Según datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el cáncer, también se ha observado una relación entre la contaminación del aire exterior y el aumento del cáncer de vías urinarias y vejiga.
Además de la contaminación del aire exterior, el humo en interiores representa un grave riesgo sanitario para unos tres mil millones de personas que cocinan y calientan sus hogares con combustibles de biomasa y carbón.
Incluso en la Unión Europea, donde las concentraciones de PM de muchas ciudades cumplen los niveles fijados por los estándares internacionales, se estima que la exposición a partículas de origen antropogénico reduce la esperanza media de vida en alrededor de nueve meses.
El ozono es un importante factor de mortalidad y morbilidad por asma; mientras que el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre pueden tener influencia en el asma, los síntomas bronquiales, las alveolitis y la insuficiencia respiratoria.
La calidad de las gasolinas influye en el tipo de contaminantes que se desatan en el ambiente y en las enfermedades vinculadas a ellos.