El choque, su destino
El jueves 17 de septiembre de 1925, Frida Kahlo y su amigo Alejandro Gómez Arias abordaron un camión de la ruta a Coyoacán, del cual se bajaron para buscar una “sombrillita” que ella había perdido, y luego tomaron otro camión. Esa pequeña decisión cambió sus vidas.
Así lo relató Frida
Así lo relató El Universal
“Los camiones de mi época eran una cosa absolutamente endeble, comenzaban a circular y tenían mucho éxito, los tranvías andaban vacíos...
“Subí al camión con Alejandro Gómez Arias, yo me metí a la orilla junto al pasamanos, Alejandro junto a mí...
“A las 19:00, en la esquina que forman las calles de Cuatemotzín y Calzada de San Antonio Abad, se registró un formidable choque...
“Entre el motor 829 de la línea de Tlalpan, que era manejado por el motorista número 3845, J. Gómez...
“Momentos después, el camión chocó con un tren de la línea Xochimilco...
“Nuestro camionero era un joven nervioso, el tranvía al dar la vuelta, arrastró el camión contra la pared...
“y el camión de la línea de Coyoacán, marcado con la placa número 17855, y que guiaba el chofer J. Belmont...
“testigos presenciales declararon que el único culpable fue el motorista Gómez, quien no tuvo la precaución de disminuir la velocidad del motor que manejaba...
“El tren aplastó el camión. Fue un choque extraño. No fue violento sino sordo, lento y maltrató a todos. A mí, mucho más”.
“lo que dio como resultado que el tranvía chocara con el camión que quedó totalmente destruido”.
Crónicas de otros diarios publicadas al día siguiente mencionaban que el autobús se había detenido de forma imprudente sobre las vías*.