El 18 de mayo se tiene prevista la reapertura de 269 municipios del país repartidos en 15 estados, pero ¿su población está lista para retomar las actividades? El Índice de Vulnerabilidad creado por el CMEI muestra que en Veracruz, Jalisco, Puebla, Guanajuato, Chiapas y Nuevo León, seis de las 15 entidades en donde se dará esta primera etapa de reactivación, más del 60% de su población es altamente vulnerable al COVID-19, esto tomando en cuenta únicamente las características de sus habitantes (sexo y edad) y las comorbilidades existentes, es decir las enfermedades que ya padecen.
Estos datos nos muestran una cifra muy simple pero también atemorizante. Si por ejemplo en Nuevo León no se cumplen las medidas de mitigación y disminuyen las que están vigentes de manera anticipada, el 64% de su población está en riesgo de contraer el virus. ¿Qué quiere decir esto? Que hay cinco millones de habitantes que tienen más de 10 años y padecen obesidad, hipertensión, diabetes, tabaquismo, insuficiencia renal u otras enfermedades cardiovasculares, y más de 1 millones de habitantes que tienen más de 60 años con las mismas condiciones, lo cual les da una mayor probabilidad de infectarse de COVID-19. Todo esto para un sistema de salud que hasta diciembre de 2019 solo contaba con 6,715 camas hospitalarias.
Diferencia de impacto por regiones
El panorama cambia radicalmente en algunas zonas del país. En 562 de los 570 municipios que componen Oaxaca el índice de vulnerabilidad es mucho menor que el indicador a nivel nacional, el cual está en 0.41, esto es resultado de que sus habitantes tienen pocas comorbilidades y al mismo tiempo pudiera estar asociadas a la pobreza del estado. En promedio, apenas el 11% del total de su población tiene alguna de las enfermedades crónicas que agrava el contagio de COVID-19. Este indicador es algo positivo ante una tasa de camas por cada mil habitantes vulnerables casi nula.
Ya que, si los casi dos millones de habitantes vulnerables requirieran servicios hospitalarios, el sistema no alcanzaría en lo absoluto. Hasta el 2019, en todo Oaxaca se tenía el conteo de dos mil 869 camas de hospitalización.
La situación de Oaxaca se repite en otras zonas como en la Sierra de Sonora.
Al inicio de la pandemia, el perfil de los mexicanos que dieron positivo al COVID-19 mostraba una edad promedio de 43 años, ocho menos que en España y 15 años por debajo de los casos en Italia, pero esta pequeña “ventaja” que el propio Hugo López-Gatell, subsecretario de la Secretaría de Salud, enfatizó en varias conferencias, fue perdiendo fuerza frente a la prevalencia de otros padecimientos en la población mexicana.
De acuerdo con las propias estimaciones del subsecretario, el 14% de los mexicanos son diabéticos, 75% tiene sobrepeso u obesidad y una cuarta parte es hipertensa. Y de lo poco que apenas se conoce sobre el coronavirus es que una mezcla de edad avanzada, el sexo del paciente y enfermedades como la hipertensión o la obesidad, aumentan exponencialmente las condiciones de riesgo de que el contagiado requiera hospitalización y medidas más extremas.
En la frontera norte los datos no muestran una situación sencilla. Tijuana, Baja California es uno de los municipios con el mayor número de contagios en el país (más de mil 300 casos hasta el 12 de mayo) y de las cinco regiones que componen el estado, este es el que tiene una mayor población vulnerable: un millón 145 mil 194 tijuanenses tienen un riesgo de contagio alto. Si se compara esto con las dos mil 82 camas con las que contaba la región hasta 2019 el panorama para el sistema hospitalario podría ser muy presionante.
Y es que, en este municipio, tres de cada diez habitantes padecen obesidad o tabaquismo.
La pandemia del COVID-19 puso los reflectores sobre un vacío enorme en México: la falta real de recursos hospitalarios. Hasta 2019 se contaban con 138 mil 480 camas -desde hospitalarias y de terapia intensiva- en todo el territorio mexicano. Esta cifra siempre ha puesto al país por debajo de los estándares internacionales. De todos los miembros de la OECD, México está entre los cinco últimos con menos camas por cada 100 mil habitantes.
Este especial creado por EL UNIVERSAL y CMEI pretende dar una estimación de cuántas personas podrían estar en riesgo alto de contagio y de requerir servicios hospitalarios tan simples como una cama de hospital. El índice tiene una sobreestimación debido a que no se pudo determinar si una persona tiene más de una comorbilidad y a que ya hay medidas de contención actualmente.
Especialistas aseguran que el pico de contagios aún no llega a México, por lo que la presión para el sistema hospitalario está lejos de llegar a su fin y es importante tener claro en dónde está la población más vulnerable del país y así tener disponibles los recursos médicos suficientes que ayuden a mitigar el virus.
Ubica tu municipio
En esta sección puedes consultar la vulnerabilidad y la capacidad hospitalaria en cualquier municipio o alcaldía del país. Usa el buscador para encontrar tu municipio y ver los detalles.
Porcentaje de población con otras enfermedades
Índice de vulnerabilidad a nivel nacional: 0.41
Índice de vulnerabilidad:
Camas por cada 1,000 habitantes vulnerables:
