La generación de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en el país se incrementó notablemente en los últimos años. El promedio anual en la última década creció alrededor del 50%, como resultado principalmente del crecimiento urbano, el desarrollo industrial, las modificaciones tecnológicas y el cambio en los patrones de consumo. Aunque las cifras de reciclaje han aumentado, alcanzando 30%, aún la distancia es amplia con países de Europa que sobrepasan el 90% gracias a políticas gubernamentales y conciencia ambiental.

Hace cinco años que se empezaron a separar los residuos en la CDMX en dos categorías: orgánica e inorgánica. Algunas delegaciones han demostrado ser más efectivas en la separación de la basura. Esto depende principalmente de que los trabajadores de limpia pidan y respeten esta clasificación. Iztapalapa y Azcapotzalco son las delegaciones que menos solicitan la categorización en la recolección a domicilio, por tanto la obtención de desechos orgánicos es más baja.

El objetivo del programa “Basura Cero” es disminuir los residuos en los rellenos sanitarios. Con la nueva disposición de separación en cuatro categorías se pretende obtener más productos de reciclaje, pues cuando este tipo de residuos se contaminan no pueden utilizarse nuevamente. Los residuos inorgánicos no reciclables servirán para generar energía que puede emplearse en la operación del Metro por medio de la planta de termovalorización.