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Laura apenas tiene 17 años y Beatriz ha sido adicta por 20 años...

Beatriz y Laura

Beatriz es adicta al cristal desde hace 20 años en la frontera. Laura de 17 años, recuerda que inició el consumo a los 13 años.

Beatriz es adicta al cristal. Por dos décadas ha vivido así en la frontera. Es testigo de cómo el costo para adquirir esta droga ha disminuido, lo que antes costaba 600 pesos ahora puede costar entre 50 y 100 o menos. En el camino a “la descomposición”, vio a su hija caer en la misma adicción y a varias mujeres más.

Ahora, en la clínica para mujeres en San Luis Río Colorado orienta a jóvenes que ingresan, como Laura, de 17 años, quien inició en el consumo a los 13 años.

alberto

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Algunas de sus compañeras lo hacían para bajar de peso, pero ella lo hizo por curiosidad. Este es su segundo anexo, del primero logró estar limpia unos meses pero volvió a caer, con más fuerza. Vivió dos años y medio en la calle, hasta que un policía que la conocía desde antes la detuvo por robo, la llevo con su familia y ellos la volvieron a llevar a la clínica.

“Es una sensación que tu corazón no lo puedes dejar, no puede dejar de latir tan rápido”.

Robó y vendió cristal para poder seguir consumiendo. Una vez que no consiguió cristal después de “varios días” de consumir y no dormir, despertó cuando era violada por hombres con los que vendía la droga. Recordarlo le sigue generando “vacío”.

“Yo no puedo vivir sin esa sustancia. No puedo vivir fuera de un centro sin consumir. Es una sustancia que me jala a lo malo...”.

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