Un poco antes del estudio genético que favorecía a Asía como el epicentro de domesticación de los perros, otra investigación publicada en la revista Science decía que Europa, mediante sus cazadores-recolectores, había sido realmente el epicentro de domesticación del can. Actualmente son aceptadas ambas teorías que proponen que en estos dos continentes vieron surgir y evolucionar, en diferentes tiempos y ritmos, a los cánidos que gradualmente fueron llegando a todos los continentes.