Se considera que en este continente se almacenan, en forma de hielo, más de las tres cuartas partes del agua dulce de la Tierra, ya que el espesor medio de la capa helada de la Antártida supera los dos mil metros. Si todo este volumen de hielo se convirtiera en agua, se produciría un incremento del nivel del mar de alrededor de 65 metros. Este escenario es poco probable en las escalas de tiempo habituales para los seres humanos.