Además de ser una de las referencias obligadas en la decoración de altares del Día de Muertos, la flor de cémpasúchitl es indispensable en la industria de los colorantes naturales. La extracción de la oleorresina de la flor es utilizada como uno de los colorantes más utilizados en la pigmentación de alimentos como el pollo y huevo, así como en diversos productos de la industria de la piscicultura.

Desde hace casi dos décadas, la flor de cempasúchitl se ha empleado en suplementos alimenticios para consumo humano. Esto tiene que ver con uno de sus principales componentes: la luteína, que ha mostrado efectos antioxidantes por la reducción de radicales libres y también beneficios en la conservación de la mácula, la zona del ojo localizada en la retina y que tiene que ver con la visión fina.

En agricultura tiene diversos usos pues se usa para repeler los nematodos. Se considera que es principalmente eficaz contra la especie Pratylenchus penetrans, que suele atacar algunos cultivos específicos como el del tomate. Además, se utiliza para probar y crear nuevos abonos naturales y artificiales debido a su alta estabilidad.