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Feminismo y sus olas en la historia

Se espera que este 8 de marzo las calles de diferentes ciudades se pinten de morado este domingo en punto de las dos de la tarde. Cientos de militantes se reunirán en distintos puntos para marchar y protestar en contra de la violencia misógina, las violaciones, el abuso, el acoso y los feminicidios.

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Feminismo y las olas en la historia

Marcha feminista

Las calles de la Ciudad de México y las de la periferia se pintan de morado este domingo ocho de marzo, y en punto de las dos de la tarde, las militantes comenzarán a reunirse en el Monumento a la Revolución. En cuanto la marcha dé inicio, las protestas en contra de la violencia misógina, las violaciones, el abuso, el acoso y los feminicidios, harán retumbar la metrópoli.

A pesar de que el movimiento feminista se percibe como una lucha reciente por la toma de decisiones sobre el cuerpo femenino, la inclusión en el desarrollo de actividades cotidianas, el derecho a opinar acerca de cuestiones políticas afines al progreso del país y por tanto, de sus ciudadanos, así como por un trato igualitario al de los hombres, la revelación inició tres siglos atrás.

Históricamente el movimiento está dividido en tres etapas a las que la periodista estadounidense, Martha Weinman, llamó “Olas del feminismo” en alusión al feminismo en calma que con cada nuevo movimiento social, surge como una gran ola.

A la primer ola se le conoce como el “Feminismo Ilustrado” porque surgió a la par de la Ilustración Europea a finales del siglo XVIII. En esa época las mujeres se sumaron a la demanda por los derechos y lucharon por el voto, el trato legal igualitario y por una mejor educación.

Los países con más presencia durante esta etapa fueron Reino Unido, Estados Unidos, Austria y Nueva Zelanda, siendo este último el primer país en otorgar el voto a la mujer en 1893.

La segunda ola se consolidó en la década de 1960 en Estados Unidos, bajo el lema “Lo privado es público” y se inició la lucha por la liberación sexual, es decir, se exigían derechos sexuales y reproductivos femeninos, así como la penalización del abuso sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y el derecho al aborto.

Esta segunda etapa fue criticada por ser un movimiento que aunque beneficiaba a mujeres, tenía tintes de clase blanca media-alta, por lo que fue duramente criticada y abrió paso a la tercer ola con la creación de la revista “Ms” de divulgación feminista que incluía temas de raza y clase.

La tercera y última ola surgió en 1990 con el objetivo de darle diversidad a las peticiones de las etapas anteriores. Durante este periodo, el libro “Género en Disputa” de Judith Butler, retomó  la idea de la liberación sexual e incluyó temas de identidad de género.

Por su parte, Kimberlé Crenshaw estableció el término “interseccionalidad” en el que se explican los diferentes tipos de opresión que existen además del sexismo señalado en la segunda ola, éstos son, la religión, el género, la raza, la orientación sexual y la nacionalidad.

En la actualidad existe un debate entre quien identifica una cuarta ola y quien la rechaza, de confirmarse su existencia, se piensa que inició en 2012 bajo el contexto de las redes sociales, en el que surgieron redes de apoyo y de denuncia por casos de acoso, hostigamiento, abuso, violaciones, violencia doméstica y sexual, así como los feminicidios.

El dato

Datos Feminismo

La primera vez que la mujer ejerció el voto en el mundo fue en 1893, mientras que a México llegó 60 años después, en 1953.

En 1975 la ONU institucionalizó el Día Internacional de la Mujer.

Resultados

Igualdad Igualdad

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el avance de igualdad en América Latina entre hombres y mujeres en 2018 se posicionó en 0.8, 0.6% más que la media global, en donde cero significa desigualdad y uno significa paridad, no obstante el organismo prevé que llegar a posicionarse en el uno, tomará 74 años si se mantiene el ritmo.

Participantes Participantes

Son 149 los países que participan en estas métricas, de los cuales Nicaragua, Barbados, Costa Rica, Cuba, Bolivia, Argentina y Colombia, han tenido mayor participación en el avance, mientras que Brasil se posiciona entre los cuatro últimos países de la región. 

Métricas Métricas

Para realizar el cálculo se considera la participación económica, las oportunidades en el mercado de trabajo, el acceso a la educación, salud y empoderamiento político. Los resultados arrojaron que Chile entró en el grupo de países con más del 80 por ciento de mujeres universitarias, Perú registró 74 por ciento, mientras que México pasó del 25% al 39%, no obstante pocas llegan a ser titulares en un cargo laboral.

STEM STEM

Por otro lado, la presencia de mujeres en los campos de ciencias naturales, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) aún está por debajo del 50%.