Un continente mítico


Desde mediados del siglo XIX se realizaron las primeras expediciones científicas por especialistas de varios países del mundo. Es así, que desde hace casi dos siglos este continente se ha consagrado principalmente a las actividades científicas protegidas desde 1959 por el Tratado Antártico, acuerdo reconocido por 48 países que evita controversias sobre demandas territoriales de algún país.

Refugio para la ciencia

La NASA descubrió una fuente de calor geotérmica en las profundidades de la Antártida, específicamente en una zona conocida como la Tierra de Marie Byrd. Una imagen sísmica de este territorio y mediciones hechas por el IceSat ayudaron a hacer cálculos sobre la intensidad del calor en el subsuelo que ayuda a mantener un entramado de ríos y lagos fluyendo debajo del hielo.

Nuevos descubrimientos

Se considera que en este continente se almacenan, en forma de hielo, más de las tres cuartas partes del agua dulce de la Tierra, ya que el espesor medio de la capa helada de la Antártida supera los dos mil metros. Si todo este volumen de hielo se convirtiera en agua, se produciría un incremento del nivel del mar de alrededor de 65 metros. Este escenario es poco probable en las escalas de tiempo habituales para los seres humanos.

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