Actualmente se pueden desarrollar bombas nucleares con una potencia dos mil veces mayor que las lanzadas en Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Desgraciadamente es mucho mayor el número de científicos vinculado con programas armamentistas que los enfocados al desarme, pues se involucran cantidades de dinero que parecen vencer cualquier premisa ética.
Los expertos piensan que el agente neurotóxico empleado recientemente en el reciente ataque químico en Siria es el gas sarín que tiene un efecto paralizante en el sistema nervioso.
El cloro no está dentro del catálogo de armas químicas, pues no es una sustancia prohibida por la Convención del Tratado de Armas Químicas, sin embargo se ha usado en muchos ataques recientes en Irak y Siria.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) cumple veinte años. Hasta el momento ha logrado destruir 90% de los arsenales recabados, pero siguen trabajando en la no proliferación.