“La tengo que encontrar”

A Claudia Amador la persiguen tres números todos los días desde hace casi un año: 9, 1, 5. Es la hora que observó tras colgar su celular: 9:15 de la mañana. La llamada era de su hija María Fernanda Azpeitia Amador, quien discutía con su pareja. Las horas posteriores de ese 27 de agosto del año pasado sólo se llenaron de ausencia. Las llamadas al buzón. A su hija poco a poco se la devoraba el silencio: la desaparición.

Sólo que en este caso hubo un personaje vinculado a un cártel experto en esta práctica, un delito que creció desde que se declaró la guerra contra el narcotráfico. Se trata de Amadeo Gutiérrez alias El Zorro, un presunto subalterno del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien estuvo con María Fernanda el día de su desaparición, de acuerdo con las indagatorias. El mismo fiscal, Eduardo Almaguer, advirtió la peligrosidad del sujeto por sus actividades en narcotráfico y secuestro.

La señora Amador resume el sentir de miles de familias: “La tengo que encontrar, me lleve a quien me lleve”.

“Su hija no esta con vida (…) ya solo queda que recupere cuerpo esto se lo ago saber para que usted abra sus ojos son unas lacras esas personas su papa dice ser del cjng (…) que no se haga el descarado si el fue el que la desapareció (sic.)”. Es el mensaje que le llegó al celular a Claudia Azpeitia el 15 de septiembre del año pasado. Desde que su hija está desaparecida no paran de llegarle textos en ese mismo tono.

María Fernanda, de 22 años, fue vista por última vez junto con Amadeo Gutiérrez en su casa, ubicada en la colonia Polanco, Guadalajara. Según agentes de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, durante una visita localizaron en esa casa ropa de la joven quemada, alcohol, pisadas, mariguana y restos mínimos de sangre. La madre reclama que “no hay avances en la investigación. Todo lo que me dicen en las mesas, ya lo sé”. Una constante en otros casos.

En los reportes de 2016 está el de María Fernanda Azpeitia, cuya madre apunta:

“Yo no vivo con miedo, tengo miedo de lo que pueda estarle pasando mi hija... No sé si está muerta, no sé si le dieron un balazo”.

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