El nuevo estudio revela ahora que los habitantes de Melanesia, en Oceanía, albergan en su genoma entre el 2 % y el 3.4% de herencia procedente de los denisovanos
En algún momento en el pasado antiguo, el homínido de Denísova y los seres humanos modernos se encontraron y tuvieron hijos. Probablemente la descendencia masculina de ese encuentro era estéril Estos genes podrían haber ayudado a los seres humanos modernos a adaptarse a dietas, climas, altitudes, e incluso a nuevas enfermedades a las que se enfrentaban al moverse en territorio Neandertal en Europa y Asia