La energía mareomotriz es la que se obtiene aprovechando las condiciones naturales predecibles de las mareas. Otras formas de extraer energía del mar son mediante las corrientes marinas, las olas y la salinidad de las aguas.
Las corrientes oceánicas fluyen continuamente con cierta estabilidad en sus movimientos y dirección lo que las convierte en una fuente energética confiable.
Para los estudios que actualmente realizan en el CICESE, utilizan el ADCP (Analizador de corriente doppler acústico), para medir la distribución de velocidades de las corrientes sobre toda la columna de agua.
Otra zona en el país que ha sido históricamente muy estudiada por poseer condiciones oceanográficas ideales para la extracción de energía de corrientes marinas es el Canal de Yucatán.
En la actualidad los países que más han invertido en energía alternativa marina son: Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, Francia, Austria y Corea del Sur.