Álvarez intentó con su historieta abordar un tema que normalmente se queda en las conversaciones de los adultos, lo que condena a los niños a vivir con miedo sin la posibilidad de enfrentar racionalmente sus temores.
Álvarez, es hija de inmigrantes indocumentados, recurrió a su experiencia propia y a su habilidades como maestra para elaborar el cómic, que se ha distribuido ya por 12 estados del país gracias a iglesias y asociaciones civiles.