Más allá de la velocidad del sonido


Un avión supersónico es una aeronave capaz de sobrepasar la velocidad del sonido, es decir, alcanzar más de mil 225 kilómetros por hora. Muchos aviones de combate son supersónicos, pero la industria de los vuelos comerciales ha batallado para que este servicio se vuelva una realidad cotidiana. El Concorde es el gran ejemplo de esto. A fínales de la década de los sesenta realizó su primer vuelo y entró en servicio en 1976 hasta su salida de circulación en 2003. Un grave accidente en el año 2 mil y su escasa rentabilidad lo sacaron del mercado.

Supersónicos

La industria aeronaútica no ha quitado el dedo del renglón. Recientemente en la Feria aérea Internacional de Farnborough, Inglaterra, varias compañías mostraron sus esfuerzos para reducir algunos de los inconvenientes de superar la velocidad del sonido, como la llamada explosión sónica, que ocurre cuando los aviones exceden la velocidad del sonido. Los estallidos sónicos disipan enormes cantidades de energía, que pueden incluso exceder los 200 decibelios.

Ciencia contra los estallidos sónicos

Compañías consagradas como Boeing Co. o incluso startups, como el caso de Boom Technology Inc., quieren empezar vuelos comerciales de prueba en un año para empezar a funcionar los próximos cinco años. La idea es que materiales más ligeros, combinados con nuevos diseños de motores y fuselaje harían los vuelos comerciales más eficientes, aunque en un principio nuevamente podrían ser sólo pagados por gente de muy altos ingresos que quiera reducir a menos de la mitad su tiempo de viaje.

¿Sólo para millonarios?