La propagación de un agente infeccioso
Nuevas líneas de investigación indican que el SARS-CoV-2, el coronavirus responsable de la pandemia de Covid-19, puede pasar de persona a persona en pequeñas gotas llamadas aerosoles que flotan en el aire y se acumulan con el tiempo. Después de que los científicos han debatido sobre el impacto de estos núcleos de gotitas exhalados por las personas, existe una creciente preocupación entre los científicos sobre esta ruta de transmisión, particularmente en espacios interiores con poca ventilación.
Peligrosos aerosoles
Durante meses, la OMS rechazó firmemente la idea de que existe la posibilidad de que el nuevo coronavirus se transmita por aerosoles que pueden acumularse en lugares con poca ventilación. Para la agencia internacional, el virus se transmitía principalmente por superficies contaminadas y por gotas más grandes que viajan a distancias relativamente cortas y caen rápidamente desde el aire; sin embargo, hace poco la institución suavizó su postura y está haciendo una revisión para emitir nuevas pautas sobre los aerosoles.
La OMS cambia postura
Una ventilación inadecuada y tiempo de exposición prolongado en espacios confinados, pueden aumentar las probabilidades de que se realicen contagios. También las condiciones ambientales de un espacio favorecen el esparcimiento de las partículas. Cuando hay mayor humedad, las gotas tienen un tamaño mayor y se precipitan más rápido por el peso. En un ambiente más seco, es más factible que se atomicen en aerosoles. Se considera que para que una persona sea susceptible a enfermarse tiene que respirar al menos mil partículas virales.