El Universal

MERCADOS,

ya no son lo que eran en la 'nueva normalidad'

El riesgo de contagio está desde la entrada

CUERNAVACA, Morelos

JUSTINO MIRANDA

CUERNAVACA, Mor.- Desde la entrada al mercado Adolfo López Mateos, el más grande de Morelos, comienza el riesgo de contagio del Covid-19. El comerciante encargado de poner una gota de gel en la mano a los clientes usa de forma irregular el cubre bocas, de cuando en cuando se lo quita porque resulta incómodo.

Algunos consumidores llegan sin la protección, se molestan cuando se les pide y sólo entonces sacan el cubre bocas de su bolsa y se lo colocan, pero una vez en el interior se lo quitan y así comienzan su travesía por los diferentes pasillos por donde caben dos personas y eventualmente hay roces entre los clientes.

El Director de Mercados en el Ayuntamiento de Cuernavaca, Jorge Luis García Ocampo, asegura que en el mercado se practica la sana distancia entre locales y pasillos, se aplica de forma constante el gel antibacterial, se usa el cubre bocas y en los puestos de frutas y verduras se despacha directamente sin que los compradores tengan contacto con los artículos.

Mercado Morelos

Mercado Benito Juárez en Jojutla, Morelos

Pero la realidad es distinta porque pocos acatan el protocolo de alerta sanitaria y no por nada el mercado de Cuernavaca es considerado, por el Comité Municipal Covid-19, como uno de los puntos de mayor riesgo de contagio.

Algunos locatarios no usan el cubre bocas, tampoco guantes, permiten que los clientes escojan las frutas y verduras. Durante un recorrido, realizado antes del mediodía, no se vio a comerciantes con guantes y tampoco realizando actividades de sanitización.

Alma Leyva, vendedoras de verduras, sí usa cubrebocas, gel y pide a sus clientes seguir el protocolo, pero permite que cada quien escoja sus productos porque “así están acostumbrados”.

En el mercado Benito Juárez de Jojutla, el Ayuntamiento instaló una puerta sanitizante que cuenta con termómetro de proximidad para la toma de temperatura a distancia ya sea con la palma de la mano o frente, rociador que utiliza sales de amonio cuaternario, ideal para el uso corporal, así como tapete sanitizante y dispensador de gel antibacterial y cubrebocas, como parte de las medidas preventivas para disminuir el riesgo de contagio de covid-19.


En San Juan de Dios, la sanidad es a medias

GUADALAJARA, Jalisco

RAÚL TORRES
Fotos: OMAR CONTRERAS

GUADALAJARA.- En el mercado Libertad, mejor conocido como San Juan de Dios, es imposible la “sana distancia”: aunque es considerado el mercado techado más grande de América Latina por sus 4 mil metros cuadrados y cerca de 3 mil locales, la estrechez de sus pasillos –de aproximadamente metro y medio de ancho– provoca inevitables encuentros cercanos entre personas que, en muchas ocasiones, usan el cubrebocas como accesorio para el cuello o de plano no lo portan.

La pandemia obligó a cerrar a la mayoría de los locales desde el 20 de marzo y para que pudieran reabrir el pasado 1 de junio el gobierno de Jalisco impuso una serie de medidas sanitarias que el ayuntamiento de Guadalajara debe revisar, sin embargo parece que su cumplimiento queda a contentillo de clientes y comerciantes.

En cada una de las entradas hay un filtro sanitario y las medidas establecidas indican que algún locatario debe tomar la temperatura de quien ingrese, revisar que use cubrebocas y se unte gel antibacterial en las manos.

Mercado Corona en el centro de Guadalajara.
El Universal/Carlos Zepeda

En uno de los accesos principales un joven está sentado detrás de una pequeña mesa donde sólo hay un dispensador con algo parecido a alcohol con agua; entretenido en su teléfono difícilmente levanta la mirada par revisar que quien entra use cubrebocas y concentra sus acciones en apretar el gatillo del termómetro infrarojo que apunta sobre el brazo de quien pasa.

Tres puertas a la izquierda, al bajar las escalinatas que se derraman desde la Plaza Tapatía, otro joven se para frente a quien busca entrar, toma la temperatura en la frente, ofrece gel (o algo parecido), revisa que el cubrebocas vaya en su sitio y da la bienvenida.

Para evitar aglomeraciones y permitir más espacio a la sana distancia las autoridades han dispuesto que los locales con número par abran un día y los nones otro, pero son pocos los que están dispuestos a perder más días de venta después de 70 días de encierro.

A pesar de la notoria baja de clientes (entre 40 y 50%, según los comerciantes) este mercado es bullicioso y muchas de las conversaciones se dan a voz en cuello, de un local a otro, por lo que al recorrer sus tres pisos será difícil no cruzarse en una de ellas y quedar en medio de los interlocutores; detenerse a inspeccionar si éstos portan o no el cubrebocas que evitaría la dispersión de gotículas de saliva potencialmente infecciosas, dependerá del temple de cada quien.


"No te acerques donde venden pollos y pescados"

VILLAHERMOSA, Tabasco

LEOBARDO PÉREZ MARÍN
Fotos: LUMA LÓPEZ

VILLAHERMOSA.- “Sí vas al mercado Pino Suárez no te acerques donde venden pollos y pescados porque se dieron contagios de Covid-19”, advirtió un locatario cuando se le aborda para preguntarle sobre la situación que se vive en el centro de abasto más grande de Villahermosa, donde locales siguen cerrados por miedo a la pandemia.

Es este mercado hay mil 200 locatarios pero la emergencia sanitaria, obligó a bajar la cortina a los comercios no esenciales y ahora el regreso a la Nueva Normalidad solo reabrieron cerca de 500, según explicó Dionisio Alejandro Zurita, líder de los vendedores de tacos y refrescos, quien aseguró que han sido olvidados por los tres niveles de gobierno, además que, la gente no llega a comprar debido a que no se instalaron adecuadamente los filtros de sanitización.

Antes de la emergencia llegaban poco más de 2 mil compradores, ahora no rebasan ni los 500, por lo que las ventas han bajado más de 70% en todos los locales.

“De todos los comercios los más afectados son los de pescados y mariscos, los de novedades, peluquerías, relojerías, y comercios general. Esos son los más afectados porque a veces solo sacan para el pasaje o la comida porque no llega la gente”, indicó Zurita.

Fotos: Luma López

En un recorrido en el mercado Pino Suárez se pudo observar que en una de las entrada solo hay una joven colocando poco de agua con jabón a quienes ingresan, pero en las otras tres no hay revisiones ni módulos de atención. En una sólo hay agua y jabón pero no hay personal de vigilancia que obligue a las personas a lavarse las manos y tampoco a usar cubre bocas.

Y es que a pesar que Tabasco es uno de los estados en el país con mayor índice de contagios y decesos por Covid-19, poca es la atención del ayuntamiento y la Secretaría de Salud para vigilar que se cumplan con las medidas de protección y sana distancia, los propios locatarios se quejan del abandono en el que se encuentran.

Se puede apreciar decenas de locales cerrados, sobre todo en el área de comida y abarrotes, donde las ventas han bajado.

De acuerdo con algunas versiones fue en la zona de pescados y pollos donde se dio un brote de Coronavirus y donde murieron varios comerciantes, pero de eso, pocos quieren hablar para no alejar más a los visitantes.


En Guerrero, los mercados nunca cerraron

CHILPANCINGO, Guerrero

ARTURO DE DIOS PALMA

Chilpancingo.- El mercado Baltazar R. Leyva Mancilla de Chilpancingo casi siempre ha estado abarrotado, sin importar la emergencia sanitaria provocada por Covid-19.

En este tiempo en esta central de abasto las cosas muy poco han variado. Este primer fin de semana de julio, en las entradas no hay filtros sanitarios, nadie ofrece gel antibacterial no supervisa que las personas entren con cubreboca, que en Guerrero su uso es obligatorio.

Adentro, todos los puestos están abierto, sin importar que ofrezcan ropa, aparatos electrónicos, de belleza, zapatos, todos estos considerados no esenciales en esta emergencia. En los pasillos, las aglomeraciones son cotidianas, la sana distancias no existe en este mercado. Lo que si portan la mayoría, tanto comerciantes como compradores, es el cubrebocas.

En mayo, en el mercado se endurecieron las medidas restrictivas. Los propios comerciantes instalaron cercos sanitarios: en las entradas ofrecían gel antibacterial y no permitían el acceso sin cubrebocas. Cerraron una calle paralela al mercado por la vasta aglomeración. Por su parte, las autoridades junto con militares y policías obligaron a cerrar unos 300 negocios “no esenciales”.

Aunque esto duró poco. A los 12 días, los negocios no esenciales volvieron abrir en su totalidad y los filtros sanitarios se relajaron.

La realidad es que los mercados en Guerrero nunca han dejado de tener la movilidad habitual, y eso ha tenido consecuencias.

El caso emblemático es el mercado de Iguala y sus alrededores fueron considerados foco rojo de contagios.

“En el mercado municipal la última cuenta que nos hicieron era de 31 personas que habían fallecido, que eran comerciantes o personas que vendían alrededor del mercado”, explica el alcalde de Iguala, Antonio Jaimes Herrera.

A casi dos meses de la pandemia, el mercado central de Iguala continúa con una alta movilidad: en las avenidas Altamirano y Galeana, las dos paralelas, decenas de personas se aglomeran en puestos, incluso, en negocios considerados como no “esenciales”.

Esta alta movilidad sigue presente pese a que el ayuntamiento restringió el acceso: un día sólo pueden entrar mujeres y el otro sólo hombres, además de cierre de negocios no esenciales, lo que se incumple un día sí y otro también.


"Ahora sí, que se cuide quien quiera"

SAN LUIS POTOSÍ

Nancy Hernández

SAN LUIS POTOSÍ.- Inquieta por atender a la clientela que va haciendo fila, sin implementar la sana distancia o portar un cubrebocas, Patricia Briones, quien tiene más de 30 años vendiendo fruta en el mercado República en San Luis Potosí, reconoce que en la última semana se ha logrado recuperar la actividad en este lugar. La afluencia -según comenta- ya es casi de un 70% más de lo que se registró durante abril y mayo.

La llamada Nueva Normalidad, aunque es popular, no es suficiente para que usuarios y locatarios modifiquen sus hábitos y apliquen los principios sanitarios básicos en su actividad cotidiana.

A raíz de la pandemia, los horarios en los mercados del estado potosino se modificaron, anteriormente operaban desde las 8:00 a las 21:00 horas; actualmente el horario es de 8:00 a 18:00 horas.

Mercados ante el Covid-19

Fotos Nancy Hernández

Aunque el llegar a contraer el virus causa temor, sobre todo a aquellos que tienen toda una vida dedicándose a las ventas del mercado y que son mayores de 60 años, no les queda otra opción porque para ellos “no hay sueldos seguros. Tampoco nadie nos regala el gel ni cubrebocas, apenas y sale para el día, menos vamos a tener para comprar caretas de esas”, reclamó Juanita, quien vende nopales y verduras en los pasillos del Mercado Hidalgo.

La normalidad que se vive en instituciones o establecimientos privados dista mucho de lo que se aprecia en espacios públicos; en los mercados no hay filtros para ingresar, tampoco es obligatorio el uso de cubrebocas, no hay despachadores de gel antibacterial y los usuarios se molestan cuando los locatarios les invitan a portar cubrebocas o aplicar gel antes de tocar la mercancía.

“No hay filtros, no hay quien vigile a las entradas, cada locatario tiene su gel o alcohol o lo que podemos porque todo se puso bien caro. Les recomendamos que traigan su gel o cubre bocas, pero la verdad, las personas se molestan, porque les decimos que apliquen el protocolo, o también se molestan si no los dejamos escoger la mercancía, entonces ya no les dicimos nada, porque si no, no vendes. Ahora sí, que se cuide quien quiera”, dijo Ana Cecilia Rosas, quien es locataria del mercado República desde hace 20 años.


En Chiapas, cumplen medidas a medias

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas

ÓSCAR GUTIÉRREZ

TUXTLA GUTIÉRREZ. - En los mercados de la capital de Chiapas, las medidas sanitarias impuestas por las autoridades de Salud se cumplen parcialmente.

Los locatarios de mercados operan en un 80%, con baja afluencia de compradores. En las entradas se colocaron tapetes sanitarios,módulos de lavado de manos, marcas de sana distancia y es obligatorio el uso de cubrebocas, además de que está restringido el paso a los niños.

Como medida adicional, las autoridades se encargan de desinfectar los inmuebles, se tiene perifoneo constante sobre medidas preventivas y avisos sanitarios en los puestos. También la autoridad local proporcionó caretas a los locatarios, pero sólo la utilizan un 10% de ellos.

En el mercado Juan Sabines la mercancía se ofrece de manera habitual, más que pregonar los locatarios llaman a los marchantes y muy pocos ofrecen pruebas de sus productos,. El intercambio de dinero se hace de manera habitual, sin ninguna medida de sanidad.

Sebastián Jiménez, un tzeltal de 22 años originario de una comunidad del municipio de Tumbalá fue despedido hace 15 días de una empresa armadora de piezas eléctricas automotrices. Parte de su liquidación la empleó en adquirir un bastidor transportable y cubrebocas que vende en calles aledañas al mercado.

Mercados ante el Covid-19

Fotos Óscar Gutiérrez

"No me ha ido tan mal económicamente con la pandemia, pues recorriendo el centro de la ciudad vendo mi mercancía y gano unos 300 pesos diarios para el sustento", afirmó el joven que pondera el cuidado de la salud en la actual contingencia sanitaria como la prioridad más importante.

Miguel Girón, originario del municipio de Tenejapa, a cargo de un estacionamiento público comentó que "ahí la va pasando" con los pocos clientes que llegan al sitio, y aunque hace dos semanas enfermó del nuevo coronavirus, lo superó con algunos medicamentos y con "tragos calientes de aguardiente El Tucán y Rancho Escondido ".

En tanto, el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez aprobó el uso obligatorio del cubrebocas en espacios públicos y cerrados, porque "cientos de personas" caminan por las calles, supermercados, parques y espacios públicos "sin la mínima protección personal, como el cubrebocas" . Al respecto, el alcalde Carlos Morales Vázquez, lamenta que una parte de la población no asuma la esponsabilidad de cuidarse y, señaló que esa conducta pone "en serio peligro la vida de otras personas".


Nadie entra sin cubrebocas

LA PAZ, Baja California Sur

GLADYS NAVARRO

La Paz.- En los mercados de La Paz, Baja California Sur, nadie entra si no trae cubrebocas. Una persona se encuentra en la entrada proporcionando gel antibacterial a cada cliente que se aproxima. Casi la totalidad de los locales estuvieron cerrados desde marzo y hasta mediados de junio, por ello, dicen que quieren cuidarse para no tener que volver a cerrar.

Fabiola Hernández vende frutas y verduras en el Mercado General Agustín Olachea Aviles y platica que, afortunadamente, ella pudo quedarse cuando las medidas fueron más estrictas, en marzo. Las ventas bajaron, sobre todo porque se dedica a surtir a restaurantes.

“Sí fue bastante complicado porque cerraron todos pero tuvimos que innovar, pensar cómo podíamos hacerle porque no sabíamos cuándo volveríamos a ser proveedores”. Por ello armó cajas de frutas y verduras para ofrecerlas a domicilio a través de redes sociales.

“En el Facebook, ahí empezamos a decirle a la gente que nos apoyara y gracias a Dios pudimos salir adelante así en estos meses”, relata.

Dice que a partir del 15 de junio, con la reactivación económica en el estado, los clientes han empezado a llegar un poco más.

Los locatarios colocaron marcas en el piso desde donde los clientes se colocan y piden sus productos, los pueden ver y tocar, pero prefieren ellos mismos entregarlos.

Fabiola usa su cubrebocas e intenta en lo posible, dice, guardar distancia. Y se siente más o menos tranquila, porque solo hay un acceso en el mercado, donde una persona está vigilando que todos los compradores cumplan las normas.

Los clientes no se sorprenden, la mayoría dicen que ya están acostumbrados porque han estado comprando desde marzo y conocen las reglas.

El titular de Fomento Económico del Ayuntamiento de La Paz, Felipe González, dijo que al principio de la pandemia fue difícil convencer a los locatarios de la importancia de la sanitización, pues se negaban a las medidas de higiene; sin embargo, luego de varias capacitaciones se pudieron implementar estas medidas.

“No fue nada fácil, nos llegaron a decir que eso era un invento, pero platicamos con ellos y actualmente están involucrados en los cuidados y acciones preventivas”, expuso a EL UNIVERSAL.


En el Argüelles, dan la batalla al coronavirus

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas

ROBERTO AGUILAR

CIUDAD VICTORIA.- Los locatarios del Mercado Argüelles se “armaron” con gel, caretas, cubrebocas y pistolas termómetros para dar la batalla al coronavirus.

La historia de este legendario sitio se remonta al 16 de julio de 1907 cuando se inauguró con el nombre de Parián. Desde entonces ha sido un lugar pintoresco, con el ir y venir de la gente de toda la región.

El Argüelles ha sobrevivido a dos incendios, y como dice don José, “vivimos tiempos muy difíciles, pero estamos luchando y vamos a vencer al Covid”.

El 1 de junio los comerciantes habían visto una luz al final del túnel, porque las autoridades estatales comenzaron a reactivar de forma gradual las actividades económicas.

Pero el anuncio del gobierno federal provocó que la gente saliera en gran número a las calles, las cifras de personas contagiadas se multiplicaron y de nueva cuenta el Consejo Estatal de Seguridad en Salud endureció las restricciones en ocho municipios, entre ellos Ciudad Victoria.

Aunque el Mercado Argüelles resintió la medida, con decenas de cortinas de metal que tuvieron que bajarse (al vender productos no esenciales), sigue siendo uno de los sitios con mayor concentración de clientela.

Los dueños de las fruterías, carnicerías y locales de venta de jugos redoblaron esfuerzos y han incorporado el uso de cubrebocas entre los empleados, caretas y gel antibacterial para los clientes.

Mercados ante el Covid-19

Fotos Roberto Aguilar

El dirigente de la Unión de Locatarios, Fernando Tovar, explica que incrementaron los filtros sanitarios en los accesos del mercado, “verificamos que los clientes porten cubrebocas, se les checa la temperatura y les ofrecemos gel”.

Agregó que en todos los locales abiertos reglamentariamente han colocado señalamientos, donde indican la sana distancia.

Tovar asegura que todos los comerciantes están haciendo un esfuerzo voluntario para cumplir con las medidas que les piden las autoridades. “Se busca generar confianza entre la clientela”, añade.

En el pasillo que se ubica por la calle Hidalgo está ubicada una larga cortina sanitizante, por donde todo el público puede pasar.

Y a unos metros, en una de las fruterías más visitadas se observa a tres empleadas utilizando cubrebocas y caretas.

Pero a pesar de todas las acciones, la gran concentración de personas genera temor en algunos visitantes, como doña María de los Ángeles Ruiz, quien reconoce que necesita valor para ir a hacer la compra


Covid-19 arruina a locatarios del Mercado Municipal de Hermosillo

HERMOSILLO, Sonora

Amalia Escobar

Hermosillo.- La nueva normalidad también los está matando. Los locatarios del Mercado Municipal Número Uno se miran con desconsuelo, se resisten a cerrar a pesar de que sus ventas se desplomaron hasta un 90% a raíz de la emergencia sanitaria por Covid-19.

Se cuidan unos a otros para que se cumplan las disposiciones sanitarias emanadas de la Secretaría de Salud en el estado, pues ya resintieron un golpe fuerte del 24 de marzo al 6 de abril, cuando se les ordenó cerrar a causa de la pandemia, tiempo que aprovecharon para sanitizar y hacer limpieza a fondo.

En el mercado que cuenta con 45 puestos en el interior, sólo han abierto ocho carnicerías, tres verdulerías, un abarrote, un expendio de pollo, salchichonería y una yerbería, además varios cafés y restaurantes. Los 12 locales del exterior permanecen cerrados, excepto una panadería.

Antes de la pandemia, abrían desde las 4:30 y cerraban a las 18:00 horas; hoy abren a las 6:00 y cierran antes de las 15:00 horas, no hay para que quedarse más tarde, todo se queda solo.

María Fernanda Félix Peña encargada del Café Carmen, comentó a EL UNIVERSAL que para la reapertura tuvieron que tomar un curso en línea impartido por el IMSS sobre “Recomendaciones para un retorno seguro al trabajo ante Covid-19”, donde se les orientó sobre las nuevas medidas que deben adoptar para protegerse y proteger a sus clientes.

Mercados ante el Covid-19

Fotos Amalia Escobar

En esta nueva normalidad, los locatarios y los trabajadores se han sujetado al cambio de reglas, pues desde los accesos al mercado se cuenta con un tapete sanitizante y una persona rocía desinfectante en las manos; en los lugares de comida se bloquean bancos para que se respete la sana distancia, no se deja entrar a menores de 12 años, se exige el uso de cubrebocas y se cobra con guantes o con una bolsa de plástico.

No obstante, Brenda Márquez, de Abarrotes “El Tata”, expresó con molestia que por lo regular personas mayores son renuentes a usar el tapaboca, después de ingresar al mercado se lo quitan, lo traen en la mano, en el cuello, en la frente, y se molestan cuando se les pide respeto, dicen que eso no existe –el coronavirus-, yo les digo que no es pregunta, es respeto, es educación traer el cubrebocas, “es muy grosera la gente mayor”, dijo.

La pandemia ha generado normas, pero no ha modificado hábitos al exterior del mercado; los andadores a donde acudían los adultos mayores a sentarse para ver pasar gente, fueron cercados con vayas por el ayuntamiento, sin embargo, ellos llegan con sus sillas y se colocan alrededor de la cerca.

Lo único que persiste y da vida al lugar, son las ganas de atender, ya que a todas las personas se les recibe a gritos: ¿Qué va a querer?, ¿Qué le damos?, ¿Qué va a llevar?, ¿Cómo le ayudamos?, ¿Qué se le ofrece?, ¡pásele, pásele!


En Torreón, la gente baja la guardia

TORREÓN, Coahuila

Francisco Rodríguez

Torreón.- En el mercado Alianza de Torreón, las medidas de protección para evitar el contagio por Covid-19 se aligeraron. En los viejos puestos la gente se amontona, se miran niños y, a lo mucho, la mitad de los clientes y vendedores usan cubrebocas.

“No hay mucho cuidado en el mercado”, comenta Luis Ernesto Mendoza, dueño de un puesto de verduras y se ríe cuando lo dice. Él no usa cubrebocas pero asegura que mantiene medidas de higiene, el metro y medio de distancia de la gente, no se toca la cara y se lava las manos constantemente.

Pedro Pasillas, dirigente de los locatarios del mercado, se burla cuando se le pregunta si los clientes acuden con miedo: “Vienen con confianza; después de estar confinados ya salen con ganas de andar caminando, de circular. Han aligerado la guardia”.

Además, muchas personas que llevan tapabocas, lo bajan y lo tienen a la barbilla. “Es que uno suda mucho y se ahoga”, comenta una señora mientras escoge tomates entre la gente. Además, entre los encargados de los puestos, usar cubrebocas es un impedimento para gritar las ofertas del día: “pásele, güero, qué busca”, grita alguno; “tenemos mango, tomate, cebolla”, grita otro. El mercado Alianza respira el griterío de las ofertas.

Pedro Pasillas cuenta que en un inicio instalaron filtros a las entradas del mercado pero la gente se molestaba. Cuando no les permitían la entrada porque no llevaban cubrebocas, se les echaban encima; “había pleito”, dice.

En el mercado no hay inspectores de planta pero ocasionalmente acuden los de Plazas y Mercados y exhortan a manejar las reglas de sanidad, pero queda en eso, en un exhorto. También por lo menos dos veces a la semana, personal de Salud municipal llega al mercado a sanitizarlo.

Mercados ante el Covid-19

Fotos Francisco Rodríguez

“Pasan por dentro. A veces pasan a las 6 de la mañana y luego en la tarde. Yo no veo a la gente con miedo, alguna sí precavida”, menciona Raúl Ramírez, dueño de un puesto en el mercado. Raúl enseña su gel antibacterial y dice que constantemente se está poniendo, sobre todo por el intercambio de dinero. Pero nadie en el mercado ofrece el gel a los clientes. “La verdad es que mucha gente se amontona, no se cumple”, dice entre risas Luis Ernesto Mendoza.

Ventas no han levantado

Raúl Ramírez cuenta que las ventas han bajado un 50 por ciento en comparación a como estaba previo a la pandemia. Pero asegura que afortunadamente se han mantenido.

Raúl agrega que saca para la renta, para la comida, “para el chivo de la casa”, resume.

Luis Ernesto Mendoza refiere que las ventas repuntan los fines de semana o los días de quincena. Desde que se reiniciaron actividades en Torreón, comenzó a llegar más gente pero todavía no se alcanzan las ventas que tenían. “Hay que conseguir barato para dar más barato que en otros mercados”, recomienda.


En Culiacán las ventas no repuntan

CULIACÁN, Sinaloa

Javier Cabrera Martínez

Culiacán, Sin 3 de Julio–En el mercado municipal Garmendia, el más grande y antiguo de Culiacán, las ventas no repuntan, sus clientes que ahora tienen que usar cubre bocas, sanitizar su calzado al entrar y limpiar sus manos con gel antibacterial, aún tienen recelo de acudir a este centro de abasto.

A lo largo de sus 106 años de edificación, en el centro de la capital, sus locatarios, por primera vez, temerosos de los contagios de Covid-19, luego del fallecimiento de su exlíder, Joaquín “N”, de 42 años de edad, cerraron sus puertas durante dos semanas.

Todos los vendedores de carne, especies, frutas, lácteos, licuados, legumbres, pescado, pan y verduras, así como los comerciantes, ubicados en los pasillos internos y externos, con venta de bisutería, comida, huaraches, cinturones, zapatos, se sometieron a exámenes de laboratorio.

El mercado municipa fue sometido a varios proceso de sanitización profunda y se bloqueo a la circulación vehicular, todas las calles que lo circundan, por lo que en su reapertura el lunes 27 de abril, resintió una severa caída en sus ventas.

Con un horario de servicio al público de 6:00 a las 16:00 horas, los locatarios deben llevar cubre bocas, a su ingreso al inmueble se les verifica la temperatura, se les ofrece gel antibacterial y deben sanitizar su calzado, la misma norma se aplica a clientes.

A los consumidores, las autoridades de salud les recomiendan, hacer una lista de sus compras de alimentos frescos y calcular el monto de sus gastos en el mercado, para no permanecer mucho tiempo buscando los productos y reducir el manejo de dinero y los cambios.

Mercados ante el Covid-19

Foto: Javier Cabrera

Omar Figueroa Ramos, presidente de la Unión de Locatarios del Garmendia observa que el pánico que se ha generado con el aislamiento y el cierre de calles que cruzan el mercado, mantiene una baja asistencia de clientes. Señala que las persons que acuden a comprar su mandado ahora tienen que caminar varias calles para tomar el camión, puesto que se cerró las calles del centro y los que se desplazan en sus vehículos no encuentran estacionamientos cercanos, ello ha contribuido a las bajas ventas.

Jesús “N”, propietario, de uno de los locales con venta de verduras, dice que son visitados continuamente por inspectores municipales y de salud para verificar que los locatarios porten el cubre bocas, al igual que los compradores.


En Michoacán, los comerciantes se toman en serio las medidas

MORELIA, Michoacán

Carlos Arrieta

Morelia.- Mientras la mayoría de los comerciantes de los tianguis y mercados de Michoacán toman enserio las medidas sanitarias para frenar el contagio de coronavirus, a los compradores parece no importarles mucho.

EL UNIVERSAL recorrió algunos tianguis; entre ellos, uno de los dos más grandes de la ciudad de Morelia, donde era evidente la preocupación de los oferentes.

Los comerciantes gritan para ofrecer sus productos y dar a conocer las ofertas, pero a distancia. Están conscientes que no pueden evitar el contacto con los consumidores.

Siguen las recomendaciones que la autoridad les ha implementado y asumen el costo económico que ello implica.

En el mercado conocido como La Feria, se instalaron entra cada entrada y áreas, tapetes sanitizantes y recipientes con alcohol en gel.

Los comerciantes tienen en todos los puestos un dispensador con gel antibacterial; utilizan cubrebocas y en algunos casos guantes de látex.

Ya no se ofrecen pruebas de los productos y en lo posible, sanitizan el dinero al recibirlo, en manos de una persona designada para ello.

Mercados ante el Covid-19

Fotos Carlos Arrieta

Para Laura Ortíz, vendedora de frutas de temporada, es prioritario obedecer e implementar todas las medidas sanitarias que ordenan las autoridades.

“Más que nada por prevención para nuestra clientela que es la base fundamental de nuestros ingresos”, enfatizó.

Destacó que en el acceso a ese tianguis, colocaron lonas donde piden a los adultos mayores, a niños y a las mujeres embarazadas que no acudan por su propia seguridad.

Sin embargo, algunos consumidores no siguen las recomendaciones.

No utilizan cubrebocas, se resisten a sanitizar sus bolsas e incluso el calzado. Van familias completas sin las medidas de seguridad sanitarias.

Gabriela Rendón, acompañada de su esposo y un hijo, realizan sus compras sin algún cuidado; expone que no le da temor contagiarse.

“Porque no conozco a nadie con ninguna enfermedad de la que dicen que existe. Cuando yo lo vea, lo voy a creer”, reitera la mujer entre carcajadas.


En Puebla, entre dos realidades

PUEBLA, Puebla

Édgar Ávila Pérez

Puebla. - Al oriente de la ciudad de Puebla, el Mercado Morelos - uno de los más concurridos de la zona metropolitana- se divide en dos secciones y en dos formas de enfrentar el Covid-19.

En la primera sección, con venta de carnes de todo tipo, nadie entra sin cubrebocas. Los propios locatarios fungen de vigilantes sanitarios.

El gel sanitizante en el acceso forma parte ya de las instalaciones que lucen ordenadas y limpias. Pisos relucientes y cada puesto con dispensadores de gel. Y más del 50% de locatarios con cubrebocas bien puesto.

En la segunda sección, con venta de frutas y verduras, las medidas preventivas desaparecen: el uso de cubrebocas y gel es a criterio de cada uno de los locatarios.

Se acabaron aquellos gritos para llamar la atención de la clientela, pero no las pruebas de las jugosas frutas. Y en ambas secciones Susana Distancia queda "apachurrada" por las amas de casa y padres de familia que surten su despensa.

Desde el inicio de la pandemia, las autoridades municipales dictaron medidas rigurosas de lavado de pisos y sanitización al interior de los mercados públicos.

Los operativos de toma de temperatura y verificación de medidas como uso de cubrebocas y sana distancia se han efectuado lo mismo en los mercados Unidad Guadalupe Santa María, 5 de Mayo, La Acocota, Colombres, que en el Xonkcateoec I y II, Amalucan, Defensores de la República y Santa Anita.

Un ejemplo de esas medidas es el Mercado 5 de Mayo, donde constantemente hacen lavados generales y desde que se ingresa a la puerta se exige usar gel y cubrebocas.

Incluso regalan los cubrebocas para aquellos que llegan sin ellos. Y aquel que se niega a usarlo en el interior es sacado.

Mercado de Puebla

En Veracruz, una nueva normalidad sin sana distancia

VERACRUZ, Veracruz

Édgar Ávila Pérez

Veracruz.- En las entrañas de los mercados públicos movimiento constante. Hombres, mujeres, adolescentes y niños deambulan en los pasillos en época de Covid-19.

Los puestos de frutas, verdura, carne de pollo, res y cerdo, lucen repletos de productos lo mismo en mercados municipales que en ambulantes de ciudades satélites de grandes urbes y pequeños municipios rurales de Veracruz.

Y los contrastes de las medidas sanitarias para frenar el coronavirus se viven en las propias ciudades y en cabeceras municipales apartadas: uso parcial de de cubrebocas, sana distancia a medias e incluso probadas de queso y fruta como antaño.

En los mercados ambulantes de la ciudad de Xalapa, capital del estado, el uso de cubrebocas de los marchantes es la estampa cotidiana que contrasta con clientes bien armados para frenar el Covid en zonas residenciales y con aquellos que poco cuidan el correcto uso de implementó en zonas de la periferia.

"Habría de ver allá por la Revo... Nadie se cuida", dice Carmen, vendedora de un puesto de fruta que cada día se niega más a ofrecer sus productos en la periferia de la ciudad, como la colonia Revolución un mundo aparte.

Y el gentío en la Central de Abasto, la mayoría con cubrebocas y en los puestos gel sanitizante, pero a la hora de escoger las fritas y verduras el amontonamiento.

En Veracruz puerto, la desidia completa: un mercado, llamado Malibran, atascado de clientes, con cubrebocas torcidos, a la mitad de la barbilla y con los marchantes ofreciendo pedazos de queso al que se atraviese.

En Córdoba, en la zona montañosa central, aunque en los accesos al mercado Revolución hay filtros sanitarios, la mayoría de los locatarios siguen negándose a utilizar correctamente el cubrebocas y aplicar las medidas de sanidad correctas.

Con 543 personas infectadas de Coronavirus y 34 personas fallecidas, la mayoría de los comercios del Centro han vuelto a la normalidad y los mercados en movimiento.

En las afueras, personal de Protección Civil y vendedores impiden a las personas ingresar sin el cubrebocas, posteriormente se les toma la temperatura y se les invita a lavarse las manos en uno de los módulos ubicados en la entrada al lugar y en otro punto se un túnel sanitizante.

Sin embargo, dentro no hay sana distancia y la mayoría de los locatarios desobedecen la recomendación del uso del cubrebocas.

La nueva normalidad, le llaman.

Mercado de Puebla

"Ya no es lo mismo que era antes"

PACHUCA, Hidalgo

DINORATH MOTA

Pachuca.- Lo primero que se nota en el mercado Revolución de Pachuca es el miedo, la gente entra de prisa hace sus compras y se va. A la entrada lo que antes era un alegre y bullicioso Mercado ahora luce triste y las cortinas de los locales abajo.

Desde abril en este lugar la situación cambió, la pandemia de Covid19 obligó al cierre de los comercios no esencial, al interior únicamente prestan servicio, los puestos de frutas y legumbres, carnes, quesos y abarrotes todo lo demás ha tenido que ser suspendido.

En la puerta luce una lona en la que se puede leer “estimado cliente se le informa que por disposición oficial sólo podrá ingresar una persona por familia, para realizar sus compras, por salud mantenga su distancia (uso obligatorio del cubrebocas).

A la entra se encuentra Yolanda Rodríguez ella tenía un puesto de relojes, pero ahora no puede vender y ha sido contratada por el resto de los locatarios para revisar que los clientes cumplan con las medidas sanitarias y entregar gel.

Cuenta que esto se dispuso a principios de abril y a la fecha nada han cambiado las medidas, el aforo a este lugar dice disminuyo más de un 50%, pero hay muchas compras que se hacen por pedido y solo pasan a recogerla o algunos vendedores las llevan hasta los domicilios.

Mercados ante el Covid-19

Fotos: Dinorath Mota López

Considera que muchos locatarios ya no abrirán sus puertas, “ esto que ve enfrente son tres que ya dijeron que no podrán regresar, la situación es muy difícil”.

La mayoría de la gente que llega lo hace de prisa, todos portan cubrebocas y algunos caretas, en algunos puestos un hule cristal cubre la parte frontal para evitar el contacto directo con los clientes.

Aquí está permitido que los clientes escojan sus productos y no hay medidas para el intercambio de dinero.

En un establecimiento de pollo cuentan que la venta se han bajado lo mismo que en todos los demás negocios, “la mayoría ha dejado de venir, ya no es lo mismo que era antes, los que vienen hacen lo que tiene que hacer y se van”.

Aracely Barverena es una ama de casa dice que toda su vida ha acudido a este Mercado porque le gusta la atención y la limpieza, además considera que es de los que mejor llevan las normas sanitarias, “yo creo que está bien nos debemos de cuidar entre todos, aquí es obligatorio el uso del cubrebocas”.

Cuenta que no tiene miedo de acudir por sus compras ya que considera está protegida al portar cubreboca.

En este lugar se informó que de abril a la fecha solo han acudido a sanitizar el lugar dos veces y también dijeron que ni personal de salud o del Ayuntamiento acuden a realizar algún tipo de verificación.


En Mérida imponen medidas estrictas

MÉRIDA, Yucatán

YAZMIN RODRIGUEZ GALAZ

MÉRIDA,YUCATÁN.-Aunque la mayoría de los grandes y pequeños mercados en Yucatán y específicamente en Mérida, cumplen con los protocolos sanitarios de un solo acceso y una sola salida, de uso del tapabocas y el gel antibacterial, en el manejo de los productos -legumbres y frutas- no hay control y la mayoría de los consumidores pasan sus manos, por lo que ahí podría ser una vía directa de contagio del coronavirus.

Al cumplirse un mes de que se reabrieron los mercados "Lucas de Gálvez" y "San Benito" (en el centro de Mérida), ambos tienen más establecida su actividad, ya que se ha reactivado por completo la venta de frutas, verduras, hortalizas y carnes, que son los productos más demandados en esos lugares.

Esos dos principales centros de abasto en Mérida, estuvieron cerrados temporalmente por casos de coronavirus detectados entre los locatarios; la autoridad municipal, -el Ayuntamiento de Mérida- consciente de las necesidades económicas de los vendedores, definió una reapertura por etapas, gradual y escalonada, para cuidar la salud de todos los que acuden a esos sitios por alimentos.

Actualmente, personal municipal supervisa que en ambos mercados no haya aglomeraciones, en cumplimiento de las normas sanitarias dictaminadas en coordinación con las autoridades estatales de Salud.

Mercados ante el Covid-19

En los mercados Lucas de Gálvez y San Benito del centro de Mérida se han instalado filtros de prevención y chequeo del Covid-19. Fotos Yazmín Rodríguez

Entre las medidas, todos los locatarios tienen que acatar de manera muy estricta está el distanciamiento social, utilizando cubrebocas, caretas y guantes, así como la aplicación de gel antibacterial, agua y jabón para el lavado de manos. Además, quienes venden cualquier tipo de alimentos tienen que utilizar una red en el cabello.

El Ayuntamiento recordó a locatarios y compradores que ahora los productos como semillas y especias, deberán ofrecerse en paquetes debidamente sellados y los vendedores deben realizar esta actividad desde sus hogares. En el caso de pan, tortillas o similares también deberán estar empaquetados para su exhibición y venta.

Para ambos mercados se habilitó solamente un ingreso, el cual está bajo vigilancia para comprobar que las personas que entren cumplan las normas. En el mercado Lucas de Gálvez, además se colocó un túnel desinfectante para higienizar a las personas junto con sus pertenencias que acudan a realizar sus compras, las cuales deberán hacer sin la compañía de niños, adultos mayores, mujeres embarazadas o personas con enfermedades crónicas.

Finalmente, el horario de servicio en ambos centros concluye a las 15:00 horas.


En Querétaro, pocos observan las medidas

QUERÉTARO, Querétaro

Alma Gómez / EL UNIVERSAL Querétaro

Desde que la actividad comercial se reactivó en los mercados municipales de Querétaro, aumentó considerablemente el número de familias que asisten a dichos lugares para abastecerse principalmente de productos de la canasta básica.

Los corredores y pasillos que hace unas semanas estaban desiertos, ahora reciben a varios compradores. Los locatarios abrieron nuevamente sus cortinas y las pequeñas fondas de comida ahora pueden recibir a sus clientes y no sólo vender comida para llevar.

La reactivación de los mercados tuvo luz verde de las autoridades estatales desde el 17 de junio; el compromiso de los locatarios es el de mantener estrictas medidas de salubridad, sin embargo, esa es una realidad todavía lejana.

A diferencia de los trabajadores de restaurantes, cafeterías y demás locatarios del Centro Histórico -quienes trabajan con caretas, cubrebocas e incluso guantes quirúrgicos- son pocos los locatarios de mercados los que usan este equipo de protección; la gran mayoría sí utiliza el cubrebocas, pero nada más; muchos comerciantes lo usan como mero requisito para poder trabajar, pues portan el cubrebocas debajo de la nariz o algunos incluso lo llevan en el cuello.

En el mercado Escobedo, que es uno de los más importantes de la ciudad, se ha instalado una valla metálica para señalar a los compradores cuáles son las entradas y las salidas del mercado.

Actualmente todas las puertas del mercado se encuentran abiertas y en cada una se encuentra un “vigilante ciudadano”, quien se encarga de rociar con desinfectante las manos de las personas que quieren ingresar; ya no toman la temperatura como lo hacían al inicio de la contingencia sanitaria, ni prohíben el ingreso de adultos mayores o menores de edad.

Eso sí, se pide a todas las personas que ingresen con su cubrebocas y que éste lo coloquen de la manera correcta, sin embargo, una vez dentro del mercado esta medida desaparece, los compradores se retiran el cubrebocas, lo guardan en sus monederos o bolsas de mandado, algunos lo traen colgando de una oreja, otros lo usan como collar. Al interior del mercado, cumplir con la llamada “sana distancia” es imposible. En los pasillos se colocaron marcas amarillas para delimitar la distancia a guardarse entre cada cliente, pero nadie las ve, y si las ven no las respetan. Algunos locatarios cuelgan letreros que dicen “evite traer niños” pero en eso tampoco se hace caso, son familias completas las que acuden a surtir la despensa.

Una vez dentro del mercado ningún vigilante de rondines para verificar que se cumplan las medidas de salubridad, no se tienen protocolos de limpieza para dar y recibir dinero, tampoco para tocar frutas, verduras ni demás productos que estén a la venta.


Mucha gente, pocas ventas

Para los locatarios del Mercado Escobedo, la reapertura del mercado llegó en el momento indicado, pues las ventas estaban ya en números rojos. Algunos comerciantes incluso dejaron de abrir sus negocios pues prácticamente estaban solos.

Martha, una de las comerciantes del mercado, detalla a EL UNIVERSAL Querétaro que durante casi 15 días -antes de que el mercado se reactivara- vendía sólo un par de refrescos al día, y sus clientes eran los mismos locatarios.

Mercados ante el Covid-19

FOTOS: DEMIAN CHÁVEZ / EL UNIVERSAL Querétaro

“Estuvo horrible para nosotros como comerciantes, yo venía a trabajar pero prácticamente el mercado estaba solo, yo no vendía ni un chocomil, ni un jugo, sólo vendía algunos refrescos y era porque los mismos comerciantes venían a comprarme, no había ni un cliente. En la semana más crítica de la contingencia sí cerré mi negocio durante 4 días, pero después no tuve más opción y tuve que volver abrir”, comenta.

Martha coincide con los demás locatarios en que la reapertura del mercado les ha permitido mejorar su economía, estiman que las ventas están al 50% comparado con lo que vendían antes de la contingencia, pero prefieren tener pocos clientes a no tener ninguno.

“Yo creo que todos estamos vendiendo la mitad de lo que vendíamos antes pero de eso a nada, pues está bien. Yo tengo un negocio de comida y tengo pocos clientes, las ventas van mejorando pero muy lentamente. Sú hay gente que viene al mercado pero compran solo lo necesario, cosas de despensa y se van, no tienen dinero para comprarse algo de ropa, quedarse a comer aquí, comrpar un postre, hay gente, pero compran muy poco, la situación está muy crítica para todos”.


Mercados ente el Covid-19