Donald Trump le ordenó al Pentágono comenzar el proceso para establecer una “Fuerza espacial”, como la sexta división de las Fuerzas Armadas. Busca que tenga el mismo nivel que los Ejércitos de Aire y Tierra, Armada, Infantería de Marina y Guardia Costera. Más allá de imaginarnos máquinas ultra futuristas organizando batallas espaciales, esta área de su gobierno pretende en un primer momento hacerse cargo de la gestión de los GPS y los satélites de comunicación, entre otras herramientas estratégicas para controlar la Tierra desde el espacio.

Hace una década China fue acusada de querer interferir con los principales satélites de EU. El desarrollo en tecnología espacial de este país ha permitido la creación de la Red de Espacio Profundo de China, un conjunto de grandes antenas e instalaciones de comunicación que dan soporte a las misiones lunares e interplanetarias de este país asiático que se ha convertido en uno de los más desarrollados en cuanto tecnología espacial y que por eso se encuentra en la mira de EU.

Durante los años sesenta EU y lo que constituía la antigua Unión Soviética se enfrascaron en una aguerrida competencia por conquistar el espacio. Estados Unidos se adelantó con su llegada a la Luna, pero desde entonces, Rusia ha desarrollado novedosas herramientas espaciales. Uno de sus planes actuales es lograr crear naves espaciales fiables a bajo costo y de nueva generación como la llamada Federátsia (Federación, en español) con capacidad para seis personas. Otros de sus planes son: lanzar 150 satélites de aquí a 2025 y crear una nueva estación orbital.