meses que María León tiene que bailar sola... y en su casa.

Hace cuatro meses que Belinda no ve la luna de Madrid, y que Yahir no siente ese aire de rockstar.

Hace cuatro meses que el rockero Armando Palomas no se pone una buena guarapeta en un concierto.

Hace cuatro meses que Ariel Miramontes y Arath de la Torre no reciben la adrenalina que los hace felices.

Hace cuatro meses que hay un helicóptero varado en el Centro Teatral 1, esperando a que lleguen los magos que lo harán volar.

Llevamos 140 días desde que, por culpa de la pandemia, le bajaron el switch a la ciudad de México. No hay conciertos ni obras de teatro, algo que nunca le había pasado a la ciudad porque con la pandemia de la influenza el cierre fue de un mes y con el terremoto de 2017 fue un par de semanas.

Actores, cantantes y productores narran cómo recuerdan la vida antes del coronavirus y hacen una crónica de cómo han sufrido la cuarentena.

Auditorio Nacional

Auditorio Nacional

Metropolitan

Teatro Metropólitan

Centro Cultural Teatro 1

Centro Cultural, Teatro 1

Centro Cultural Teatro 2

Centro Cultural, Teatro 2

Insurgentes

Teatro de los Insurgentes

Centro Cultural Teatro 2

Foro Sol

Ignacio Lopez Tarso

Teatro Ignacio López Tarso

Teatro Telcel

Teatro Telcel

Teatro Telcel

Teatro Fernando Soler, Centro Teatral Manolo Fábregas

Teatro Manolo Fábregas

Teatro México, Centro Teatral Manolo Fábregas

auditorio Nacional

Auditorio Nacional

41 shows que estaban programados entre el 14 de marzo y el 15 de noviembre, han sido cancelados o pospuestos.

Alejandro Fernández fue el primer concierto que no se realizó por la pandemia. Se pospuso para el 15 de octubre.

OV7 Treinta fue el show más afectado ya que tenía tres fechas: 15, 28 y 29 de mayo.

En un año regular, vende 1 270 000 entradas, de acuerdo con Pollstar, por lo que la caída por la pandemia es de poco más de la tercera parte.

Ficha histórica:

Primero caballos, luego músicos entre marmol

Fue inaugurado como como Auditorio Municipal para eventos hípicos hoy es Centro de Arte y Cultura.

Está ubicado en Avenida Paseo de la Reforma y Campo Marte.

Se inauguró el 25 de junio de 1952. En 1955 se reinaugura como Auditorio Nacional. En 1990 se hace una remodelación.

La obra original es de los arquitectos Fernando Parra Hernández, Fernando Beltrán Puga, Fernando Peña Castellanos y Óscar de Buen. La remodelación estuvo a cargo de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky.

La propuesta de González de León y Zabludovsky fue intervenir la avenida Reforma. Su fachada es una estructura que crea el vestíbulo del Auditorio Nacional, cuya estructura es de mármol cincelado.

Testimonio: Dime cuándo tú vas a volver

Fernando Figueroa

Del Auditorio Nacional añoro, sobre todo, los sábados a mediodía cuando hay ópera en vivo desde el Met de Nueva York: la pantalla gigante donde la ficción es más verdadera que la realidad.

No sé cómo se llaman quienes entran y salen del metro Auditorio ni conozco sus vidas. En cambio, sé que Turandot mandó al patíbulo a 26 pretendientes; que Calàf responde correctamente a los tres enigmas que le salvan la vida y le dan acceso al amor de una princesa china “que es como el hielo pero quema”. Puccini está vivo, igual que Verdi, Mozart, Bizet, Rossini y hasta Wagner.

Fernando Fogueroa

Un bocado de magdalena y un sorbo de té disparan recuerdos involuntarios marca Proust. Escucho otra vez en su reducto a un cantante excepcional apodado El Sol, a quien le gusta posar para sus fans y la eternidad. También al Flaco andaluz y al Nano catalán, cuyas letras reflejan vidas bien vividas; el requinto sublime de Knopfler, la prodigiosa voz de Plant, el funk añejo de Brown y, por qué negarlo, Thalía cayéndose de guapa mientras canta “Hoy ten miedo de mí”.

Inmune a los gustos culposos coreo “Cómo te voy a olvidar” acompañado de Los Ángeles Azules. Revisito al Nobel Dylan en un Paseo de la Reforma convertido en la Autopista 61, y también diviso a Juanga con su genialidad intacta y unas lentejuelas capaces de destituir, desde el más allá, a un funcionario snob.

Creo ver de nuevo al fallecido vigilante Joaquín Franco, quien saludaba a todo mundo con un alegre “buenas noches, jefe”.

Con una genuflexión me alejo de la catedral del espectáculo en México y le pregunto: “Dime cuándo tú vas a volver”. Luego me santiguo frente al Lunario, capilla del National Theatre de Londres, Manzanero, Tania, Coque, Gian Marco, Luis Enrique y Amaury. El sitio donde una noche la Zabaleta se sentó en mis piernas y me ordenó: “¡Bésame mucho, cabrón!”.

(Fernando Figueroa es autor del libro El mejor oficio del mundo. 60 entrevistas, y colaborador de Bitácora del Auditorio)

Teatro Metropolitan

Teatro Metropólitan

El primer concierto cancelado fue Rodrigo y Gabriela el 18 de marzo.

• 4 conciertos fueron pospuestos, incluyendo a María León el 21 de marzo.

• 2 conciertos fueron definitivamente cancelados: Death Cab for Cutie y The Bizarre World of Frank Zappa.

• 3,165 personas caben en el teatro.

• 18,990 boletos dejaron de venderse

Ficha histórica:

Todo cabe en el Metropólitan

Fue construido para ser cine pero es foro de conciertos desde 1996.

Se ubica en Independencia 90, Centro Histórico.

Fue inaugurado en 1943 y remodelado en 1995.

Obra del arquitecto Pedro Gorozpe Echeverría.

La fachada es Art decó y tiene estilo griego-francés por dentro. Es un edificio ecléctico que Ocesa, la empresa que lo remodeló para convertirlo en sala de conciertos, lo describe como un edificio de fachada inspirada en el Rockefeller Center y Radio City Music Hall.

Testimonio: Le cerraron el Metropólitan pero María León baila en su casa

María León

María León baila sola. Cuando debería estar bailando junto con 3,165 personas. Peor aún: María León baila en su casa. Cuando debería hacerlo enmarcada por los capiteles de 23 kilates que rematan las columnas de mármol natural y granito del Teatro Metropólitan. Mucho peor: no se sabe cuándo María León podrá hacerlo. La gira Inquebrantable de la cantante y bailarina está en pausa por el coronavirus.

Antes de la pandemia, a la mitad de la calle Independencia había siempre un pequeño pero constante grupo de personas que se formaban para comprar boletos de los espectáculos del Teatro Metropólitan, un edificio art decó que, arquitectónicamente, hace espejo de estilo con el Museo de Arte Popular, ubicado en la contraesquina. Juntos, estos edificios son dos de los más grandes ejemplos en pie de ese movimiento artístico de las primeras décadas del siglo XX en el Centro Histórico (el Frontón México y La Lotería Nacional completan el panorama del art decó en esa zona de la ciudad).

Desde que se dictó el aislamiento por el coronavirus, esta parte de la calle en la Ciudad de México está vacía. Los aparadores gigantes del Metropólitan tienen el anuncio de dos conciertos de Jorge Muñiz con fecha de mayo de 2021.

María León

Ese futuro lejano es el que tiene a María León en la incertidumbre. “Tenía planes de presentarme el 21 de marzo en el Metropólitan pero lo pospusieron para julio… y luego para el 10 de octubre… ahora la verdad es que no sabemos qué sucederá. Lo más probable es que se vuelva a cancelar”.

Construido como cine majestuoso, este teatro cayó en el abandono y luego fue rescatado como sala de conciertos con un aforo ideal para presentaciones de mediano formato. Incluso artistas que tienen el tamaño para llenar un Auditorio Nacional (10 mil personas) prefieren a veces la intimidad del Metropólitan, cuya decoración del foyer y escalinatas se hizo a imagen y semejanza del “estilo francés del siglo XVIII”, según se describe en la revista Arquitectura y Decoración, de 1937.

¿Quién no quisiera bailar ahí? María León sí. “La cuarentena fue algo muy impactante para mí porque llegó justo antes de mi presentación. Era la presentación de mi gira Inquebrantable, algo muy entrañable para mí pero que ha quedado en el aire”.

Mientras llega el día de bailar y cantar ahí, María León practica. “El baile es sanador y mi cuerpo lo pide. No puedo dejar de hacerlo”.

Se asegura, además, de que cuando finalmente pueda pisar el Metropólitan, la espera de los fans haya valido la pena.

Centro Cultural Teatro 1

Centro Cultural Teatro 1

Tiene capacidad de 2244 butacas.

Al declararse la cuarentena se cancelaron los espectáculos Champions of Magic y Jesucristo Superestrella.

Con Champions of Magic se dejaron de vender al menos 13,500 entradas.

Champions of Magic estaba anunciado del 25 al 29 de marzo.

Jesucristo Superestrella estaba anunciado para iniciar temporada en abril. Unas 92 funciones se habrían realizado del musical.

206,000 espectadores habrían visto el musical en caso de que el aforo se llenara

Ficha histórica:

Entre terremotos y pandemias

En la esquina de Avenida Cuauhtémoc y Chapultepec, en 1982 se construyeron los Televiteatros.

Ese complejo teatral se derrumbó con el terremoto de 1985. Se presentaba el musical “Mame”, con Silvia Pinal, y la obra “Trece a la mesa”, con Talina Fernández.

Durante 10 años, el terreno permaneció con los escombros del derrumbe. Televisa retoma el proyecto de volver a levantar un complejo teatral, lo que coinsigue en 1996 bajo el nombre de Teatros Alameda.

En 1999 la operación de los teatros queda a cargo de Ocesa y un año después se suma el patrocinio de Telmex.

En 2003, Ocesa deja el inmueble que queda a cargo del productor Alejandro Gou, quien actualmente opera ambos teatros.

Testimonio: Un productor sin obra, sin público y con un helicóptero que no vuela

Alex Gou (productor)

“Imagínate”, dice Alejandro Gou. “Yo he hecho teatro toda mi vida pero ahora entro a los foros y… bueno, hay días en que subo al escenario, miro las butacas vacías y siento la enorme tristeza de cuatro meses de silencio”.

Gou es un productor que maneja el Centro Teatral 1, el Centro Teatral 2 y el Teatro Aldama, es decir, unas 4 mil 100 butacas. Y ahora, nada. O sí, sí queda algo: un helicóptero que se iba a usar en el espectáculo Champions of Magic pero que se canceló por la pandemia. “Lo trajimos en un contenedor especial, es uno de los números estelares de ese show de magia. Teníamos ya en foro todo el montaje pero se quedó varado”.

Alex Gou

Efectivamente, el helicóptero permanece inmóvil e inútil en el fondo izquierdo del escenario del Teatro 1, donde la butaquería es de dos pisos. Pararse en el proscencio y mirar hacia arriba es, como dice Gou, desolador.

Se puede decir, además, que ni siquiera a Jesucristo se la ha concedido el milagro de volver. La producción, también de Gou, de Jesucristo Superestrella estaba anunciada para regresar en marzo. “Nos quedamos con un montón de proyectos”, dice el productor, quien, sin embargo, mantiene la fe.

“Si hemos desarrollado protocolos para que la gente pueda viajar en un avión, podremos hacerlo para que venga al teatro. No vamos a rendirnos”.

Está convencido de que mientras haya fe, existe la posibilidad de que ese helicóptero pueda volar algún día.

Centro Cultural Teatro 2

Centro Cultural Teatro 2

Su capacidad es de 1280 butacas.

Al cerrarse el teatro, se presentaba la última temporada de Hoy no me puedo levantar.

Quedaron pendientes unas 20 funciones.

Se dejaron de vender 25,600 boletos aproximadamente.

La escenografía se quedó montada en el escenario

Testimonio: Por el Covid, Belinda se refugia en la luna y Yahir en el aire

Yahir y Belinda

Belinda mira a la luna y Yahir al aire. La cuarentena tomó a los cantantes y actores a la mitad de la temporada final del musical “Hoy no me puedo levantar” en el Centro Teatral 2.

Yahir

Por cuatro meses, ellos han estado en su casa mientras el Madrid inventado (y reinventado) en el escenario del teatro permanece vacío.

Sólo la memoria los puede llevar de vuelta a esa fantasía imaginada por Nacho Cano hace ya 15 años. Dice Belinda, por ejemplo: “En esta cuarentena nunca había visto tantas veces la luna. Me he fijado que tiene un brillo diferente, algo especial. Y definitivamente la canción 'Hijo de la luna', ese momento cuando estoy en el escenario en la oscuridad, con la luna y el humo, es uno de los momentos que más extraño de la obra”.

Para Yahir, que interpreta a Mario, no es la luna pero sí un elemento de la naturaleza lo que rebota en su memoria en estos meses de aislamiento. “La canción de 'Aire' me encanta. Creo que es ahí donde la banda revienta y todo mundo se vuelve estrellas”.

En ambos, el deseo es evidente: que cuando la pandemia se acabe y puedan volver al teatro, la luna y el aire los estarán esperando.

Teatro de los Insurgentes

Teatro de los Insurgentes

Se cancelaron las funciones del musical Sugar desde el 17 de marzo.

80 funciones han dejado de darse.

88,000 boletos no se pusieron a la venta durante esta pandemia.

1,100 butacas es el aforo del teatro.

Ficha histórica:

El teatro que inauguró Cantinflas

Fue inaugurado en 1954 con la puesta “Yo, Colón”, protagonizada por Cantinflas.

Fue proyectado por el arquitecto Alejandro Prieto y asesorado por su hermano Julio Prieto.

“Consulté todo lo que puede sobre construcción teatral de la época y el resultado fue un teatro con características propias, sumamente singular”, dijo Alejandro Prieto en una entrevista con Vicente Leñero.

Tuvo una remodelación mayor de sus interiores en 1993. La obra estuvo a cargo de TEN Arquitectos.

La fachada tiene un mural de Diego Rivera, quien trabajo con una base de losas de mosaicos de vidrio.

El mural mide 46 metros de largo por 10 de alto y pinta una crítica a la desigualdad social

Testimonio: La pandemia me quitó la felicidad: Ariel Miramontes

Arath y Ariel

Ariel Miramontes no tiene enfrente a Arath de la Torre para levantar una oración juntos. No puede tomarlo de las manos. No lo puede ver a los ojos para conectarse y salir a escena. “Y al no tenerlo, es como si me faltara una energía, una endorfina que se produce entre los actores cuando empieza una función”, dice Ariel.

“Lo entiendo –replica Arath -porque también me pasa. Con esta cuarentena estoy como león enjaulado… necesito de esa misma adrenalina”.

Miramontes y De la Torre no se ven desde la tercera semana de marzo, el mes en que se suspendieron las funciones de Sugar en el Teatro de los Insurgentes, en donde eran protagonistas.

-Y pensar que ese era mi primer musical, algo histórico en mi carrera –dice Ariel -Histórico para todos –coincide Arath –porque es un teatro que fue inaugurado por Cantinflas y tiene el mural de Diego Rivera en la fachada… nos ha marcado a todos porque aquí nos tocó la pandemia. Estas reflexiones las hacen por separado. No es una conversación entre ellos pero así lo parece porque es evidente que desarrollaron una peculiar empatía durante los cuatro meses en los que compartieron ese foro. Así que son entrevistas por separado pero coinciden en respuestas, emociones y sensaciones.

Sugar

Recuerda Ariel: “Cuando me colocaba en la pierna del teatro (así se llama a los costados del escenario) para salir a escena, siempre buscaba la mirada de Arath para reconocerme en él, entregarle la obra, que es algo que hacemos siempre los actores”.

-Ese momento es justo lo que más extraño –dice Arath – cuando se apaga la luz, se abre el telón y ves a la gente. Esa energía de sentir el contacto con el público es una adrenalina que necesito como si fuera una adicción.

-Como si fuera una endorfina que necesita el cerebro.

-Y que como hoy no la tenemos, tenemos que desfogarnos… yo, por ejemplo, trato de encaminar esa adicción jugando tenis, haciendo bicicleta, escribiendo todo lo que puedo porque si no, te vueles loco.

-Antes de la cuarentena, yo tenía un masivo en una feria del pueblo y me quedé con las ganas de sentir esa energía.

-Ahora por eso sentimos que hay mucha tristeza y desolación, estamos muy desesperados.

-Porque esa energía te da felicidad, y al no tenerla de repente, te provoca mucha desesperación.

El teatro de los Insurgentes es efectivamente histórico: en su fachada, Diego Rivera puso a un Cantinflas que recibía dinero de los ricos con la mano derecha y lo repartía con la izquierda a los pobres. El pintor, además, burló a la jerarquía católica de aquella época que se opuso a que la Virgen de Guadalupe apareciera en el mural. Rivera sacó entonces su lado más astuto y hoy los transeúntes que pasan frente al teatro pueden jugar a adivinar dónde colocó Diego la silueta de la Guadalupana, la cual pasó inadvertida para los censores ecleciásticos.

Tanto Arath como Ariel saben de este peso artístico y cultural de este edificio y eso aumenta un deseo que comparten: que se acabe la cuarentena para que puedan volver a tenerse uno frente al otro. Que se acabe la pandemia para mirarse a los ojos. Que se acabe el coronavirus para tomarse de las manos… y salir a dar otra función de Sugar.

Foro Sol

Foro Sol

La primera cancelación fue Tame Impala, el 19 de marzo.

7 conciertos se han cancelado.

Panteón Rococó es el artista más afectado; tenía tres conciertos programados: 7, 8 y 9 de mayo.

262,500 espectadores habrían estado en sus shows durante la pandemia.

El Vive Latino fue el último show antes de la pandemia.

Ficha histórica:

Un sueño hecho Foro Sol

Se ubica dentro de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, delegación Iztacalco.

En 1997, se usaron terrenos del Autódromo Hermanos Rodríguez para construir el foro de concierto que luego fue sede temporal del equipo de béisbol Diablos Rojos del México.

El proyecto del autódromo fue del ingeniero Gilberto Valenzuela. La construcción del Foro Sol estuvo a cargo de José Moyao.

El autódromo se construyó en 1959, mientras que el Foro Sol se inauguró en 1997.

La historia del levantamiento del Foro Sol tiene en en su anecdotario que comenzó como una estructura tubular que el arquitecto Moyao levantó para el concierto de Madonna. Justo el día del concierto, Moyao hizo la última prueba de cargo con unos mil policías en las gradas improvisadas.

Testimonio: "Quiero sobrevivir al coronavirus"

Armando Palomas

“Yo llegué al Foro Sol ese día como si nada, como siempre. Me tomé unos tragos, tocamos de lo más chido y nos pusimos una guarapeta fenomenal… Fíjate, sin saberlo, aquel día fue el último… después de 27 años de hacer siempre lo mismo, aquel día fue el último y yo no lo sabía”.

Fue cerca de la medianoche del 15 de marzo. Armando Palomas gritó “¡Que viva la revolución, locos!”. Unas 20,000 voces le respondieron: “¡Que viva!”. Al fondo se escuchaba la mezcla electrónica de Nortec y un poco también el corrido norteño de Los Tucanes de Tijuana (“bailemos con el tuca / bailemos con el nazo…).

Ese fue el final del Vive Latino 2020. Y de muchas otras cosas, como dice Palomas, quien ese día fue el último cantante en subir a la tarima de la Carpa Doritos en el Foro Sol.

Armando Palomas

“Vamos a pasar a la historia, fíjate bien, porque fuimos el último festival del mundo en realizarse antes de la pandemia. Todos los demás ya se habían cancelado, después del VL ya no hubo más música de festivales en ningún lugar”.

La resaca de aquella guarapeta ha sido la más larga. No solo en la vida de Palomas, sino para el Foro Sol. “Después del Vive Latino, yo tenía planeado presentar mi nuevo disco en el Lunario en julio pero de pronto ya no fue posible… este maldito virus vino a ponernos a todos en cuarentena”.

Cuando salieron del Vive Latino, ya en la madrugada del 16 de marzo, Palomas, Tucanes y Nortec cerraron el Foro Sol para un periodo de silencio que se mantiene hasta hoy.

“¡Cuidado! Zona de alto contagio”, se lee en las mantas que cuelgan de las puertas del Deportivo Magdalena Mixhuca, en cuyo interior está el Foro Sol, el escenario para conciertos más grande en la Ciudad de México y que surgió de la imaginación del arquitecto José Moyao. Porque donde hoy se cuenta la historia de los conciertos de Paul McCartney, Rolling Stones, Madonna, Café Tacvba y muchos otros, en la década de los noventa sólo existían ajolotes que nadaban en campos de futbol abandonados y anegados.

Moyao vio en la curva aperaltada del Autódromo Hermanos Rodríguez, lo mismo que los griegos vieron en las montañas: una elevación ideal para colocar gradas de un gran foro. Y en medio había unas porterías desperdigadas donde nadie pateaba balones.

Del 10 de noviembre de 1993 (cuando sucedió el primer concierto de Madonna) hasta el 15 de marzo de 2020, cuando Palomas y compañía cerraron el Vive Latino, el Foro Sol se mantuvo activo de manera constante.

En una curiosa coincidencia, el año de 1993 es el mismo en que comienza la carrera de Armando. O como él dice: “27 años de hacer siempre lo mismo, cada fin de semana: subirme a una camioneta, llevar los instrumentos, estar en el escenario, tocar, tomarme unos tequilas y salir para buscar el after”.

Por eso tiene claro que lo primero que va a hacer cuando termine la cuarentena es volver a girar para convencerse de que aquel 15 de marzo fue el último pero que no representó el fin, sino el comienzo de una nueva etapa. “Quiero que llegue ese día, fíjate, para gritar: ¡sobrevivimos! Eso quiero, sobrevivir”.

Ignacio López Tarso

Teatro Ignacio López Tarso

Defendiendo al cavernícola se presentaba al declararse la pandemia.

El teatro tiene capacidad para 434 personas.

Se daban cuatro funciones a la semana.

Ha estado cerrado durante 19 semanas.

32,974 personas no han podido ver al Cavernícola durante esta cuarentena.

Se han dejado de dar 76 funciones

Ficha histórica:

Historia de tres siglos

Se ubica dentro del Centro Cultural San Ángel, sobre la Avenida Revolución número 1773.

Antes de centro cultural, el edificio fue Palacio Municipal en el siglo XIX y sede de la delegación Álvaro Obregón hacia la mitad del siglo XX.

En 1988 se convierte en Centro Cultural y se levanta el teatro.

En octubre de 2008 se le cambia el nombre a Teatro Ignacio López Tarso

Testimonio: Por culpa de la pandemia, ya nadie le dice “gracias” a César Bono

César Bono

¿La fecha? Un viernes cualquiera. Es decir, un viernes cualquiera pero antes de la pandemia. Antes de los 45 mil muertos por Covid-19. Antes, por supuesto, de que las rejas del teatro San Ángel se cerraran y se colgara una manta con la frase: Zona de contagio.

En esa época llamada “Antes del Coronavirus”, el actor César Bono llegaba las tardes de los viernes por la avenida Revolución de la ciudad de México, bajaba de su auto y entraba a pie al teatro para actuar el monólogo Defendiendo al cavernícola. Siempre, invariablemente, había alguien que lo detenía para decirle “gracias”.

-¿Gracias de qué? -les preguntaba Bono -Por la función que nos va a dar.

-Y usted cómo sabe que va a ser una buena función ¿qué tal si me enfermo del estómago y me da una diarrea?, respondía el actor con una mezcla de humor ácido y entrañable.

A cuatro meses de que ya no escucha ese “gracias”, César no halla mejor forma de describir este momento que con un verso de Rubén Blades. “Como canta en Pedro Navajas: la vida te da sorpresas / sorpresas te da la vida. Y esta fue una sorpresa enorme ¿quién nos iba a decir que estaríamos tantos días encerrados”.

El teatro López Tarso está dentro del Centro Cultural San Ángel, edificio del siglo XIX que ha sido Palacio Municipal y Delegación de la Álvaro Obregón. En 1988 comienza a operar como centro cultural y ahí llegó César Bono para interpretar Defendiendo al cavernícola.

“Lo he hecho desde hace 19 años y desde la primera función, mi mujer llega después de la función para recogerme. Y le pasa más o menos lo mismo que a mí con el público, ya que la reconocen y le toman fotos”.

La reconocen no porque sea actriz sino porque dentro del monólogo, se proyecta un video en el que la esposa del cavernícola le reprende por no escucharla y no soltar el control de la tele.

“Así que es normal que cuando va por mí al teatro, el público vea a mi adorada Paty”.

Bono, quien acaba de cumplir 70 años, espera que la emergencia por el Covid-19 tenga el mismo final que la influenza. “Aquella vez (en 2009) estuvimos parados un mes pero regresamos. Ahora creo que va a ser igual: deseo que otra vez los viernes sean de ir al teatro y escuchar la palabra 'gracias'”.

Teatro Telcel

Teatro Telcel

130 funciones se han dejado de dar de Chicago.

1380 butacas tiene el teatro.

179,000 boletos han dejado de ponerse a la venta en la taquilla.

Ha estado cerrado durante 19 semanas.

Se ubica en Lago Zúrich 245, colonia Ampliación Granada, Polanco.

Se comenzó a construir en 2008 y se inauguró en 2013.

José de Arimatea Moyao diseñó el escenario.

Ficha histórica:

Arte bajo la tierra

El teatro está seis pisos debajo del nivel de calle. En el video oficial del teatro se le presenta como “un concepto basado en las terrazas y plataformas que usaba la cultura mexica". El escenario mide 6 metros de altura y tiene 40 varas con capacidad para 650 kilos cada una, 13 metros de fondo y una grúa viajera con capacidad de 4 toneladas.

Testimonio: Gángsters a la deriva

María León

Chicago María León

Aquel jueves, María León llegó al Teatro Telcel con la incertidumbre de una pandemia en ciernes. “Las noticias eran confusas. No sabíamos si se iban a cancelar las funciones, la autoridad no tomaba una decisión y nosotros quedamos a la deriva”, recuerda María sobre aquella tercera semana de marzo en la que el coronavirus comenzó a generar el cierre de los espacios de reuniones masivas.

El Telcel es el teatro más nuevo, sofisticado y moderno de la ciudad de México. Enterrado seis niveles por debajo del suelo, es un diseño del arquitecto José Moyao. O mejor dicho, fue Moyao quien rescató el proyecto ya que un primer diseño lo había dejado sin la altura suficiente para dar visibilidad completa a los espectadores.

Ubicado dentro del complejo Plaza Carso (que incluye el Museo Soumaya y el Acuario Inbursa) el teatro se convertía en un eficiente hormiguero con cada función de los musicales que se han presentado: de Los Miserables hasta Chicago, la obra en la que actuaba María León justo cuando se decretó la cuarentena.

“Aunque en realidad fue una decisión más bien del gremio teatral al ver la situación. Decidimos que era mejor bajar el telón que arriesgarnos y arriesgar al público”.

Teatro Fernando Soler

Teatro Fernando Soler del Centro Teatral Manolo Fábregas

Ha estado cerrado durante 19 semanas Al cerrarse, se presentaba la obra Toc Toc.

Se han dejado de dar 114 funciones, 6 cada semana.

49 mil boletos se han dejado de vender en la taquilla.

Teatro Telcel

Teatro México del Centro Teatral Manolo Fábregas

Ha estado cerrado 19 semanas.

Se han dejado de dar 114 funciones, 6 cada semana.

88,920 espectadores, en caso de que se hubieran agotado las funciones, han dejado de asistir durante la cuarentena.

Unos 62 millones de pesos no han ingresado a la taquilla (el precio promedio del boleto es de 700 pesos).

Ficha histórica:

Los teatros que se hicieron con puro amor

La historia de este centro teatral es una de amor: Manolo Fábregas se enamoró de una mujer llamada Fela. Se casaron y de esa unión nacieron cinco hijos y seis teatros.

Manolo, un actor de teatro de estirpe (el apellido Fábregas es leyenda en la historia del teatro hispanoparlante) fue animado por Fela para producir musicales y luego construir sus propios teatros.

Con un préstamo bancario que pagaban con los propios ingresos de sus obras, levantaron los tres teatros del complejo: México, Renacimiento y Fernando Soler.

El arquitecto a cargo fue Carlos Herrera.

Manolo y Fela también manejaron otros teatros: el Manolo Fábregas, de Serapio Rendón; el San Rafael, del Circuito Interior; y el Virginia Fábregas, ubicado en la calle Velázquez de León.

Edición: Julio Quijano

Fotos: Berenice Fragoso, Adriana Hernández y Archivo-EL UNIVERSAL

Diseño Web: Miguel Ángel Garnica

03-ago-2020