Marco Polo creyó que era “la isla más bonita del mundo” (s. XIII). La antigua Ceilán también es llamada “la Lágrima de India”. Se encuentra al sur de este país en forma de gota bañada por el océano Índico, con 65 mil kilómetros cuadrados de superficie (un poco más grande que el estado de Nuevo León).
Complejo de templos excavados al interior de 80 cuevas, Patrimonio de la Humanidad y centro de peregrinaje de budistas e hinduistas. Contiene 157 estatuas de Buda. Uno de ellos está reclinado y mide 15 metros de largo. Sus pinturas murales alcanzan los 2 kilómetros. Data del siglo I a.C. Se encuentra en Matale, en la provincia Central.
Significa “la ciencia de la vida”. Nació en la India hace más de 5 mil años, pero Sri Lanka creó su propio sistema basado en el bienestar de la mente, el cuerpo y el espíritu mediante el uso de hierbas, especias y aceites esenciales. Más que un método de curación es un estilo de vida. Hay resorts para vivir una experiencia holística auténtica. Sugerimos alojarse en el Heritance Ayurveda Maha Gedara o en el Barberyn Reef Ayurveda.
La Roca del León mide 200 metros en su parte más alta. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1982. En su cima plana se conservan los restos de un palacio y en una de las terrazas las garras de un león que pertenecen a una estatua ya desaparecida de un rey que se creía una divinidad. Hay elefantes salvajes en los alrededores. Se localiza en Matale, en la zona central.
En Kathaluwa y Ahangama, playas cercanas al puerto de Galle, los pescadores se trepan en palos clavados (pettas) a unos cuantos metros de la orilla para cazar su alimento con un anzuelo. La técnica comenzó a partir de la Segunda Guerra Mundial, pero cada vez son menos quienes la practican. ¿Sería más fácil pescar con redes? Sí, pero ellos argumentan que esa modalidad asusta a los peces y los ahuyentaría durante muchos años.
Es el tercer productor a nivel mundial. Su buque insignia es el de Ceilán, un té negro de exquisita calidad. Se obtiene, principalmente, en el corazón de la isla, en las tierras altas. A los 2 mil metros se consiguen los más finos, difíciles de cultivar y los más costosos. El tren del té conduce al viajero de la sagrada ciudad de Kandy a Ella y de Ella a Haputale, a través de los cultivos en colinas redondeadas y terrazas, donde domina la imagen de las recolectoras, vestidas de saris. Es posible visitar fábricas y plantaciones. Algunas ofrecen alojamiento y un taller para aprender a preparar té.
La isla exporta algunas de las especias más finas, como la canela (endémica de Sri Lanka), la vainilla, el clavo de olor y el cardamomo. Entre Dambulla y Kandy hay muchos jardines de especias abiertos al público. El guía muestra las plantas, explica cómo se cultivan y las propiedades que tienen. Los aceites esenciales, productos para cocinar y remedios para la mala digestión y las várices son bastante caros. Lo mejor es comprar en los mercados.
El zafiro es la gema nacional y una de las piedras preciosas más cotizadas. Precisamente, en la isla se encontró la “Estrella de India”, el zafiro tallado más grande del planeta, de 536 quilates. Fue descubierto hace 300 años y actualmente está resguardado en el Museo Natural de Nueva York. Su nombre se debe a la estrella perfecta de seis picos que se forma en el centro. En Kandy se establecieron algunas de las mejores joyerías donde es posible regatear.