De brote a pandemia

Las primeras epidemias que existieron, surgieron con las primeras ciudades. Antes, simplemente fallecía el pequeño foco poblacional y también se perdía el virus. Una población más grande, implica que se pueda propagar el virus mediante grupos sensibles y otros resistentes. Uno de los factores que determinan la epidemia es el nivel de contagio; es decir, el número de personas que puede contagiar un enfermo.

Ciudades y epidemias

La mayor parte de los virus que afectan a los humanos tienen un origen animal, excepto contadas excepciones que sólo se replican en los humanos, como la viruela, el sarampión y la poliomelitis. Para completar su ciclo de vida, los virus animales, como los demás virus, dependen de células hospederas o anfitrionas. Para poder reproducirse, un virus debe infectar una de estas células y reprogramarla para que fabrique más partículas víricas.

Contacto animal

Los virus usualmente tienen un animal que se llama reservorio y que evoluciona con él. Se genera una convivencia pacífica entre ambos por lo que pueden sobrevivir sin problema, pero cuando tienen contacto con el hombre se activa un cambio genético, una mutación. En China hay una cercanía estrecha con los animales de campo y silvestres que ha contribuído a las principales epidemias de coronavirus en las dos últimas décadas, como el SARS, el MERS y ahora el virus de Wuhan.

De China ¿con amor?