Las diferentes vías de consumo no determinan el nivel de adicción, ésta es multifactorial, determinada por factores genéticos, biológicos y sociales.
Dulces, pastelillos, licuados y un largo etcétera contribuyen al menú de productos comestibles de marihuana que sin embargo también son usados para uso lúdico aunque con riesgo de sobre ingesta para consumidores poco experimentados.
Los cannabinoides sintéticos son mucho más potentes que el cannabis vegetal. Sus reacciones son más fuertes e impredecibles, e incluso pueden llegar a ser muy tóxicos.
Los cigarrillos electrónicos se están convirtiendo en Estados Unidos en una nueva forma de experimentación de diferentes drogas.
También en EU está creciendo la fama del llamado dabbing, una técnica que mediante gas butano se extrae el aceite concentrado de cannabis de la planta con hasta un 90% de tetrahidrocannabinol.