Se le denomina isla de calor o isla térmica al aumento en la temperatura que sufren las zonas urbanas por el tipo de pavimentación, así como materiales de construcción que almacenan gran cantidad de energía irradiándola en forma de calor. Durante el verano, las oleadas de calor propias de la época se exacerban en la CDMX hasta 10 grados en algunos puntos de mayor concentración urbana, generando un aumento en las hospitalizaciones debido a los golpes de calor.

Las personas con problemas cardiacos y respiratorios previos, así como niños y ancianos, también se vuelven más vulnerables. Para los investigadores, como expertos de Instituto de Ecología de la UNAM, las plantas son una buena solución para tratar de mitigar las grandes concentraciones de calor; sin embargo, no se trata de utilizar cualquier tipo de vegetación, sino especies que puedan absorber mejor la energía, a la vez que son colocadas de forma estratégica en puntos señalados por un modelo computacional.

Con este tipo de estrategias se podría hacer menos fuerte el impacto de las altas temperaturas en las ciudades, ya que la temperatura bajaría hasta cuatro grados centígrados en la época de calor, lo que también significaría un ahorro de miles de millones de pesos en la energía que ocupa el aire acondicionado, principalmente en oficinas y diversos centros públicos que no pueden prescindir de este para sus actividades, como los hospitales.