Historias enramadas

Los árboles son capaces de contar historias, de registrar fielmente acontecimientos naturales que cambiaron su entorno, como incendios, tormentas, sequías, inundaciones, deslaves, erupciones y plagas. También son capaces de registrar eventos propiciados bajo la mano del hombre como contaminación y depredación de ecosistemas. Los dendrocronólogos son las personas capaces de traducir estos sucesos mediante el estudio de sus anillos de crecimiento.

Secretos de madera

Los troncos de los árboles crecen de diversas formas, pero hay algo invariable: añaden un anillo nuevo en cada temporada. En condiciones ideales, los árboles forman anillos anuales anchos, pero diversos cambios en el clima hacen que la estructura de sus anillos cambie. Es así que los especialistas pueden descifrar esta especie de código de barras trazado al interior de un tronco y que también se ha convertido en herramienta muy útil para datar piezas de arte antiguo y yacimientos arqueológicos.

Pasado y futuro

En todo el mundo existen laboratorios especializados en entender estas dinámicas registradas en el interior de los árboles y en las que existen nuevas herramientas que amplían la información global. En México, uno de los laboratorios mas importantes especializado en dendrocronología, se encuentra en el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relación Agua, Suelo, Plantas y Atmósfera (CENID-RASPA) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en Gómez Palacio, Durango.

Laboratorios especializados