Una de las principales preocupaciones de los ambientalistas es el control de las emisiones contaminantes de la Planta de Termovalorización, sin embargo las autoridades capitalinas señalan que el diseño de la planta contempla un monitoreo científico las 24 horas.
Se plantea que el proyecto de termovalorización garantizará no sólo las normas ambientales mexicanas, sino incluso estándares más altos como los establecidos por la normatividad europea.
El costo de la nueva Planta de Termovalorización dependerá de la propuesta de la licitación, pero se calcula entre 500 y 600 millones de dólares.
Países europeos como Suecia y Alemania son algunos de los líderes mundiales en el reciclaje de residuos sólidos urbanos (RSU).
La digestión anaeróbica que se dará en la Planta de Biodigestión es un proceso sin oxígeno que acelera la descomposición logrando en 21 días lo que naturalmente llevaría años. Su energía será utilizada en el sistema de aguas capitalino.