El remdesivir es un antiviral que fue desarrollado para tratar con pacientes con ébola y después de la autorización en EU para su uso en personas graves con COVID-19, las esperanzas se han volcado sobre un fármaco que podría ser la base para desarrollar un medicamento más efectivo contra el SARS-CoV-2.

En el estudio Solidarity, a cargo de la OMS, se comparan cuatro opciones de tratamiento con el estándar de atención, para evaluar su efectividad relativa. Además del remdesivir, también está considerada la combinación de lopinavir y ritonavir, inhibidores de la proteasa que se utilizan con otros medicamentos para tratar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Aunque la cloroquina y la hidroxicloroquina también están contempladas en el estudio clínico aleatorio de la OMS, a esta institución le preocupan particularmente los casos de las personas que se automedican con ellas (como el caso del Presidente Trump). Estas sustancias se utilizan para tratar la malaria y las afecciones reumatológicas, pero aún no se ha comprobado efectividad contra la COVID-19.