Se espera que la visita de Francisco a nuestro país sea uno de los acontecimientos más importantes en los últimos años.
Está previsto que el pontífice se reúna con comunidades indígenas y que ofrezca una misa en la frontera con Estados Unidos, así como homilías en el DF y el Estado de México, por lo que gran parte de la población estará atenta a su mensaje.
Como buen jesuita, la política fue siempre una de las grandes pasiones en la vida de Jorge Bergoglio, cuando fue cardenal.
Nació en Buenos Aires el 17 d diciembre de 1936, en un hogar de clase media. Antes de convertirse en Papa, fue el arzobispo primado de Buenos Aires, y un férreo opositor al gobierno de los Kirchner.
Los fieles acostumbraban verlo viajar en metro o, en más de una ocasión, asistir al futbol en el estadio de su amado San Lorenzo de Almagro, al que ya recibió en la Santa Sede.
Sus homilías en Buenos Aires estuvieron marcadas por una crítica a la corrupción política y un fuerte contenido social, aunque siempre se opuso al matrimonio igualitario y al cambio de sexo.
Los observadores aseguran que Bergoglio es un hábil negociador, que después de los VatiLeaks es lo que necesitaba la Iglesia para poder asegurar el orden interno.
A partir de su elección como el Santo Padre de la Iglesia Católica, Francisco ha sido visitado por toda clase de personalidades, desde líderes mundiales, presidentes, famosos, hasta punks y futbolistas.
La elección del primer latinoamericano desató la alegría de toda esa región. Por ello, los mandatarios de toda América Latina desfilaron por la Santa Sede en su primera homilía en la Basílica de San Pedro. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, acudió a esa cita, donde le pidió al Papa visitar el país.
En los días posteriores, Bergoglio recibió al equipo de sus amores, el San Lorenzo y hasta la cantante de punk, Patti Smith acudió a ver al Pontífice.
Sin embargo, Jorge Bergoglio se ha caracterizado más por disposición a estar en contacto con los fieles que con los poderosos. Cada miércoles y domingo, miles de personas se congregan en la Plaza de San Pedro para verle.
Y es ahí, donde el Pontífice ha roto el protocolo vaticano más veces. En diversas ocasiones ha cargado niños, consolado a ancianas y tocado a los fieles.
Además, Francisco ha rechazado vivir en los aposentos pontificios en el Palacio Apostólico y siguió viviendo en Santa Martha, una morada más austera, que es la palabra con la que la mayoría describe su sencillez.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas en el camino de Francisco. Recién electo Papa, hubo señalamientos por su supuesta cercanía al recién fallecido Jorge Videla, durante la dictadura que éste estableció en Argentina de 1976 a 1981.
Además, una acusación de que Bergoglio habría "entregado" en 1976 a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics a la dictadura cimbró el nombre del nuevo Papa de inmediato. Los curas referidos fueron torturados y liberados cinco meses después, cuando Bergoglio era la máxima autoridad en el país de la orden jesuita.
Sin embargo, el asunto se zanjó de la prensa cuando el también argentino y Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, descartó tales señalamientos sobre Bergoglio y su supuesto acercamiento con el dictador Videla.